Tigres y una triste realidad que no cambia con dinero: fuera de México, sólo fracasan

Tigres fue eliminado por el Columbus Crew en el Estadio Universitario de Monterrey. (REUTERS/Daniel Becerril)
Tigres fue eliminado por el Columbus Crew en el Estadio Universitario de Monterrey. (REUTERS/Daniel Becerril)

Tigres quedó eliminado en los Cuartos de Final de la Concacaf Champions Cup ante Columbus Crew. El equipo de Robert Dante Siboldi falló sus dos primeros penales en la tanda definitoria contra el campeón de la MLS. André-Pierre Gignac y Guido Pizarro, los dos jugadores más experimentados para Tigres en el campo, erraron los tiros que terminaron sentenciando la eliminatoria. Columbus falló uno, pero acertaron los otros cuatro y sellaron así su pase de Semifinales, en donde se medirán con el ganador del partido entre Rayados e Inter Miami.

En esta ocasión, los regiomontanos no pudieron contar con Nahuel Guzmán, que se recupera de una operación en la rodilla. Sin el argentino en la tanda, Tigres perdió un factor decisivo. El Patón se caracteriza por los juegos mentales con los que desconcentra a los rivales. Carlos Felipe Rodríguez, el sustituto, logró atajar un disparo a Cucho Hernández, pero durante toda la tanda la sensación fue que el control era de los visitantes, que ahora están entre los cuatro mejores equipos de la región.

Mientras tanto, Tigres vive un nuevo fracaso a nivel internacional. El único título, en ese ámbito, en sus vitrinas sigue siendo el de la Concacaf que ganaron en 2021 (edición 2020, en realidad, extendido por la pandemia). Han perdido tres finales de este torneo: contra América en 2016, Pachuca en 2017 y Rayados de Monterrey en el 2019. Es una malaria que no han podido contrarrestar ni con todo el poder económico que tienen, a diferencia de lo que pasa en el torneo local, en el que marcaron una era dorada al ganar seis títulos en los últimos trece años.

Es verdad que pueden hablar de la Final del Mundial de Clubes que alcanzaron en 2021 o de la Final de Copa Libertadores que jugaron en 2015. Pero no son trofeos. Fueron torneos relevantes, históricos en alguna medida, pero que no reflejan un auténtico poderío internacional: nadie presume subcampeonatos. En el Mundial cayeron por 1-0 ante Bayern Múnich en un partido trabado, sin muchas luces para ningún equipo, con la sensación de que algo más se podía hacer. Y ante River Plate, simplemente fueron superados en la Vuelta, tras un 0-0 cerrado en Nuevo León. River hizo valer la mística y ganó 3-0 en el Monumental con un ambiente que heló a los jugadores de Tigres antes de empezar el partido.

Es momento también de que el cuadro felino replantee la dependencia que tiene con dos jugadores en especial: Nahuel Guzmán y el propio Gignac. La inversión constante en el club debió haberles dado alternativas durante estos años, es decir, tener a otros referentes que carguen con el equipo. Durante la era del Tuca Ferretti el principal acierto fue construir una base sólida en todas las líneas. Hoy eso no existe y no tiene que ver con dinero: Tigres lo sigue teniendo, pero ha sido incapaz de replicar esa fórmula con refuerzos que no terminan por asentarse ni mucho menos hacen antigüedad.

El torneo actual, en la Liga MX, no está siendo el esperado para una plantilla naturalmente competitiva. Tigres se encuentra en el séptimo lugar con 24 puntos. Están en zona de Play-In, es verdad. Y en el camino a la Liguilla, nadie puede subestimar a Tigres, que hace un año sorprendió a todos al engancharse en las últimas semanas del torneo y terminó ganando el título. Pero el funcionamiento decepciona en tanto no refleja todo el potencial que habita en este plantel y eso ya no es un efecto aislado sino una constante. Este fracaso debe servir para analizar si los planes van por el camino correcto.

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