‘Tebas Land’, la comunión del escritor y el parricida

Un escritor de teatro pide permiso en una cárcel para entrevistar a un prisionero condenado por matar a su propio padre. Lo autorizan y se ven en la cancha de baloncesto de la penitenciaría. El prisionero sospecha del escritor porque pudiera tratarse de alguien que simplemente viene a usarlo para largarse después con el botín de su vida. Entonces comienza una relación.

“Tebas Land”, la obra del escritor uruguayo radicado en Francia Sergio Blanco, subirá a escena por primera vez en Miami del 16 al 19 de marzo en el Black Box Theater del Miami Dade County Auditorium, en una producción de Arca Images con las actuaciones de Ariel Texidó y Daniel Romero. Las funciones serán en español con traducción simultánea de audio al inglés.

Cartel de la obra realizado por Pilar Fernández Melo.
Cartel de la obra realizado por Pilar Fernández Melo.

De la puesta en escena se ha encargado el teatrista cubano Carlos Celdrán, que en mayo del año pasado dirigió en la misma sala el montaje de “Abismo”, de Abel González Melo. El autor de “Tebas Land”, Sergio Blanco, es hoy por hoy uno de los dramaturgos latinoamericanos más reconocidos mundialmente por obras como la que ahora se estrena en Miami y por “La ira de Narciso”, “Tráfico”, “Cuando pases sobre mi tumba” y “El salto de Darwin”.

¿A qué se debe la elección de “Tebas Land” para trabajar de nuevo con Arca Images en el Miami Dade County Auditorium?, le pregunto a Celdrán.

“Es que soy amigo del autor desde hace muchos años”, responde. “Desde que leí sus primeros textos hemos tenido una relación muy cercana. Siempre estuvo la idea de que yo dirigiera algo de él, y por distintas circunstancias fui aplazando y no se dio la oportunidad hasta ahora”.

Aplazaba una y otra vez, cuenta Celdrán, ocupado en sus propios proyectos. Pero lo que sí tenía claro desde el principio es que, cuando pudiera hacerlo, ese texto iba a ser “Tebas Land”, al que considera el trabajo más importante de Blanco y un punto de giro en su dramaturgia.

“Nunca vi representada ‘Tebas Land’; la leí, y me enamoré de esa obra desde el primer momento”, confiesa el director. “Me gusta la inteligencia compositiva, la forma como él estructura todo el material jugando con la autoficción, que le permite presentarse a sí mismo dentro de la historia, y cómo eso genera una reflexión sobre el propio teatro”.

La puesta en escena de “Tebas Land” está a cargo del teatrista Carlos Celdrán, que el año pasado dirigió también para Arca Images la obra “Abismo”, de Abel González Melo.
La puesta en escena de “Tebas Land” está a cargo del teatrista Carlos Celdrán, que el año pasado dirigió también para Arca Images la obra “Abismo”, de Abel González Melo.

El concepto de autoficción no es nuevo: viene de la literatura, acuñado en 1977 por el novelista y crítico literario francés Julien Serge Doubrovsky para calificar su novela “Fils” (Hijos). Aunque intenta denominar la ambigüedad de las fuentes del relato –en qué medida los episodios ficticios se alimentan de experiencias autobiográficas–, el recurso se remonta seguramente a las primeras expresiones de la literatura, del teatro y de las artes visuales.

De hecho, Sergio Blanco se atrevió a rastrearlo en su libro “Autoficción, ingeniería del yo” (Punto de Vista Editores, Madrid, 2018), donde dice que es un “dispositivo bélico contra uno mismo”.

Según Doubrovsky, la autoficción es “una ficción de acontecimientos y de hechos estrictamente reales”. Tendría un precedente muy célebre en aquella frase atribuida a Flaubert, “Madame Bovary soy yo”, pero ya se sabe que hay serios argumentos poniendo en duda que Flaubert la haya dicho.

“Blanco la pone como antecedente en su libro, y también a Rimbaud cuando dice ‘Yo es otro’, que sería la clave de todo”, apunta Celdrán.

En “Tebas Land”, el autor “está hablando todo el tiempo de sí mismo, del teatro; muestra todas esas herramientas y crea una estructura muy interesante donde, además de contar una historia, presenta varios niveles de la realidad: está el teatro, está la propia visión del Sergio Blanco que se presenta en escena; está el relato del parricida”, indica el director. “Es una obra poliédrica, se cuenta desde muchos ángulos, y eso me encanta”.

Celdrán cree que ese juego estructural es lo que más ha llamado la atención de “Tebas Land” en todo el mundo, y que por eso acumula ya más de 30 montajes en varios idiomas desde Montevideo, Buenos Aires, Río de Janeiro, Ciudad de México y Barcelona hasta Londres, París y Tokio.

“Lo importante no es solo la historia de un director de teatro que está interrogando a un parricida”, comenta; “ahí está el tema central, pero lo importante también es cómo se representa todo eso, atravesado por la autoficción”.

El autor de “Tebas Land” es el dramaturgo uruguayo radicado en Francia, Sergio Blanco.  
El autor de “Tebas Land” es el dramaturgo uruguayo radicado en Francia, Sergio Blanco.

