¿La temporada de huracanes en el Atlántico será calmada o agitada? Este es el pronóstico

La temporada de huracanes en el Atlántico de 2023 será “ligeramente por debajo del promedio” con la posible formación de 13 tormentas con nombre, seis huracanes y de estos dos serían de categoría mayor con vientos sostenidos de hasta más de 111 millas por hora, según el pronóstico de la Universidad Estatal de Colorado (CSU).

En una temporada promedio se forman 14 tormentas tropicales con nombre, siete huracanes y de estos tres son de categoría mayor en la escala Saffir-Simpson del 1 al 5.

Los investigadores de huracanes de la CSU dijeron este jueves que los factores que incidirán en la temporada que inicia el próximo 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre sobre el fenómeno de El Niño y las temperaturas en la superficie del océano Atlántico y en el mar Caribe.

Las temperaturas en el Atlántico oriental, central tropical y subtropical están más cálidas de lo normal, mientras que en el Caribe se observa que están alrededor de su promedio normal, detallaron en la Conferencia Nacional de Meteorología Tropical.

Los pronósticos y las condiciones del tiempo de gran escala indican que la transición a El Niño es “relativamente probable en los próximos meses. Sin embargo, existe incertidumbre sobre cuán fuerte será este fenómeno si se llega a desarrollar”.

Explicaron que El Niño tiende a incrementar los vientos del oeste en los niveles altos desde el Caribe hasta el Atlántico tropical. Este aumento ocasiona el desarrollo de vientos cortantes verticales que pueden inhibir la formación de huracanes.

Cuando las aguas en el océano Pacífico oriental, central tropical y subtropical están más cálidas de lo normal, tienden a debilitar la alta presión subtropical y sus vientos a través del Atlántico tropical.

El resultado de estas condiciones es aguas más cálidas en el Atlántico tropical para el pico de la temporada de huracanes en el Atlántico que comienza a mediados de agosto y dura hasta septiembre.

El equipo de investigadores previno que debido a las diferentes señales entre la posibilidad de un fenómeno de El Niño robusto y las aguas calientes atípicas en el océano Atlántico tropical y subtropical, “existe más incertidumbre de lo normal frente a este panorama”.

A principios de marzo, el Centro de Predicción Climática (CPC, en inglés) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) declaró el fin de la llamada “triple caída” de La Niña que estuvo vigente durante las últimas tres temporadas de huracanes.

Durante la etapa La Niña, la cizalladura vertical del viento se vuelve menos frecuente en las zonas tradicionales de formación de tormentas tropicales y huracanes y este factor incide en el desarrollo de un mayor número de sistemas tropicales en el Atlántico.

Con El Niño, es todo lo contrario. La generación de sistemas tropicales es menor.

“Nuestras temporadas análogas presentaron un rango amplio de resultados, desde temporadas por debajo de lo normal hasta temporadas hiperactivas”, dijo Phil Klotzbach, científico investigador del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado y autor principal del informe.

“Esto resalta la gran incertidumbre que existe con este pronóstico. Hay muchas cosas que pueden cambiar entre abril y agosto, cuando la temporada realmente aumenta”, enfatizó.

La NOAA emitirá su pronóstico el próximo 25 de mayo.