Taylor Swift se presenta en Singapur de forma exclusiva. Los vecinos de la región lo resienten

El país pagó un acuerdo de exclusividad para que la estrella no se presente en ningún otro lugar del Sudeste Asiático. La decisión generó tensiones con Tailandia y Filipinas.

Taylor Swift ha llegado al Sudeste Asiático, o al menos a una pequeña parte de esa zona geográfica: sus seis conciertos, con todas las entradas agotadas, se celebran en Singapur, el país más rico de la región.

Muchos de sus seguidores de esta parte del mundo, donde viven más de 600 millones de personas, están decepcionados. Pero la etapa singapurense de la popular gira Eras de Swift, que empezó el pasado fin de semana y termina el sábado, es un golpe de poder blando y un impulso para la recuperación económica del país tras la pandemia.

Las presentaciones —y el precio no revelado que Singapur pagó por organizarlas— también han generado tensiones diplomáticas con dos de sus vecinos, Tailandia y Filipinas.

El mes pasado, el primer ministro tailandés, Srettha Thavisin, declaró públicamente que Singapur había pagado a Swift hasta 3 millones de dólares por concierto con la condición de que no actuara en ningún otro lugar del sudeste asiático. Un legislador filipino dijo después que eso no era “lo que hacen los buenos vecinos”.

Singapur respondió. Primero, su Ministro de Cultura dijo que el valor real del acuerdo de exclusividad —que no quiso especificar— no era “para nada tan alto”. Más tarde, el exsecretario permanente de la Cancillería del país calificó las críticas de “uvas agrias”. Y el martes, el primer ministro Lee Hsien Loong dijo a los periodistas que no consideraba el acuerdo como una acción diplomática “no amigable”.

Pero eso no sirvió de consuelo para los abatidos aficionados.

“A veces pienso: ¿Cuándo podré experimentar esto?”, dijo Sherin Nya Tamara, de 26 años, seguidora de Swift en Yakarta, Indonesia, a quien le gusta la cantante desde 2011, pero nunca la ha visto actuar en vivo. “Esperaba que hubiera fechas adicionales y que Yakarta estuviera incluida, pero no”.

En un momento en que los gobiernos del Sudeste Asiático se enfrentan a tensiones en torno al Mar de China Meridional y a las consecuencias de una brutal guerra en Birmania, entre otros graves problemas, la controversia sobre los espectáculos de Swift en Singapur es “algo refrescante”, dijo Susan Harris Rimmer, profesora de Derecho que ha estudiado el poder blando en la región.

“Es agradable verlos discutir sobre algo tan divertido, supongo, en vez de sobre cosas muy, muy difíciles”, añadió el profesor Harris Rimmer, que enseña en la Universidad Griffith de Australia. “Pero demuestra que hay tensión, celos y rivalidad”.

Los conciertos de Swift en Singapur, que siguen a los de Japón y Australia, habrían sido un gran acontecimiento de todos modos. Pero el mes pasado adquirieron tintes geopolíticos, cuando Srettha declaró en un foro empresarial que Singapur le pagó a la artista hasta 3 millones de dólares por concierto para garantizar que fueran las únicas paradas de su gira en el Sudeste Asiático.

Srettha dijo que había conocido los detalles del pago de Singapur a través del promotor del concierto, AEG Presents. Los representantes del promotor y de Swift no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios formuladas el martes.

Un acuerdo de exclusividad en torno a un concierto, una especie de convenio de no competencia conocido como “cláusula de radio”, es una práctica habitual en la industria musical, según Susan Abramovitch, responsable de la división de derecho del entretenimiento y el deporte del bufete internacional Gowling WLG.

“Dicho esto, esta exclusividad territorial se mide más bien en cientos de kilómetros desde una ciudad en vez de abarcar países vecinos enteros”, dijo y agregó que el alcance del acuerdo de Singapur era una especie de “ampliación a lo Taylor” de la norma del sector.

Esta ampliación no ha sido bien recibida fuera de Singapur.

A fines del mes pasado, un legislador filipino generó titulares al afirmar que había pedido al Ministerio de Asuntos Exteriores del país que discutiera la cláusula de exclusividad con el gobierno de Singapur, alegando que se había hecho a costa de los países vecinos.

El legislador, Joey Salceda, declaró esta semana que había planteado el tema tras darse cuenta de lo difícil y caro que sería para los filipinos, incluidos los miembros de su propio personal, asistir a los conciertos.

“Los principios básicos de la ASEAN son la solidaridad y el consenso”, declaró en una entrevista, refiriéndose a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. “¿Qué ha ocurrido? Incluso utilizaron su junta de turismo para bloquear a otras naciones”.

El martes, cuando le preguntaron por el valor de la subvención, el gobierno de Singapur no abordó directamente el tema. Pero la Oficina de Turismo y el Ministerio de Cultura afirmaron en un comunicado conjunto que los conciertos de Swift, para los que se habían vendido más de 300.000 entradas, probablemente “generarían importantes beneficios” para la economía nacional.

En una conferencia de la ASEAN celebrada en Australia, el martes, también le preguntaron al primer ministro Lee por el acuerdo. Afirmó que se había financiado mediante un esfuerzo de recuperación del turismo tras la covid y que no consideraba que la cláusula de exclusividad fuera una acción “no amigable” con otros países.

“Si no hubiéramos llegado a ese acuerdo, ¿habría venido la cantante a otro lugar del Sudeste Asiático o a más lugares del Sudeste Asiático?”, dijo, hablando en Melbourne. “Puede que sí, puede que no”.

The Wall Street Journal, The Diplomat y otros medios de comunicación ya se hicieron eco de la reacción de la región ante el trato.

El profesor Harris Rimmer dijo que, al margen de los incentivos económicos, Singapur es un lugar lógico para que Swift actúe en el Sudeste Asiático, en parte porque es seguro para los seguidores y tiene excelentes conexiones de transporte con el resto de la región. Añadió que la mística glamurosa de Swift también encaja perfectamente con los esfuerzos de Singapur por promocionarse como la “gatita glamurosa de Asia”.

“A estas alturas no creo que ella necesite el dinero de Singapur”, añadió.

Algunos swifties han hecho las paces con el limitado itinerario de la cantante en su región. La mayoría.

José Bunachita, de 30 años, escritor en la ciudad filipina de Cebú, dijo que había visto a Swift en Japón el mes pasado y que su viaje de 11 días le había costado unos 1500 dólares. “Tuve la noche de mi vida cantando a todo pulmón”, dijo.

Y agregó que “también siento que habría sido una experiencia más divertida si la mayoría de los asistentes al concierto hubieran sido compañeros swifties filipinos”.

Sui-Lee Wee colaboró con reportería.


Mike Ives
es reportero del Times en Seúl. Cubre noticias de última hora en todo el mundo. Más de Mike Ives


Muktita Suhartono
informa sobre Tailandia e Indonesia. Reside en Bangkok. Más de Muktita Suhartono

Sui-Lee Wee colaboró con reportería.

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