David Cameron hace inesperado regreso al gobierno británico como secretario de Exteriores

LONDRES (AP) — El ex primer ministro británico David Cameron hizo un inesperado regreso al gobierno el lunes al convertirse en secretario de Exteriores, parte de una gran reestructuración del gobierno conservador que también supuso la destitución de la divisiva secretaria del Interior Suella Braverman.

Cameron, que dirigió el gobierno entre 2010 y 2016, fue nombrado por el actual primer ministro Rishi Sunak en una reorganización del Gabinete en que despidió a Braverman, quien causó indignación al acusar a la policía de ser demasiado permisiva con manifestantes propalestinos.

La sustituía James Cleverly, que antes era secretario de Exteriores. Sunak realizó más cambios en el gobierno durante el día, y la secretaria de Medio Ambiente, Therese Coffey, anunció que dejará el cargo.

La audaz reestructuración representa un intento de Sunak de restablecer su tambaleante gobierno. Los conservadores han estado en el poder durante 13 años, pero las encuestas de opinión desde hace meses los sitúan entre 15 y 20 puntos detrás del opositor Partido Laborista en medio de una economía estancada, una inflación persistentemente alta, un sistema de salud sobrecargado y una ola de huelgas en el sector público.

El nombramiento de Cameron sorprendió a experimentados analistas políticos. Es inusual que una persona sin escaño parlamentario ocupe un puesto en el gobierno, y hacía décadas que un ex primer ministro no tenía un lugar en el gabinete.

El gobierno indicó que Cameron será nombrado para la cámara no electiva del Parlamento, la Cámara de los Lores. El último titular de Relaciones Exteriores que ocupó un escaño en la cámara alta en lugar de en la Cámara de los Comunes fue Peter Carrington, miembro del gobierno de la primera ministra Margaret Thatcher en la década de 1980.

Cameron, de 57 años, dijo que Gran Bretaña estaba “enfrentando una serie de desafíos internacionales de enormes proporciones, incluida la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente”.

“Si bien he estado fuera del frente político durante los últimos siete años, espero que mi experiencia —como líder conservador durante 11 años y primer ministro durante seis— me sirva para ayudar al primer ministro a enfrentar estos desafíos vitales”, indicó en un comunicado.

El legado de Cameron en política exterior es mixto. Como primer ministro respaldó la intervención militar encabezada por la OTAN en Libia en 2011, que derrocó a Muamar Gadhafi y profundizó el caos en ese país. En 2013, intentó sin éxito obtener el respaldo del Parlamento para los ataques aéreos del Reino Unido contra las fuerzas del presidente Bashar al-Assad en Siria. También anunció una “era dorada” de corta duración en las relaciones entre el Reino Unido y China, poco antes de que esa relación se deteriorara.

Y siempre será recordado como el autor involuntario del Brexit, una ruptura que sacudió la política, la economía y el lugar de Gran Bretaña en el mundo.

Cameron convocó el referendo sobre la membresía a la UE en 2016, confiando en que el país votaría a favor de permanecer en el bloque. Renunció al día siguiente de que los votantes se inclinaran por marcharse.

Sunak era un firme defensor del bando ganador a favor del Brexit. Pero es probable que su decisión de nombrar a Cameron y despedir a Braverman enfurezca al ala derecha del Partido Conservador y encienda las tensiones en el partido que Sunak ha tratado de calmar.

La marcha de Braverman no es una medida inesperada. Sunak estaba bajo una creciente presión para que despidiera a la secretaria, una persona divisiva y popular entre la rama autoritaria del Partido Conservador, que gobierna el país. Ocupaba uno de los puestos más importantes del gobierno, responsable de inmigración y seguridad.

En un ataque muy inusual a la policía, Braverman dijo la semana pasada que la policía de Londres estaba ignorando delitos de “turbas propalestinas”. Describió las manifestaciones que pedían un cese el fuego en Gaza como “marchas del odio”.

Manifestantes de ultraderecha chocaron el sábado con la policía y trataron de enfrentarse a una gran marcha propalestina de cientos de miles de personas que recorrió las calles de Londres. Los críticos acusaron a Braverman de contribuir a avivar las tensiones.

Braverman publicó la semana pasada un artículo para el Times of London en que dijo que la policía “tiene favoritos cuando se trata de protestas” y había sido más permisiva con manifestantes propalestinos y de Black Lives Matter que con manifestantes conservadores o hooligans de fútbol.

El artículo no fue aprobado con antelación por la oficina del primer ministro, como es habitual.

Braverman dijo el lunes que “servir como secretaria de Interior ha sido el mayor privilegio de mi vida” y que tendrá “más que decir a su debido tiempo”.