Teri Hatcher: los secretos de una actriz con una carrera con altibajos

Dueña de una larga -aunque volátil- trayectoria, Teri Hatcher es una de las tantas actrices que ha dejado huella en Hollywood. Si bien su carrera -que comenzó a mediados de los '80- tuvo algunos altibajos, sus recordados protagónicos en Lois y Clark: las nuevas aventuras de Superman o en la serie Amas de casa desesperadas la convirtieron en una de las caras más famosas de la industria en su momento.

Sin embargo, no todo fue color de rosas en su vida. Detrás de escena, sus fracasos amorosos, un abuso que tardó años en superar y sus constantes "aires de diva" interfirieron en sus proyectos, haciendo que sus apariciones se volvieran cada vez más intermitentes.

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Teri Lynn Hatcher nació el 8 de diciembre de 1964 en Sunnyvale, California. Hija de un físico nuclear y una programadora informática, la muchachita siguió los pasos de sus padres en la universidad estudiando Matemáticas e Ingeniería; conocimiento que hoy emplea en sus apuestas en las carreras de caballos, hobby al que es muy aficionada.

Sin embargo, su verdadera vocación desde pequeña era el baile. Tomó sus primeras clases de danza en el San Juan Girls Ballet Studio y en 1982 ya se la consideraba una de las bailarinas más prometedoras de su región. Sorpresivamente, Hatcher colgó el tutu y sus zapatillas de baile para estudiar interpretación en el prestigioso Conservatorio Americano de Teatro. En 1984, la actriz y bailarina mezcló sus dos pasiones y consiguió sus primeros minutos de fama como animadora de los San Francisco 49ers, uno de los principales equipos de fútbol americano.

Tras varios años con roles de reparto o apariciones en televisión como invitada, su gran oportunidad le llegó en 1993 cuando consiguió un papel protagónico en Lois y Clark: las nuevas aventuras de Superman. Sin duda, su interpretación de la reportera Lois Lane marcó un antes y un después en su carrera haciendo que cada una de sus posteriores apariciones pasaran desapercibidas.

Aunque supo destacarse por sus papeles en la película El mañana nunca muere (1997) y Mini espías (2003), su resurrección profesional sucedió en 2004 cuando fue elegida para encarnar a la autora de libros Susan Mayer en la exitosa serie Amas de casa desesperadas. Junto a Felicity Huffman, Marcia Cross y Eva Longoria, su rol la llevó nuevamente a la cima de la fama y le valió varios premios y reconocimientos, entre ellos un Globo de Oro, tres SAG y una nominación a los Emmy como mejor actriz.

Diva, ¿yo?

El elenco de Amas de casa desesperadas, en el set de filmación, en 2004
Fuente: Archivo

En vez de disfrutar de esta nueva oportunidad que su profesión le regalaba, los rumores de conflicto con sus compañeras de elenco opacaron su tan esperado regreso. No era la primera vez que se hablaba de "sus comportamientos de diva" en el medio, sin embargo esto fue desmentido por la actriz en más de una oportunidad.

Problemas de ego, un cachet más elevado que el resto y el constante pedido de mayor letra y participación en la historia desencadenaron una fuerte rivalidad entre las protagonistas desde el primer día, aunque Teri no cuenta la misma versión. "Aquel equipo sabe que fui mucho más que generosa con todos a lo largo de los ocho años que estuvimos juntos y cualquiera puede confirmarlo. No sé qué hicieron los demás, pero yo sí sé lo que hice y por eso puedo mirarme en el espejo tranquila. Todo el mundo sabe lo mucho que respeto a la gente con la que trabajo", se defendía en una entrevista con The Daily Mail desmintiendo las especulaciones en torno a su persona.

A lo largo de los ocho años que duró la ficción en pantalla, los rumores sobre su mala relación con el elenco y el equipo de producción no cesaron. E incluso hubo otras voces que sumaron capítulos a su "mala reputación" en los sets como la Pierce Brosnan, con quien trabajó en El mañana nunca muere. "Me enojé mucho con ella. Siempre me tenía esperando durante horas. Debo admitir que dejé escapar algunas palabras que no fueron muy agradables", comentó el actor en una entrevista a Vanity Fair Italia en 2005. Según se supo tiempo después, la actriz estaba embarazada de su hija Emerson Tenney en ese momento y sufría de náuseas matutinas severas, lo que la demoraba más de la cuenta.

Las versiones de divismo nunca dejaron de acompañarla e instaló la percepción en la industria de que era difícil trabajar con ella, lo que provocó luego que algunos productores analizaran más de la cuenta si convenía o no incluir su nombre en algún proyecto.

Una vida difícil

Teri Hatcher, con su hija, en 2010
Fuente: Archivo

Aunque permaneció durante muchos años en silencio, después de mucha ayuda y terapia, la actriz pudo soltar y sanar un pasado doloroso: el abuso que sufrió por parte de su tío Richard Hayes Stone a los cinco años. Tras advertir que jamás habló con sus padres sobre este episodio (aunque siempre estuvo convencida de que ellos sospechaban algo), fue recién a sus 41 años cuando la artista lo confesó públicamente en una entrevista para la revista Vanity Fair. Allí, Hatcher recordó que vivía en Sunnyvale con su familia cuando Stone (el esposo de la hermana de su madre) abusó sexualmente de ella luego de que se las ingeniara para que los dos quedaran a solas dentro de un auto. "Estas son cosas inquietantes que he recordado toda mi vida. No hacía otra cosa que negar la realidad y todo lo que hice durante mucho tiempo fue culparme a mí misma de la situación. Fue algo que intenté enterrar por completo", reconoció, entre lágrimas, mientras aseguró que su tío fue sentenciado a 14 años de prisión.

