Surfside estudia medidas contra los indigentes, incluida la prohibición de usar jabón en duchas públicas

Las autoridades de Surfside están estudiando nuevas ordenanzas en un aparente intento de imponer medidas enérgicas contra los indigentes en la pequeña localidad costera, que incluye prohibiciones de mendigar “agresivamente”, pernoctar en lugares públicos y usar jabón o champú en las duchas públicas.

Los cinco miembros de la Comisión municipal votaron unánimemente el martes para que el abogado de la ciudad redacte una ordenanza que siga las directrices del alcalde Shlomo Danzinger, quien emitió un memorando en el que esbozaba una serie de cambios propuestos para garantizar un “entorno seguro, ordenado e higiénico en los lugares públicos y peatonales”.

Las propuestas de Danzinger aún no son ley, y no está claro cómo se castigaría a los infractores. Una vez redactada la ordenanza, los comisionados tendrían que aprobarla en dos reuniones distintas.

Pero las ideas ya llamaron la atención de algunos habitantes y activistas que afirman que las medidas irían dirigidas contra los indigentes por el simple hecho de intentar sobrevivir.

“Es erróneo y contraproducente”, afirmó en la reunión del martes Stephen Schnably, profesor de Derecho de la Universidad de Miami y abogado colaborador de la ACLU. “La falta de vivienda no es una elección”.

Ron Book, un cabildero que preside el Miami-Dade County Homeless Trust, dijo al Miami Herald que estaba desconcertado. La propuesta de prohibir el uso de jabón y champú en las duchas frente a la playa, dijo, es “una de las propuestas más absurdas que he escuchado en un esfuerzo por poner de alguna manera distancia entre los desamparados y otros en nuestra comunidad”.

Lista de posibles actividades prohibidas

El memorando del alcalde contempla la prohibición de cinco tipos de actividades: obstruir aceras y calles, dormir o acampar en la playa u otra propiedad pública, ducharse con sustancias químicas o lavar la ropa en los extremos de las calles que terminan en la playa, mendigar de forma agresiva u obstructiva y otras “conductas desordenadas”, y orinar o defecar en propiedad pública.

Schnably, que trabajó en el histórico caso Pottinger que pretendía impedir que la Policía de Miami acosara a los indigentes, afirmó que las propuestas de Surfside pudieran castigar a las personas sin hogar por “conductas básicas para la vida”. La falta de viviendas asequibles y de suficientes camas de refugio deja a la gente en la calle de forma involuntaria, dijo, mientras que la falta de baños públicos puede obligar a los indigentes a hacer sus necesidades en público.

“Para la mayoría de las personas que viven en la calle, no se trata de una elección irracional”, afirmó Schnably.

Gerardo Vildostegui, vecino de Surfside y ex profesor de Derecho Constitucional, dijo que el memorando de Danzinger parece “dirigirse a una clase particular de personas”, abriendo potencialmente la ciudad a una demanda.

Danzinger señaló que su memorando no contiene la palabra “indigente”.

“No está dirigido a un grupo demográfico específico o a los indigentes en absoluto”, dijo. “Estamos apuntando a las personas que no cumplen las normas leyes”.

Añadió que la ciudad ha recibido informes de personas orinando, defecando y masturbándose en público y no tiene “ninguna ley para impedir eso”.

Se pide cuidado con la redacción

La exposición indecente ya es ilegal según la legislación de la Florida, pero los municipios pueden promulgar leyes más específicas que pueden conllevar multas aparte o la posibilidad de arresto. El código municipal de Surfside también prohíbe que la gente se congregue para bloquear las aceras, pero no aborda específicamente cuestiones como la mendicidad o dormir en público.

“Tenemos derecho a proteger a nuestros habitantes”, declaró Danzinger.

Los otros cuatro funcionarios electos de la ciudad parecieron estar de acuerdo con el planteamiento del alcalde, aunque aconsejaron al abogado de la ciudad que redactara la ordenanza con cuidado para evitar problemas legales. La comisionada Nelly Velásquez expresó su preocupación por la propuesta de prohibir el jabón y el champú en las duchas en la playa, pero dijo que las medidas en general “protegerían a los habitantes vulnerables, los niños y las personas mayores”.

