Tiago Volpi, el portero que perjudica más de lo que ayuda al Toluca; lo pagaron ante Chivas

Tiago Volpi en un partido entre Toluca y América de abril pasado. (Getty Images)
Tiago Volpi en un partido entre Toluca y América de abril pasado. (Getty Images)

Tiago Volpi ha generado una imagen que todos conocen ya: siempre está en el punto penal. Se han hecho miles de chistes al respecto. "Prendo la televisión y Volpi está anotando gol". Esa virtud le ha dado gran protagonismo al guardameta choricero, aunque ante Cruz Azul, en la jornada final del torneo regular, erró dos disparos y dejó una duda: ¿volverá a patear desde los once pasos en el futuro? Todavía no se ha presentado la oportunidad. No pasó en el partido entre Toluca y Chivas por la Ida de los Cuartos de Final.

De todas formas, Volpi encontró la forma de acaparar miradas- Fue por su error en el gol que Guadalajara anotó y con el que salieron con la victoria del Akron. Se trató de una jugada accidentada que comenzó con un desborde de Cade Cowell por la banda izquierda. El atacante mandó un centro que Volpi no midió adecuadamente, lo pasó, y llegó a Roberto Alvarado, quien alcanzó a recentrar. Ahí apareció Víctor Guzmán con un potente remate de izquierda para perforar las redes y darle el triunfo a los rojiblancos en un partido muy cerrado y parejo.

Fue un golazo, pero no lo hubiera sido sin Volpi. La mala salida del portero brasileño abrió la puerta al Rebaño para marcar el gol decisivo. En el remate de Guzmán no tenía nada que hacer, pero su corte del balón debió ser preciso para evitar esa segunda jugada. Lo más doloroso fue que se dio en los minutos finales, cuando el equipo dirigido por Renato Paiva ya sentía el empate en la bolsa, un escenario ideal para cerrar en casa el próximo sábado.

El yerro de Volpi despertó la ira de los aficionados del Toluca, que ya lo vienen mirando con suspicacia desde hace tiempo, pero en los últimos meses con más intensidad. Hay algo que no perdonan: la forma en la que deja rebotes. Es un déficit que no debería presentarse en un arquero con tanta experiencia y que ha llegado a tener tanta jerarquía (en diversos momentos, ha sido catalogado como uno de los mejores porteros de México).

Sin embargo, no se trata de algo nuevo: desde que llegó a México, en 2015, para el Querétaro, Volpi ya evidenciaba carencias para asegurar el balón, las cuales eran ocultadas por sus innegables reflejos y la capacidad elástica que tiene al saltar o al lanzarse. Sin duda, se trata de un portero espectacular, pero que también tiende a cometer errores que incumplen con la máxima de un guardameta: evitar los goles "fáciles". Hay porteros que cumplen, porteros que ganan partidos y porteros que ganan campeonatos.

Volpi cuenta con muy buenas condiciones —no por nada jugó en el San Pablo, club grande de Brasil—. Pero no ha mejorado sus defectos y por eso ha elevado su etiqueta. Para hablar de porteros que ganan campeonatos se puede citar a Nahuel Guzmán o Agustín Marchesín, si se consideran los últimos diez años. Volpi cuenta con una Copa MX que en 2016 le ganó con Gallos Blancos a Chivas, pero no deja de ser un título de segundo plano. Ha perdido dos finales, una en 2015 y otra en 2022. Es un portero capaz de hacer buenas atajadas, con liderazgo y hasta experto en penales, pero que no garantiza seguridad a su arco.

Toluca lo pagó y deberá buscar la remontada contra Chivas en el Nemesio Diez a las 20:10 horas del sábado. Tendrán la localía a favor, pero eso tiene doble filo: con Volpi, la afición ya no tiene paciencia alguna y el menor desconcierto podría crear una atmósfera insalvable para los Diablos Rojos. Es a todo o nada para el club y para su guardián.

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