Terapia intravenosa por goteo, la nueva cura para todos los excesos que ofrecen hoteles de lujo y spas

El año pasado había alrededor del mundo unos 7000 spas médicos y miles de centros e instalaciones que administran goteos intravenosos, incluidos spas de hoteles, retiros de bienestar y clínicas móviles
El año pasado había alrededor del mundo unos 7000 spas médicos y miles de centros e instalaciones que administran goteos intravenosos, incluidos spas de hoteles, retiros de bienestar y clínicas móviles

WASHINGTON.– Es una soleada tarde de domingo y Noreen Tofel se sienta con las piernas cruzadas en el sofá de su casa en Alexandria, estado de Virginia, con el brazo izquierdo estirado y apoyado sobre una almohada. La vena de su antebrazo se marca como un río en un mapa con relieve, y mientras los nutrientes ingresan gota a gota en su torrente sanguíneo, Noreen explica que la terapia intravenosa le viene bárbaro por su régimen de trabajo, que la obliga a viajar mucho.

Noreen trabaja en el manejo de riesgo de recursos humanos, y antes de cada viaje de trabajo se agenda una sesión de terapia intravenosa para potenciar su nivel de energía y fortalecer su sistema inmune. Y si está planeando unas vacaciones donde piensa darse todos los gustos, Noreen invierte el orden: dice que ese saludable cóctel intravenoso es el antídoto perfecto para todos los otros cócteles que habrá ingerido durante su descanso.

“Me gusta poder tomarme unas margaritas sin tener que preocuparme por mi cuerpo”, dice Noreen, de 39 años. “Si me hiciera la aplicación intravenosa antes de irme, después me daría culpa ponerme a tomar alcohol.”

Antes se hacían en hospitales y clínicas especializadas, pero ahora las terapias intravenosas se han convertido en un éxito que atraviesa los sectores de la salud, los viajes y el bienestar. Antes, quienes viajaban dependían de los analgésicos y los anteojos oscuros para la resaca, de la melatonina para el jet-lag, y de grandes cantidades de café y de horas de sueño para recuperarse de los trastornos propios de un viaje. Pero ahora la gente recurre a las terapias intravenosas para borrar los excesos que puedan hacer descarrilar sus vacaciones. Y no hay que ir muy lejos para encontrarlas: las terapias por goteo intravenoso están apareciendo en la oferta de servicios de hoteles, spas, resorts, casinos y zonas comerciales. De hecho, hasta puede pedirse una aplicación a domicilio en un departamento de alquiler temporario o en una habitación de hotel.

“La gente se deshidrata muchísimo cuando viaja, tienen resaca y están expuestos al sol, porque los aviones vuelan a grandes altitudes”, dice Sarah Muniz, directora clínica de PureDropIV, un servicio de terapias de goteo intravenoso de la Washington que tiene a Noreen entre sus clientes. “La rehidratación con un cóctel de vitaminas C y B-12 realmente los ayuda a reponerse casi de inmediato.”

Ron Kapp, médico clínico e investigador del antienvejecimiento de Santa Bárbara, California, dice que la transformación de la terapia intravenosa, de procedimiento médico a tratamiento de cuidado personal, comenzó en la década de 1960, cuando Jоhn Myers, médico del Hospital John Hорkіns de Baltimore, descubrió que inyectar nutrientes es más eficaz que ingerirlos. Myers creó un brebaje rejuvenecedor llamado cóctel Myers, que sigue siendo uno de los “platos básicos” de actuales menús de goteo intravenoso.

En 2010, el anestesiólogo y pionero en este campo Jason Burke, inventó una cura de hidratación intravenosa para las personas que han festejado en exceso. Burke recorrió la región de Las Vegas administrando goteos intravenosos a bordo de un ómnibus de 14 metros de largo al que llamó “Paraíso de la Resaca”. Esa clínica sobre ruedas está actualmente en reparación, pero quienes tengan planeado visitar Las Vegas pueden sacar turno para atención en consultorio o programar una visita a domicilio, ya sea a un hotel o un departamento de alquiler temporario.

“Sacarlo del entorno hospitalario fue una brillante decisión”, dice Kapp respecto de Burke. “Y a partir de ahí, todos se subieron al carro.”

Según el Instituto para el Bienestar Global, el año pasado había alrededor del mundo unos 7000 spas médicos y miles de centros e instalaciones que administran goteos intravenosos, incluidos spas de hoteles, retiros de bienestar y clínicas móviles. La empresa Restore Hyper Wellness, por ejemplo, presta servicios en más de 225 locaciones, y Reviv tiene clínicas en casi 50 países.