Algunos vecinos hablaron en apoyo de los esfuerzos, diciendo que se han sentido intimidados por personas sin hogar en la ciudad o han visto a personas hacer sus necesidades en la calle.

“Aquí no me han hecho nada personalmente, pero es cuestión de tiempo que me lo hagan”, dijo un habitante a la comisión municipal.

Opiniones encontradas de los comercios

A lo largo del corredor comercial de Surfside en Harding Avenue, los propietarios de negocios dijeron que a menudo ven a las mismas pocas personas sin hogar en la zona. David Benrey, propietario de Street Kitchen, dijo que suele ofrecerles comida siempre que no molesten a sus clientes.

“Para mí no es un gran problema”, afirmó.

En el cercano Mendel’s Backyard BBQ, la gerente Melina Sosa dijo que una mujer defecó fuera del restaurante a finales del año pasado, y que ella ha llamado a la Policía en otras dos ocasiones cuando la gente estaba molestando a los clientes. Sosa afirma que los agentes le dijeron que tenían pocos recursos, aparte de decir a la gente que se fuera.

“Queremos ayudar, pero al mismo tiempo, no sabes si van a volver o con qué frecuencia”, dijo. “Yo diría que pudiera ser mucho mejor”.

Otras ciudades de Miami-Dade han lidiado con la forma de abordar a la población sin hogar, incluyendo Miami, que ha enfrentado críticas por la prohibición de campamentos de personas sin hogar y la distribución de alimentos no permitida. Pero Book dijo que las propuestas de Surfside “criminalizaría la falta de vivienda de una manera que ninguna otra comunidad en el sur de la Florida se ha involucrado tan regresivamente en tratar de hacerlo.”

Book, presidente del Homeless Trust, dijo que le hubiera gustado que Danzinger se hubiera puesto en contacto con él para discutir el asunto antes de seguir adelante. Y dijo que era frustrante ver a Surfside, en particular, considerar un enfoque tan punitivo, dado que es una de las pocas ciudades en Miami-Dade que no impone un impuesto de 1% a los alimentos y las bebidas para ayudar a financiar el Homeless Trust.

“Esto es un ‘que te jodan’”, dijo Book.

Danzinger no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre las declaraciones de Book.

Tampoco se pudo contactar con él para que comentara los motivos concretos de sus propuestas, o si tiene intención de que las prohibiciones conlleven sanciones penales.

Jefe de Policía: ‘No echamos a la gente de la ciudad’

El jefe interino de la Policía de Surfside, John Healy, declaró que los agentes de la ciudad suelen tratar de actuar con discreción antes de efectuar detenciones y ofrecen apoyo a los indigentes.

Cuando los agentes vieron a un vagabundo tirado en una acera cerca de la playa a principios de esta semana, dijo, le pidieron que se apartara de la vía pública y l dejaron seguir su camino.

“En Surfside no echamos a la gente de la ciudad”, dijo Healy. “No hacemos nada parecido”.

Las leyes municipales que afectan desproporcionadamente a los desamparados, como la prohibición de dormir o acampar en público, se han vuelto más comunes en todo el país, según un informe de 2019 del National Homelessness Law Center. Algunos esfuerzos de las ciudades para prohibir el mendigar, mientras tanto, han sido anulados por los tribunales en los últimos años por motivos de la Primera Enmienda, incluso en el downtown de Miami y Fort Lauderdale.

El informe sostiene que aunque las leyes locales pueden retirar temporalmente a las personas sin hogar de la calle en una comunidad determinada, no mejoran la seguridad pública ni reducen el número de desamparados, y pueden agravar el problema al imponer multas y detenciones que dificultan la búsqueda de vivienda o empleo.

“Las ciudades dicen: ‘Bien, lo convertiremos en un problema de otros’”, dijo Schnably, profesor de la Universidad de Miami. “Cualquier pretensión de que se consiga otra cosa no tiene sentido”.