Cómo es el test para detectar dengue

El mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue
El mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue

Ante el escenario epidemiológico que prevén en las provincias para las próximas semanas y dado el riesgo para la población que ya tuvo dengue, las autoridades sanitarias aconsejan no postergar la consulta ni automedicarse si aparecen síntomas. Para eso, ¿a qué señales de alerta hay que estar atentos?

Son fiebre alta (más de 38°C), dolor detrás de los ojos, cefalea, erupción o manchas en la piel y picazón, cansancio intenso, dolor muscular, articular o en todo el cuerpo hasta el punto de no poder moverse, somnolencia e irritabilidad y sangrado de mucosas, en especial de la nariz y las encías.

“La mayoría de los casos se pueden tratar de manera ambulatoria, pero siempre bajo la mirada de un profesional”, explicó Paula Herrera, jefa del Programa de Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud de la cartera sanitaria de Salta.

Complicaciones

Cuando baja la fiebre es cuando pueden aparecer complicaciones. “En esos días, hay que estar atentos si empiezan los vómitos o el dolor abdominal, que es un signo importante de alarma”, señaló. Esa etapa crítica del dengue dura unos cuatro días y empieza la convalecencia.

“Ante la presencia de síntomas, es fundamental no automedicarse y realizar una rápida consulta al centro de salud más cercano. Luego de haber recibido el diagnóstico, es importante seguir las indicaciones del personal de salud, tomar abundante agua, hacer reposo, usar repelente y asistir a las consultas de seguimiento y control”, insistieron desde la cartera nacional a cargo de Mario Russo.

Recordaron la importancia de “una consulta médica inmediata” si después de que bajó la fiebre o en los días siguientes hay algún síntoma que se hace más intenso, reaparece o aparece alguno nuevo, entre los que mencionaron “dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, sangrado profuso de mucosas o vómitos recurrentes” para reducir el riesgo de que se agrave la enfermedad.

Diagnóstico

Para el diagnóstico, hay distintas pruebas por muestra de sangre que se van utilizando según avanza la infección. Para esos tiempos, se tiene en cuenta la fecha de inicio de los síntomas o de aparición de la fiebre.

“El diagnóstico en los primeros cinco a siete días de la enfermedad, que es la fase aguda, se puede hacer buscando en sangre el antígeno NS1, que es una proteína del virus, o por la técnica de PCR para detectar la presencia de genoma viral porque es cuando el virus está circulando en la sangre. Si es positivo, es dengue. Si es negativo [para antígeno NS1], no se puede descartar la infección porque la prueba tiene una sensibilidad de hasta el 72%, pero con una alta especificidad”, explicó Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina e Infectología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Ahí abrieron un consultorio externo de dengue, de 8 a 15 (General Lucio V. Mansilla 3120); luego, se atiende por guardia.

La guardia del Hospital Bernardino Rivadavia
La guardia del Hospital Bernardino Rivadavia - Créditos: @Mauro Alfieri

“Durante la convalecencia [tras la fase crítica] –continuó López–, se utiliza la determinación de anticuerpos IgM en los 10 a 12 días de la enfermedad. Los anticuerpos aparecen recién después del séptimo día desde el inicio de los síntomas. Para diagnosticar si una persona tuvo una infección previa, se utiliza la detección por IgM o IgG en los primeros tres meses. A partir de los cuatro meses, hay que buscar los anticuerpos del tipo IgG.”

Además, según explicó, habitualmente se pide un hemograma (análisis de sangre convencional). “Es para evaluar el hematocrito (si es muy alto, indica que hay que hidratar al paciente) y las plaquetas, que si están bajas [la infección las destruye por distintos mecanismos] orienta el diagnóstico junto con la leucopenia, que es la disminución del número de linfocitos”, precisó el especialista a LA NACIÓN.

