Ecuador expulsa al embajador argentino en Quito y la Cancillería reacciona en espejo en Buenos Aires

El embajador argentino Gabriel Fuks y su par ecuatoriano Xavier Monge Yoder
El embajador argentino Gabriel Fuks y su par ecuatoriano Xavier Monge Yoder

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró “persona no grata” al embajador argentino en Quito, Gabriel Fuks, y le dio tres días para que deje el país, luego de que María de los Ángeles Duarte, exministra durante el gobierno de Rafael Correa, dio por terminada su estadía de dos años como asilada en la sede diplomática nacional en ese país, confirmaron esta noche fuentes oficiales.

En una medida en espejo, la Cancillería argentina decidió por su parte expulsar al embajador ecuatoriano en Buenos Aires, Xavier Monge Yoder. ”Lamentando la incomprensible decisión del Gobierno ecuatoriano de solicitar el retiro de Ecuador del embajador Fuks, se ha decidido adoptar por nuestra parte la misma situación con el embajador ecuatoriano en la Argentina”, sostuvo el Palacio San Martín.

La sigilosa huida, informada por el canciller Santiago Cafiero a la gestión de Lasso, tuvo como destino Caracas, Venezuela, y provocó la indignación del gobierno ecuatoriano, que hace un par de meses había negado a la Casa Rosada la extradición de Duarte, condenada (como su jefe político) por distintos hechos de corrupción en su país. Fuks estaba impactado por la decisión del gobierno de Ecuador .

En Buenos Aires, mientras tanto, la Cancillería elaboró un comunicado en el que sostiene que “el Gobierno argentino ha tomado con sorpresa y profunda tristeza la decisión del Gobierno de la República de Ecuador de escalar el desacuerdo existente con respecto a la situación de la Sra. María de los Ángeles Duarte Pesantes y llevarlo a nivel de perjuicio en la relación bilateral”.

La Cancillería advirtió que “no existe norma internacional alguna que obligara a las autoridades diplomáticas argentinas a ejercer custodia sobre la Sra. Duarte Pesantes” y aclaró que “ el profundo aprecio al pueblo del Ecuador no habrá de variar con esta situación coyuntural ”. La decisión de expulsar al embajador Fuks fue anunciada por el canciller Juan Carlos Holguín. Duarte es madre de un niño de nacionalidad argentina.

También envió un mensaje desafiante a Quito. “En modo alguno se entiende que se pretenda atribuir a un accionar expreso del Gobierno argentino que la persona mencionada haya podido, por inoperancia de las autoridades ecuatorianas , circular por Ecuador y partir desde ese país hacia el extranjero eludiendo los sistemas de control dispuestos por dichas autoridades alrededor de la residencia de la embajada”, aseguró.

Primeras explicaciones

“Todo indica que más allá del status otorgado, y la voluntad del Gobierno argentino de mantener la condición de asilada diplomática, la señora Duarte Pesantes se ha ausentado por decisión propia y sin que haya mediado indicación alguna a las autoridades de la Embajada en la República del Ecuador”, había afirmado la Cancillería más temprano a través de un primer comunicado.

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“Durante el pasado fin de semana del sábado 11 y domingo 12 de marzo de 2023 y encontrándose el embajador desempeñando distintas tareas inherentes a su labor diplomática, no se registró presencia en el ala del edificio en la que Duarte Pesantes habitaba, distante de la residencia oficial del representante argentino, por lo que se procedió a hacer las recorridas correspondientes de las distintas dependencias, sin ubicar su paradero”, detallaron desde Cancillería, no sin recordar el pedido de asilo político a Duarte, efectivizado el 1° de diciembre pasado por el Gobierno y rechazado por Ecuador luego de negociaciones subterráneas.

“Era una situación muy anómala, ella estaba ahí hace dos años con su hijo menor de edad, que nació en la Argentina. Y nosotros no la teníamos retenida, se podía ir cuando quisiera, de la puerta para afuera es responsabilidad de Ecuador”, se atajaron ante la consulta de LA NACION desde la Cancillería, donde reconocen que la estadía de Duarte en un ala de la sede diplomática en Quito se había transformado en una piedra en el zapato de la relación bilateral.

Sin dar su paradero, la propia Duarte agradeció vía twitter a la Argentina “por haberme cobijado ante la persecución de los gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso” . Pocas horas más tarde, Duarte llegó a la sede de la embajada argentina en Caracas, dónde la recibió el embajador Oscar Laborde. Según pudo saber LA NACION, la exministra tuvo un saludo protocolar hacia el diplomático y dio a entender que por el momento no piensa en viajar a la Argentina.

Desde la embajada argentina en Ecuador, que encabeza Fuks, evitaron precisar la fecha exacta de su salida, y aclararon que el predio, de 2400 metros cuadrados (es una delegaciones argentinas más grandes en el mundo) dificulta el contacto directo con el ala en la que vivía Duarte. “Ella estaba acá como asilada política, no tenía restricción de ningún tipo ni dio explicaciones sobre lo que se iba a hacer”, explicaron. Y agregaron que la residencia está cuidada por la policía ecuatoriana, por lo que deslindaron responsabilidades de “custodia” de la ministra condenada, que luego de salir de la sede diplomática recorrió media capital ecuatoriana, pasó por los controles de migraciones en el aeropuerto y llegó, sin problemas, al país que preside Nicolás Maduro.

La estadía de Duarte en la embajada se efectivizó en agosto de 2020, antes de la llegada de Fuks a Quito y durante la presidencia de Lenin Moreno. En plena pandemia, la sede diplomática no tenía embajador designado y la cabeza de la delegación era el encargado de negocios.

Luego de su paso por la secretaría d Seguridad, con Sabina Frederic como ministra, Fuks llegó a Quito y “heredó” el problema, ya que el gobierno de Lasso-enfrentado políticamente con Correa-nunca vio con buenos ojos que la ministra utilizara su asilo como modo de evitar cumplir con la condena judicial, algo que también hizo Correa (exiliado en Bélgica).

La cancillería ecuatoriana, a través de su canciller Holguín, pidió ayer explicaciones a Fuks, que hoy daría “información adicional” sobre el caso. “Ecuador ha presentado un enfático reclamo a la Argentina y ha exigido la entrega de información. La Cancillería ecuatoriana tomará las medidas más adecuadas ante este incidente”, afirmó a través de un comunicado. Y más tarde comunicó directamente la expulsión de Fuks.

Mientras desde la Cancillería y la embajada niegan cualquier tipo de favoritismo, desde el gobierno ecuatoriano sospechan sobre “algún tipo de ayuda” hacia Duarte, dado el vínculo que une a Correa con el Gobierno, sobre todo con la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien días atrás “festejó” el triunfo de candidatos del partido del expresidente en elecciones regionales.