Tejen su legado y fe en corona de espinas

Isidro Corro

CIUDAD DE MÉXICO, abril 6 (EL UNIVERSAL). - "¡Me encanta hacer algo que mi papá me enseñó y es una manera de darle un homenaje y recordarlo cada año con su pasión que era hacer la corona", dijo Marco Antonio Reyes Agonizante.

El hombre de 47 años es originario del Barrio San José, en Iztapalapa, y tras la muerte de su padre, en 2013, ahora es el encargado de hacer la corona de espinas para que David Uriel González Martínez, quien interpreta a Jesús este año en la Pasión de Cristo en Iztapalapa, la use antes de empezar su juicio y crucifixión este Viernes Santo.

"Tenemos una gran responsabilidad con la representación y más con el pueblo de Iztapalapa, que es la elaboración de la corona. Es totalmente gratis, no se cobra la mano de obra, absolutamente nada, es un honor hacerla", comentó.

El UNIVERSAL entró al pequeño taller en el Barrio San José, uno de los ocho que integran el centro de la alcaldía Iztapalapa, donde comenzó la escenificación del Viacrucis con el Domingo de Ramos.

"Se siente bonito que algo que tú elaboras con las manos, se puede decir que es artesanal, lo porte una persona, y ahorita que es Patrimonio Intangible de la República Mexicana es mucho más bonito sentir que algo que te enseñaron a elaborar tus padres ahora tú tienes la oportunidad de hacerlo y que lo luzcan ese día" señaló.

Para elaborar la corona de espinas, Marco Antonio, su hermano y un sobrino viajan hacia el estado de Morelos, donde recolectan un arbusto repleto de espinas llamado huizache.

"Este año fuimos a Totolapa, por Cuautla, desde que vamos a traer la vara se corta, vamos un día completo", dijo.

En esta ocasión, Marco Antonio Reyes se llevó en sus dedos más de 20 pinchazos y se tardó cerca de una semana en la elaboración de la corona que se usará en la representación de la 180 Pasión de Jesucristo en Iztapalapa. "Sí es difícil por los pinchazos de la espina, puesto que todo es a mano limpia, nos llegamos a picar, a lastimar con las puntas de la espina, pero vale el sacrificio", explicó.

Señaló que es un proceso un poco tardado la elaboración de la corona, sobre todo las vueltas de la rama porque a veces se llega a romper y hay que empezar de nuevo.

"Se deja secar dos días y se le cae una pequeña hojita que tiene, se limpia y se mete en agua dos días, al quinto día se saca del agua. Ya con la medida de la peluca del muchacho se empieza a elaborar como tal la corona, y en cuatro horas está terminada".

Marco Antonio dijo que su papá siempre les dijo que mientras Dios le prestara vida, él siempre iba a hacer la corona.

Ahora él, su hermano y su sobrino aseguran lo mismo: que hasta que Dios les preste vida, y con el permiso del comité organizador, van a seguir haciendo la corona de espinas que llevará en la cabeza Daniel, quien personifica a Jesús el Viernes Santo en la demarcación capitalina.

Este Jueves Santo se escenificarán los pasajes bíblicos como el lavatorio de pies, la última cena, la traición de Judas, mientras que el Viernes Santo, el Viacrucis que culmina en el Cerro de la Estrella.