Precio

En los laboratorios de análisis clínicos privados, en tanto, donde también se pueden hacer las pruebas, el costo es de entre $40.000 (para antígeno NS1 y anticuerpos IgM/IgG) y $60.000 (para PCR), según precisaron desde la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (Cubra). Solo uno de los tres proveedores de reactivos para la detección de dengue por antígeno NS1 o anticuerpos IgM/IgG, tenía “muy poca provisión” para el sector, mientras que los dos proveedores de reactivos para PCR no tenían stock.

Ya en epidemia, no es necesario estudiar por laboratorio a todos los casos sospechosos sin antecedente de viaje reciente y se pasa al diagnóstico por criterios clínico (síntomas) epidemiológicos (nexo con otros casos confirmados). Se tiene que testear y determinar el serotipo viral en uno de cada 10 o más casos, según se defina, para ir siguiendo el curso del brote y si empieza a circular otro serotipo (una nueva infección por uno distinto al que causó la anterior eleva el riesgo de tener la forma grave de la enfermedad y haber tenido dengue de un serotipo no protege de los demás).

Las pruebas, si están los insumos, se reservan para las internaciones, las personas con factores de riesgo u otras enfermedades. Si muere una persona con sospecha de dengue o dengue grave (antes llamada hemorrágico), se debe hacer el estudio por laboratorio para confirmar la infección y registrarlo como causa de fallecimiento.

También, se están confirmando coinfecciones de dengue con chikungunya y provincias del noreste y el centro del país notificaron al sistema nacional de vigilancia epidemiológica 68 casos de coinfección por los serotipos DEN1 y DEN2.

Qué medidas a reforzar tras las tormentas

  • Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (latas, botellas, neumáticos, etcétera) dentro y fuera de la vivienda o el lugar de trabajo.

  • Dar vuelta, tapar o resguardar los objetos útiles que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua de lluvia o riego (baldes, palanganas, tambores, juguetes, etcétera).

  • Cambiar regularmente el agua de bebederos de animales; cubrir y desagotar los colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia y evitar mantener plantas en recipientes con agua sin cambiarla frecuentemente. Cepillar o frotar las paredes internas de esos recipientes cada dos o tres días para desprender los huevos de mosquitos que estén adheridos.

  • Evitar que se forme un charco en la parte superior en las macetas o los contenedores de plantas. Rellenar los portamacetas con arena para absorber el excedente de agua de riego.

  • Mantener los patios y jardines desmalezados.

  • Destapar canaletas y desagües de lluvia.

  • Verter agua caliente (100°C) en las paredes de rejillas de desagüe y colocarles mallas metálicas o tela mosquitera.

  • Mantener tapados los tanques y recipientes (aljibes, cisternas, etcétera) que se usan para recolectar y almacenar agua, evitando dejar espacios o aberturas por donde los mosquitos puedan ingresar.

  • Mantener limpias y cloradas las piletas de natación. Cubrirlas cuando no se utilicen.

Cómo evitar la picadura de mosquitos

  • Usar repelentes de acuerdo a la edad y según las recomendaciones del envase.

  • Utilizar ropa clara que cubra brazos y piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.

  • Ahuyentar los mosquitos en el domicilio o lugar de trabajo con tabletas, aerosoles (interior) y/o espirales (exterior), de acuerdo con las recomendaciones del producto. La fumigación es una medida de control de emergencia, ante la detección de casos en áreas con presencia confirmada del vector. Sirve para eliminar a los mosquitos adultos, cuando entran en contacto al momento de la aplicación; no tiene poder residual y tampoco elimina los huevos, las larvas y las pupas del mosquito. Está indicada solo ante la detección de casos, en una situación de brote y bajo las indicaciones metodológicas de la normativa nacional vigente.

  • Colocar mosquiteros en las puertas y las ventanas.

  • Proteger camas, cunas y cochecitos de bebés con tules o telas mosquiteras.

  • Extremar estos cuidados preventivos durante el embarazo.