Tejidos y artesanías para que los guaraníes bolivianos sean 'iyambae', libres y sin dueños
Monteagudo (Bolivia), 24 ago (EFE).- El tejido con hojas de palma, las artesanías textiles y el aprovechamiento de la madera de árboles caídos en el bosque chaqueño en Bolivia son algunas alternativas económicas para las comunidades guaraníes que recién desde hace unas décadas son 'iyambae', libres de los hacendados.
"Nosotros hemos venido de un patrón (...), no hemos tenido nada de derechos antes", recordó en declaraciones a EFE Mario Rivera, un artesano de la comunidad guaraní de Cañadillas, en el municipio de Monteagudo situado en la región sureña de Chuquisaca.
La vida de los guaraníes bolivianos no ha sido sencilla, pues les despojaron de sus territorios y vivieron sometidos a los "patrones" hacendados desde la colonia hasta principios del siglo XXI.
Poco a poco se liberaron del "empatronamiento" y se comenzaron a formar las comunidades sobre todo en la zona del Chaco boliviano, que comprende territorios en las regiones de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija.
"Cuando ya llegamos a nuestra propia tierra, recién conocimos nuestros derechos (...), dar el uso a la tierra, también dando cuidado a los recursos naturales y la gestión de los bosques, al agua, los recursos hídricos y todo lo que es flora y fauna", sostuvo Rivera.
Tras décadas de vivir en condiciones casi similares a la esclavitud, los guaraníes tienen ahora distintos emprendimientos para seguir siendo 'iyambae', es decir, libres y sin dueños.
Una de las iniciativas es la elaboración de muebles, utensilios y artesanías hechos con madera de árboles que caen por los ventarrones o porque sus raíces se secaron.
"Nosotros damos uso para que no se desperdicie la madera. A veces dejamos ahí y se pudre y por eso le damos uso a esta madera para que no falte el pan de cada día en nuestra casa", sostuvo Abelardo Yare, que tiene ese oficio desde hace 15 años.
En las manos de los artesanos, los troncos de maderas como el cedro se transforman en sillas, mesas, cucharas o llaveros con formas de animales.
Celso Segundo, un 'mburuvicha' o autoridad de la comunidad de Tentami, en el municipio chuquisaqueño de Macharetí, comentó a EFE que aprendió el oficio de su padre, don Ceferino.
"Nosotros siempre estamos trabajando en la comunidad para la reactivación económica familiar (...) No talamos árboles", aseguró.
Las tejedoras
En Tentami, una veintena de mujeres optó por rescatar sus conocimientos ancestrales para tejer textiles con identidad guaraní, explicó a EFE Santa Carvajal, otra 'mburuvicha' y presidenta de la Organización de Mujeres del Pueblo Guaraní de esa comunidad.
"Nuestro objetivo es mejorar nuestras artesanías, nuestros tejidos, que el ingreso mejore nuestra economía familiar y hacer una microempresa", señaló.
Las mujeres usan una estructura de madera como soporte para entrelazar los hilos y crear bocos, una especie de morrales tradicionales guaraníes, mochilas, bolsos, textiles para monturas de caballo y billeteras.
Al margen del tejido, también producen miel y algunos derivados como champú o jaboncillo, y chicha de maíz, todo ecológico, destacó Carvajal.
En el municipio Villa Vaca Guzmán está la comunidad de Karatindi, donde las mujeres también tejen artesanías, pero con hojas de palma de la especie karandai que se encuentra en el bosque chaqueño.
Las guaraníes de Karatindi combinan sus labores de casa con el tejido de cestas de distintos tamaños y formas, joyeros y adornos, entre otros.
"Lo que hacemos es una iniciativa ancestral", dijo a EFE Cleofe Lozano, una 'mburuvicha' de la comunidad.
Estas iniciativas reciben apoyo del proyecto 'Fortalecimiento de la Gestión Integral y Sostenible de la Biodiversidad y los Bosques por parte de los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales en Ecosistemas Frágiles de los Bosques Secos del Chaco boliviano'.
El proyecto, con el nombre abreviado GEF Chaco porque es financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, en inglés), es ejecutado por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Entre la ayuda está la dotación de herramientas a los artesanos y un plan para apoyar en la siembra de algodón a las mujeres de Tentami para que tengan materia prima propia.
Carvajal destacó ese apoyo para que las comunidades tengan "independencia económica" y puedan "seguir avanzando más".
Gina Baldivieso
(c) Agencia EFE