Tildado de machista y egoísta por proponer matrimonio a su novia durante su graduación

Momento en que Edgaras ​Averbuchas pide matrimonio a Agne Banuskeviciute.
Momento en que Edgaras ​Averbuchas pide matrimonio a Agne Banuskeviciute.

Las peticiones de matrimonio en público tienen distintas modalidades y todas son objeto de interpretación. Generalmente, las que más suelen gustar son las se producen en algún lugar idílico y luego son publicadas en redes sociales. Las reacciones y comentarios se acumulan sin problemas aunque haya quien opine que mejor disfrutar del “sí, quiero” en privado. Luego están las que se llevan a cabo durante eventos deportivos, culturales o de cualquier otra índole, que ya despiertan ciertas reticencias y mofas. Pero hay otra modalidad que ha provocado reacciones sociales más profundas: la pedida de mano durante una graduación.

Agne Banuskeviciute tiene 25 años de edad y se graduó de Filología Inglesa en la Universidad de Essex, Inglaterra. Llegó su turno, recogió el diploma y justo en ese instante, Edgaras Averbuchas se armó de valor e interrumpió el acto. Hincó la rodilla y pronunció las palabras mágicas.

La reacción inicial de la recién graduada fue de sorpresa, como no podía ser de otra manera, una especie de “qué está haciendo éste aquí”, pero cuando vio de qué iba la cosa, su rostro se relajó y esbozó una sonrisa. Su respuesta fue afirmativa y el auditorio, incluso las eminencias catedráticas, se arrancaron en aplausos y vítores. La universidad y el joven publicaron el vídeo en redes sociales y poco después la institución decidió retirarlo. ¿Por qué?

Momento en que Edgaras ​Averbuchas pide matrimonio a Agne Banuskeviciute.
Momento en que Edgaras ​Averbuchas pide matrimonio a Agne Banuskeviciute.

Porque para muchas personas el gesto del novio fue egoísta. Porque para asociaciones e individuales feministas fue un acto de machismo. Porque piensan que aquella era una celebración del intelecto y el esfuerzo de la recién graduada, y que fue “secuestrada” por su novio de nueve años. Porque para esas personas el chico robó el protagonismo de su ahora prometida en un acto que catalogaron de egotista.

Las reacciones no se hicieron esperar desde el momento en que se publicó el vídeo.

“Imagina ser un hombre y sentirte tan amenazado por el éxito intelectual de una mujer, que la tienes que forzar a que limitar su identidad para relacionarla contigo en el momento en que se está celebrando su intelecto”, escribió en Twitter la usuaria, Jana Bacevic. “Espera, eso es lo que le sucede al 99.9 por ciento de los hombres”.

Las reacciones sobre las reacciones al vídeo se extendieron como la pólvora y llegaron incluso a Aisha Ali-Khan, la organizadora de la Marcha de las Mujeres en Londres, quien no dudó en dar su opinión al respecto en su blog personal.

“Esto no augura nada bueno en la relación. Cuando alguien necesita tanta atención pública y adulación todo el tiempo solo hay espacio para su ego”, escribió la activista en una línea que también compartió con la escritora, Rebecca Reid, quien realizó un artículo en la revista Grazia.

Marcha del movimiento Me Too en Londres. (Chris J Ratcliffe/Getty Images)
Marcha del movimiento Me Too en Londres. (Chris J Ratcliffe/Getty Images)

Allí indicó que es consciente de que la pareja está enamorada y que la reacción de la joven fue de alegría, en cualquier caso, no perdió la oportunidad para criticar a Averbuchas.

“Secuestró un gran momento con algo muy dulce y bien intencionado, pero eso no significa que haya sido un gesto apropiado. Si por casualidad se divorcian, el recuerdo de su graduación siempre estará relacionado con eso. Sería una memoria agridulce”, prosiguió según The Independent, donde también se puede ver el vídeo.

En medio de las críticas, los verdaderos protagonistas de esta historia no perdieron la oportunidad de defender el que para ellos fue un momento inolvidable. Averbuchas compartió el vídeo orgulloso y describió el hecho como “el momento más importante de mi vida”. Su prometida no entiende por qué su futuro marido está recibiendo tal aluvión de comentarios negativos.

“Recuerdo que estaba en el escenario, un poco nerviosa pero extremadamente contenta”.

Y será eso lo que importe, la memoria que ambos tendrán de un momento memorable que, para bien o para mal, siempre estará relacionado con el día de la graduación de la ahora licenciada en Filología Inglesa... y prometida.