En su autobiografía Tostadas quemadas: y otras filosofías de la vida (2006), Hatcher relata cómo esta experiencia infantil tuvo un impacto significativo en su autoestima, así como también el rol de su madre, que la marcó a la hora de encarar sus relaciones en la vida. "Mi mamá fue muy sacrificada. Ella nunca tomó nada bueno para sí misma y ese fue mi modelo a seguir y más o menos lo que terminé haciendo", señalaba justificando, en cierta forma, sus malas elecciones en el amor.

La continua tendencia a desvalorizarse estuvo presente en sus relaciones de pareja. Mientras que su primer matrimonio con el entrenador personal Markus Leithold terminó después de tan sólo ocho meses, su segunda unión con el actor Jon Tenney (padre de su hija Emerson) no fue mucho mejor. Se conocieron en una cita a ciegas, se casaron en 1994 y después de casi nueve años, Teri solicitó el divorcio tildando a su matrimonio de "vacío". De hecho, en sus memorias dio a entender que la falta de intimidad fue un gran detonante.

A la separación, le siguió una conflictiva batalla legal por la custodia de la pequeña Emerson Rose y por la división de bienes, que la obligó a la actriz a repartir su patrimonio con su ex. "Lo que pensé que fueron los mejores años de mi vida, fueron los años más lucrativos de mi vida", confesó en su autobiografía sobre su experiencia con el actor de The Closer.

Tras un apasionado pero breve romance con el presentador de American Idol, Ryan Seacrest, Hatcher volvió a confirmar que estaba enamorada durante la entrega de los Globo de Oro en 2007 cuando desfiló por la alfombra roja del brazo del director Stephen Kay, ex de su colega Eva Longoria. "He venido con mi novio. Estoy totalmente enamorada y es fabuloso", comentaba sin saber que, nueve meses después, se volvería a quedar soltera.

De actriz a Youtuber

Después de Amas de casa desesperadas, Teri tomó un extenso descanso de la actuación y aprovechó su tiempo libre y se inscribió en la escuela de cocina Cordon Bleu de Los Ángeles. "Me sentí muy afortunada de estar en una posición en la que podía probar algo nuevo y desafiar mi cerebro, tener una perspectiva diferente y aprender nuevas habilidades. Siempre me ha encantado cocinar pero esto es un gran salto", expresaba mientras mostraba sus habilidades culinarias en varios programas de TV y en sus redes sociales.

Lejos de pararse delante de una cámara como actriz, su carrera dio un giro inesperado hacia el doblaje. Muy entusiasmada con esta nueva etapa, la actriz le puso voz a personajes como Silver Skylark en Stan Lee: los 7 poderosos; a Dottie en la franquicia de Disney Aviones y a Beatrice Le Beak en Jake y los piratas del país de nunca jamás. "Me encanta la animación. Me sacó de mi zona de confort y me hizo tomar algunos riesgos para alcanzar lo que realmente sueño", confesó muy contenta por estas nuevas experiencias. Gracias a estos trabajos, Teri nunca dejó de trabajar en el medio, aunque para el público su presencia pasase inadvertida.

Su vuelta a los sets fue de la mano de una versión televisiva del clásico de Neil Simon Extraña pareja, donde encarnó a Charlotte, una madre soltera pareja de Oscar, interpretado por Matthew Perry. A pesar de la química de ambos actores en pantalla, la serie no tuvo la repercusión esperada, lo que finalmente llevó a su cancelación después de tres temporadas.

Lejos de desanimarse, en 2017 Teri regresó al universo de los superhéroes con Supergirl, donde se convirtió en la villana Rhea. Sin dudas, este personaje no se parecía en nada a los anteriores. "Ella está interpretando algo completamente diferente a todas las cosas que ha hecho hasta ahora y lo está haciendo de manera increíble. Es realmente emocionante", expresaba uno de los productores ejecutivos de la serie. Sin embargo, su personaje no duró mucho y Rhea dejó el reino al final del octavo episodio.

Cansada de la poca duración de los proyectos, la actriz encontró en las nuevas plataformas digitales una nueva salida laboral. Fue así como en 2017 lanzó su propio canal de YouTube Hatching Change, donde se animó a crear su contenido e incluyó desde recetas de cocina hasta viajes por todo Los Ángeles a bordo de su camioneta entrevistando gente. "A los 53 años, me encuentro haciendo preguntas bastante importantes como: '¿Qué estás haciendo con tu vida?' '¿Cuál es tu propósito?' '¿Qué es lo que te apasiona?'. Busco conectar y ayudar a otros para dejar el mundo un poquito mejor. Eso es lo único importante para mí. Después de hacerlo, siento una gran sensación de paz y logro", aseguró sobre su serie Van Therapy que le permitió mostrar un costado más humano.

Al parecer, las prioridades de Teri han cambiado. "Ayudar a otros", "transmitir sus conocimientos" y "dejar el mundo un poquito mejor" son frases actuales de la actriz que muestran su necesidad de involucrarse con lo que pasa y alejarse un poco de las cámaras. De hecho, su labor como portavoz de la Fundación AmberWatch, que se dedica a prevenir el secuestro y el acoso de menores y su participación en causas humanitarias como la lucha contra el cáncer, la promoción de la educación infantil y el apoyo a las mujeres más desfavorecidas han marcado su camino en los últimos años.