The Cuban Missile Crisis regresa a la jaula de la UFC en Las Vegas en busca de un triunfo

Julián Márquez no está en una crisis, pero necesita ganar para evitar meterse en una. El peleador cubanoamericano regresa este sábado a la acción en la UFC Vegas 66 para enfrentar a Deron Winn e intentar un regreso a la columna de las victorias en el octágono.

El guerrero que se hace llamar “The Cuban Missile Crisis’’ ha tenido un éxito mixto en la UFC desde que se unió a la organización en el 2017. El luchador de 32 años ha peleado cinco veces en la jaula de la mejor organización de artes marciales mixtas, con balance de tres triunfos y dos derrotas.”

“La crisis de los misiles cubanos’’ ha superado a rivales de la talla de Darren Stewart, Maki Pitolo y Sam Alvey, mientras que sus fracasos se produjeron ante gladiadores complicados como Alessio Di Chirico y Gregory Rodrigues, quien le venció con un nocaut impresionante.

Sin embargo, el próximo combate de Márquez contra Winn debería ser un poco más fácil que algunos de sus anteriores compromisos en la UFC, porque su rival ha luchado en la organización desde que debutó en el 2019 y solo muestra un balance de dos victorias y tres fracasos.

Winn ha sufrido reveses contra Darren Stewart, Gerald Meerschaert y Phil Hawes, estos dos últimos vencedores por la vía del cloroformo, lo que demuestra la porosa defensa que muestra el estadounidense en términos de striking, un departamento donde suele desenvolverse bien Márquez.

Pero aquí surge algo interesante: Winn entrenó con Khabib Nurmagomedov e Islam Mahkachev en la American Kickboxing Academy, un gimnasio conocido por producir luchadores de alto nivel, lo que apunta a lo que pudiera intentar en el área del grappling contra el cubanoamericano.

Hijo de padre cubano -de Pinar del Río- que llegó en 1971 con apenas dos años a la ciudad de Nueva Jersey y de madre americana, Márquez creció en Kansas City en medio de dos culturas.