Textalyzer, un ‘alcoholímetro’ para cazar a los que usan el móvil al volante

Los móviles están detrás de uno de cada tres accidentes de tráfico con víctimas. En las grandes ciudades, se calcula que cada minuto más de 4.000 conductores circulan distraídos con el móvil en la mano, y la mayoría de imprudencias son consultar el terminal y escribir mensajes. Aunque las sanciones en España para estas conductas peligrosas son altas -multa de 200 euros y retirada de 3 puntos del carnet-, la policía tiene muy difícil cazar a los infractores: a menos que estén vigilando el interior del coche y vean al conductor usando su teléfono, no pueden sancionar.

Pero esta situación puede cambiar gracias a Textalyzer, un invento que permitirá a los agentes saber si alguien ha cometido una imprudencia al volante con su móvil. Este aparato funciona como un alcoholímetro: en caso de accidente o de sospecha, la policía podrá usarlo para comprobar si un teléfono ha sido usado en los últimos minutos.

El aparato es una creación de la compañía israelí Cellebrite, que lo ha creado por encargo de la asociación Distracted Operators Risk Casualties (DORC), un grupo de interés con sede en Nueva York que persigue concienciar sobre los riesgos de las distracciones al volante.

Antes de crear Textalyzer, Cellebrite ha desarrollado otros aparatos de espionaje para diferentes policías del mundo, algunos tan sofisticados que consiguen en segundos el historial de llamadas realizadas y los SMS, aunque hayan sido borrados.

Ben Lieberman, cofundador de DORC, asegura en una entrevista concedida a The Washington Post que el aparato está en fase de desarrollo. A la vez, su grupo de presión está luchando para que se apruebe una ley en Nueva York que obligue a todos aquellos que tengan un accidente de coche a dejar su móvil a las autoridades para saber si su uso ha tenido que ver en el suceso. En caso de que un conductor se negara a hacerlo, la multa podía suponer la retirada del permiso de conducción.

El futuro de Textalyzer depende de la aprobación de la obligatoriedad de entregar el móvil a la policía en Nueva York, una medida a la que no pocas asociaciones de libertades civiles se oponen.

Textalyzer, que ni siquiera tiene nombre comercial, no va a recolectar ningún tipo de información personal guardada en los dispositivos: el aparato tan solo emite un informe en el que revela si ha sido usado en los últimos minutos. Para ellos, el software mira en los metadatos del móvil. Allí está recogida información como si se han enviado o recibido un mensaje o si se ha realizado una llamada.

Ni Lieberman ni Cellebrite aclaran si su aparato es capaz de distinguir si una llamada ha sido realizada a través del Bluetooth del coche, algo que es perfectamente legal, ni tampoco si el mensaje recibido ha sido leído en voz alta por algún asistente virtual como Siri, algo que también está permitido.