Adam Nadelson fundó la empresa I.V. Doc en 2013 en la ciudad de Nueva York, tras sufrir una intoxicación alimentaria de la que se recuperó con la ayuda de un goteo intravenoso. Desde entonces, Nadelson se ha expandido a 33 ciudades de Estados Unidos, además de Londres e Ibiza, España, y dice que su equipo atiende a huéspedes de muchas cadenas de hoteles de lujo, como Ritz, Aman y Four Seasons.

“Podés mencionar el hotel que sea y seguramente allí estuvimos”, dice Nadelson.

De tratamiento para la resaca a “amenity” de hotel

Suele asociarse los goteos intravenosos recreativos con la resaca, pero supuestamente pueden aliviar una amplia gama de síntomas, como deshidratación, confusión mental, náuseas y letargo. Los precios varían según el lugar y el tipo de solución intravenosa, pero los cócteles básicos arrancan en 150 dólares y esa cifra puede multiplicarse por cinco, o incluso más.

Las clínicas de terapia intravenosa han proliferado en todo el mundo. Varios spas de la cadena Four Seasons —en Orlando, en Washington, en Maui y en Nueva York— ofrecen el servicio. Y en los retiros de bienestar que tiene The Ranch en Malibú y el Valle del Hudson de Nueva York los huéspedes pueden recibir la infusión intravenosa junto a la piscina o en la privacidad de su habitación. En Harrod’s de Londres y en el Dubai Mall de la ciudad de Dubai, los compradores pueden disfrutar de una “terapia de compras” diferente. Hasta los cruceros se están sumando a esta tendencia.

“Es un fenómeno global”, apunta Kapp. “Fui a Honduras a participar de una convención y en el centro de convenciones estaban haciendo aplicaciones por goteo.”

Pero al igual que con otros hits globales, como la pizza y la parrilla, cada región del mundo tiene sus preferencias.

En ciudades de “tipo A”, como Washington y Nueva York, los viajeros suelen reservar turno con la esperanza de reforzar su inmunidad y sus reservas de energía. En destinos de bienestar, como Los Ángeles y Miami, la terapia intravenosa es parte del movimiento más amplio de búsqueda de la longevidad. Y en las ciudades que son destino “de fiesta” y suelen recibir a grupos de despedidas de solteros y solteras, los goteos intravenosos son salvavidas contra la resaca.

Rose Salo, fundadora de San Diego IV, dice haberse enterado de la terapia intravenosa como “actividad nupcial” a través de la actriz Sofía Vergara, quien regaló el servicio a los invitados a su boda en 2015. Desde entonces, dice Salo, el “servicio de sondas de lujo” se generalizó, hasta el punto de que algunos grupos reservan el tratamiento con anticipación, como parte de su itinerario de viaje. Otros la llaman desesperados, como si fuera una guardia de urgencias.

“Recibimos muchos pedidos para el mismo día”, dice Salo. “Si se despiertan destruidos por los efectos de la noche anterior, quieren recibir el tratamiento de inmediato para tener otro día de fiesta por delante.”

En Reviv, en el resort de Cosmopolitan de Las Vegas, la enfermera Jesse Schwartz recomienda la terapia intravenosa como estrategia reactiva: hay que aplicársela después de los excesos, porque los efectos benéficos del goteo son mayores cuando el cuerpo está en su punto más bajo, deshidratado, extenuado y con náuseas.

“Después de aplicarse el cóctel anti-resaca o el de refuerzo vitamínico pueden volver a salir y hacer lo que quieran”, dice Schwartz.

Chris Harmon vive en Los Ángeles y no probó por primera vez el goteo intravenoso para combatir la resaca, sino para combatir un virus. Su médico, que trabaja para Cure Medical en el hotel Four Seasons de Westlake Village, le recetó una dosis del “cóctel Myers”. El goteo funcionó y ahora recibe un promedio de 20 a 30 aplicaciones al año.

Harmon es director de operaciones de un programa de rehabilitación para el alcohol las drogas, y como tiene que viajar mucho por trabajo, incorporó la terapia intravenosa a su rutina de viajes. En un reciente viaje a la ciudad de Sacramento, Harmon reservó turno con un médico que tenía muy buenas calificaciones en la web. Durante la aplicación, que duró 45 minutos, Harmon pudo leer relajadamente en su habitación de hotel mientras el goteo intravenoso hacía su magia.

“Es como recargar la batería”, dice Harmon. “La sensación de bienestar es inmediata.”

Por Andrea Sachs

(Traducción de Jaime Arrambide)