Según el director, lo que ha hecho Sergio Blanco con la autoficción es usarla a sabiendas de que antes se hacía de un modo espontáneo. Deja clara la diferencia con la autobiografía, en la cual se supone que estás diciendo la verdad sobre ti mismo.

“La autoficción parte de la ficción, es una ficción donde yo me invento un yo” para darle fuerza a la historia, refiere Celdrán. Entonces, lo simplifican todo, le digo, basta presentarla como una total libertad para mezclar acontecimientos reales e inventados.

“Esa es la clave de la poética de Sergio Blanco”, responde. “El te presenta una historia y tú sabes que la mitad es mentira. Se basa en unos cuantos hechos reales que él hilvana; con eso crea una gran confusión, una gran perturbación alrededor de algo, y tú te quedas preguntándote si es cierto; dónde está la frontera entre la verdad y la ficción”.

Últimamente Blanco se ha dedicado a ofrecer conferencias teatrales que son de hecho espectáculos, en los cuales habla de la violencia, del amor, o de la muerte; son conferencias-performances-teatro, “algo muy raro”, dice Celdrán.

“Ya no es una conferencia, pero tampoco es un monólogo: es una cosa híbrida, donde él aparece en escena en medio de una gran producción y de un trabajo audiovisual tremendo para hablar, por ejemplo, de la muerte a través de la historia”, cuenta el director. “Entonces empieza a ponerte obras de arte, las explica y mezcla esas explicaciones con experiencias personales muy íntimas, a veces eróticas. Te habla de la relación de su cuerpo con la muerte y tú te preguntas: ¿será él de verdad, o lo está inventando todo?”

Al final es un juego teatral, y eso precisamente es lo que tiene “Tebas Land”, que fue donde nació esta aventura, asegura Celdrán.

“El personaje de S, que es él, va a una cárcel y pide permiso para visitar a un prisionero porque quiere hacer un espectáculo sobre el tema del parricidio, pero quiere usar a un preso real que haya matado a su padre”, relata el director. “Lo invitan a entrevistarse con el prisionero y, poco a poco, descubres que lo que pasa realmente es que él está ensayando y está escribiendo lo que estamos viendo”.

Daniel Romero (izq) y Ariel Texidó en otro momento de los ensayos de “Tebas Land”.  
Daniel Romero (izq) y Ariel Texidó en otro momento de los ensayos de “Tebas Land”.

Ensaya con un actor que es el mismo que luego interpreta al parricida en los interrogatorios de la cárcel, y el espectador advierte que, a partir de lo que el muchacho le cuenta, él está escribiendo una ficción y que la obra se va creando ante sus ojos, explica Celdrán.

“Estás frente al asesino y, a la vez, te vas dando cuenta lentamente de que ese es también el actor”, dice. “Tiene los interrogatorios con el parricida; de inmediato comenta con el actor lo que vio, y empieza a aportar a la escena detalles que puedan hacerla más interesante. Vuelve a presentarle otra escena, y entonces adviertes que es una elaboración del encuentro real que nunca vas a ver”.

Por ahí, anticipa Celdrán, van apareciendo “Edipo Rey”, el personaje epiléptico de Dostoievski en “Los hermanos Karamazov”; la conflictiva relación de Mozart con su padre y las conexiones con Freud.

“Para mí, lo interesante de esta obra es que hace un estudio sobre las relaciones, sobre la manera de construir una relación viva, y de cómo a través del diálogo y del interés por el otro se puede llegar a entablar una relación intensa entre personas opuestas, en este caso un intelectual y un marginal”, comenta. “Cómo, por el interés y por la empatía, se logra que el espectador viva el viaje de la amistad que surge entre personas de mundos tan disímiles; la necesidad de entender al otro, de buscarlo y de acercarse a él”.

Hay un juego que recuerda a Truman Capote cuando hizo la investigación sobre los asesinatos de “In Cold Blood” (A sangre fría), revela el director. Sin embargo, asegura, “Tebas Land” es el anti “A sangre fría”, el anti-Truman Capote.

“No se menciona en ningún momento, pero eso está flotando en la obra”, advierte. “El muchacho se llena de dudas y lo que piensa del escritor es: ‘Tú vienes aquí para que yo te cuente lo que no le he contado a nadie; vienes a saquear mi historia para hacer tu libro’, porque se trataba de un crimen muy reportado por la prensa. Poco a poco se da cuenta de que el hombre se interesa en él genuinamente y de que puede llegar a ser su amigo. Es un viaje hacia el entendimiento y la confianza y, en medio de todo eso, sobre el papel que juega el arte”.

Estreno en Miami de la obra “Tebas Land”, del dramaturgo Sergio Blanco, con las actuaciones de Ariel Texidó y Daniel Romero. Funciones en español con traducción simultánea al inglés. Jueves 16, viernes 17 y sábado 18 de marzo a las 8:30 p.m., y domingo 19 de marzo a las 5:00 p.m. en el Black Box Theater del Miami Dade County Auditorium, 2901 W. Flagler St. Entradas: $30; $25 para seniors y estudiantes. www.arcaimages.org o en la taquilla del teatro.

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