El gran negocio de los coleccionistas en los Juegos Olímpicos de París 2024

El gran negocio de los coleccionistas en los Juegos Olímpicos de París 2024

"Llevo 40 años comerciando con insignias y medallas", explica Robert Prat, de Mónaco, a 'Euronews Culture'. Este coleccionista de 87 años tiene "una colección de unos 5.000 pins olímpicos de todo el mundo". El ex entrenador de esgrima planea dividir su tiempo entre ver acontecimientos deportivos y reunirse con otros coleccionistas.

Sin embargo, gestionar semejante tesoro no es tarea fácil, ya que requiere organización y espacio. "Guardo todos mis objetos de colección en cajas de zapatos apiladas por toda la casa. A mi mujer le gustaba comprar zapatos, así que fue un buen compromiso", dice riendo.

Robert Prat intercambia sus insignias en la sede oficial de los coleccionistas, el Parque de las Naciones de París.
Robert Prat intercambia sus insignias en la sede oficial de los coleccionistas, el Parque de las Naciones de París. - Estelle Nilsson-Julien/ 'Euronews'

Desplazándose por su tableta, Prat muestra orgulloso sus alfileres meticulosamente organizados, alineados en cajas de zapatos rojas: "Sólo llevo al intercambio las piezas que tengo como dobles. Mis objetos más importantes se quedan en casa, para mí se trata de conocer gente afín y admirar sus colecciones", añade.

París acoge el primer espacio oficial para coleccionistas

Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, los coleccionistas tienen su propio espacio de intercambio, situado en la zona de aficionados del Parque de las Naciones, al norte de París. Aquí, coleccionistas de todo el mundo pueden unirse en torno a una pasión compartida.

"Los sellos solían ser el objeto de coleccionismo más popular, pero ahora lo son más los pins. Sin embargo, una colección puede tener cualquier cosa, siempre que esté relacionada con los Juegos Olímpicos", afirma Stéphane Hattot, Presidente de la Asociación Francesa de Coleccionistas Olímpicos y Deportivos (AFCOS).

La reserva personal de Hattot es bastante más pesada que una bolsa de alfileres: para transportarla tuvo incluso que acoplarle un remolque. "Estoy loco por la halterofilia, he traído algunas pesas olímpicas para exponerlas aquí. Algunas no sólo pesan más de 100 kg, sino que tienen más de 100 años".

Los recuerdos olímpicos empezaron en 1896

La gimnasta estadounidense Simone Biles atrajo la atención de sus seguidores cuando trajo una serie de pins olímpicos dorados con su nombre para comerciar en la capital francesa. Pero este frenesí por los recuerdos olímpicos dista mucho de ser nuevo: se dice que los atletas llevaban insignias de cartón -similares a los pins actuales- durante los primeros Juegos Olímpicos modernos, celebrados en Atenas en 1896.

"Los objetos que se crearon para los Juegos Olímpicos de 1896 son muy diferentes de los que se están fabricando para París 2024. Eso es parte de lo interesante, construimos nuestras colecciones para contar una historia", afirma Catherine Salaün, vicepresidenta de la Asociación Francesa de Coleccionistas de Olimpiadas y Deportes.

La "superfan olímpica" Catherine Salaün intercambia sus pins en la sede del Parque de las Naciones
La "superfan olímpica" Catherine Salaün intercambia sus pins en la sede del Parque de las Naciones - Estelle Nilsson-Julien/Euronews

Salaün se define a sí misma como "una superfan de los Juegos Olímpicos", a los que ha asistido 14 veces, incluidas las ediciones de invierno y verano. "París es la número 15", dice con una sonrisa radiante.

Una forma de subvencionar las entradas olímpicas

El coste de asistir a los Juegos Olímpicos puede ascender rápidamente a miles de euros. Por eso, para muchos coleccionistas, el intercambio puede ser una forma de ganar algo de dinero para costearse el viaje.

"Llevo pins por los que no he pagado mucho dinero. Si los vendo o intercambio, puedo reducir el coste de mi viaje", explica Scott Reid, un coleccionista olímpico del estado de Georgia, en Estados Unidos. Tiene una habitación entera dedicada a su colección en el sótano de su casa.

Muchos coleccionistas se ponen muchos sombreros para exhibir sus pins.
Muchos coleccionistas se ponen muchos sombreros para exhibir sus pins. - Estelle Nilsson-Julien/Euronews

Para quienes no pueden acudir a la sede oficial, el intercambio puede darse en cualquier lugar y en todas partes, asegura Reid. "Si ves a alguien con una bolsa o un cordón con pins, significa que puedes acercarte y hablar con él, quizá intercambiar algo". Aunque pueda ganar algo de dinero, para Reed se trata sobre todo "de las interacciones y de conocer a gente de todo el mundo: ése es el espíritu olímpico".