Sunak fue nombrado primer ministro y prometió corregir los “errores” de Truss

25 October 2022, United Kingdom, London: Newly-appointed British Prime Minister Rishi Sunak delivers a statement outside 10 Downing Street, after meeting King Charles III and accepting his invitation to form a new government. Photo: Gareth Fuller/PA Wire/dpa
Primer discurso de Rishi Sunak frente a la puerta de Downing Street 10 - Créditos: @Gareth Fuller

PARÍS.- Rishi Sunak parece decidido a no andarse con rodeos. Apenas nombrado primer ministro del Reino Unido, prometió este martes públicamente reparar los “errores” cometidos por Liz Truss, su antecesora obligada a renunciar tras la tempestad financiera desatada por su programa económico.

Es cierto, el hombre que ayer se convirtió en el tercer jefe de gobierno británico del año, saludó el “noble objetivo” de Truss de reactivar el crecimiento. Pero lo hizo para insistir mejor en el nivel de su incompetencia y los daños ocasionados por su estadía de seis semanas en el 10 de Downing Street.

Por la mañana, Sunak había sido recibido en el palacio de Buckingham por el rey Carlos III, para el tradicional “besamanos”, gesto obligado de un vasallo frente a su monarca. El soberano, que le encargó formar gobierno, había recibido poco antes la renuncia de Truss. Dejando Downing Street, la ex primera ministra expresó sus deseos de éxito a su sucesor, “por el bien del país”. Truss intentó justificar su audacia -muy mal recibida por los mercados- citando a Séneca: “No es que no nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles. Es porque no nos atrevemos que son difíciles”. Boris Johnson no lo hubiera hecho mejor.

Un Johnson explícitamente presente durante la primera declaración pública de Sunak. El nuevo primer ministro rindió homenaje a aquel que se convirtió en su peor enemigo después del “putsch” del pasado verano boreal, saludó sus “increíbles realizaciones”, así como su “calidez y generosidad”. Inmediatamente después de ese signo de paz, Johnson felicitó al nuevo premier en ese “histórico día”, asegurándole su apoyo. No obstante, lo hizo con casi 24 horas de atraso en relación a los otros ex primeros ministros conservadores.

Al mismo tiempo que dio un mensaje de “esperanza”, el nuevo jefe de gobierno no prometió ningún jardín de rosas. Tal ejercicio no hubiera sido creíble en momentos en que el país se hunde en una grave crisis económica y social, con una inflación galopante que supera el 10%. El ex ministro de Finanzas advirtió, por el contrario, que se verá obligado a tomar “decisiones difíciles”, asegurando al mismo tiempo “no sentirse intimidado” por la envergadura de la tarea.

Sus prioridades serán restablecer “la estabilidad económica y la confianza”, intentar hacer olvidar los vagabundeos del Partido Conservador y restaurar la maltrecha credibilidad económica de los tories.

Pero Sunak deberá someterse a un difícil ejercicio de equilibrismo, demarcándose de la era Johnson sin renegar de ella. En el terreno de la gobernanza, el exministro de BoJo dejó entender que se comportará exactamente al revés que su extravagante exjefe. Prometió un gobierno “íntegro, profesional y responsable en todos los niveles”.

Por el contrario, Sunak se comprometió a respetar los compromisos del programa conservador de 2019, una forma de responder al proceso por falta de legitimidad que le hace la oposición laborista e incluso muchos de sus pares tories, después que accedió al poder sin programa ni votación de los adherentes del partido.

Jeremy Hunt continuará como responsable de las Finanzas británicas
Jeremy Hunt continuará como responsable de las Finanzas británicas

El Labour solicita a gritos elecciones anticipadas. Y según un sondeo Ipsos publicado anteayer, 62% de los electores británicos desean esos comicios. Sunak también se comprometió a ayudar con urgencia el servicio de Salud Pública (NHS), devolver la seguridad en las calles, remediar los múltiples problemas de las escuelas y el medioambiente. Retomará asimismo el proyecto de “Levelling Up”, esa puesta a nivel de las regiones marginalizadas de Inglaterra, que no parecía ser una prioridad para Liz Truss.

Sunak comenzó ayer mismo a formar su gabinete. Como era previsible, Jeremy Hunt -ministro de Finanzas nombrado in extremis por Truss en plena crisis, después de la renuncia de su amigo Kwasi Kwarteng- fue confirmado en el cargo. Inmediatamente después, Hunt anuló casi la totalidad de las reducciones fiscales anunciadas por la ex primera ministra. Dominic Raab recibió la cartera de Justicia y el cargo de vice-primer ministro, funciones que ocupaba con Boris Johnson, antes que Truss lo despidiera. Fue Raab quien ejerció la jefatura interina de gobierno cuando BoJo fue hospitalizado en terapia intensiva con Covid. Convencido Brexiter, Raab se ve así recompensado por el apoyo otorgado a Sunak desde hace meses y por haber intentado convencer a Johnson de no regresar.

El nuevo premier sorprendió, sin embargo, al hacer volver al ministerio del Interior a Suella Braverman, ubicada muy a la derecha del partido y considerablemente controvertida. Ella había renunciado hace una semana, precipitando el fin de Truss. Todos esperaban también que Penny Mordaunt -rival de Sunak en esta última competencia- regresara al ministerio de Relaciones Exteriores, pero quedará finalmente a cargo de las Relaciones con el Parlamento. Otros dos ministros recibieron confirmación de sus carteras: James Cleverly en Relaciones Exteriores y Ben Wallace en Defensa.

Para el flamante jefe de gobierno británico, la primera cita importante se producirá el lunes próximo con la publicación del plan presupuestario, que intentará tranquilizar a los mercados, demostrando que la deuda está bajo control. Asegurando actuar con “compasión”, en momentos en que millones de británicos padecen las consecuencias de la crisis energética y la inflación, Sunak no quiere “dejar que las futuras generaciones paguen una deuda que nosotros mismos somos demasiado débiles para pagar”, dijo ayer.

Su principal y más ardua tarea será, sin embargo, unir el Partido Conservador en torno de medidas que no todos comparten. Como lo dijo ayer en Twitter Jeremy Hunt después de su confirmación: “Va a ser difícil…”.