“Sueño realizado”: son jóvenes, viven en Chubut y gracias a una ingeniosa app para mostrar los sismos lunares llegarán a la NASA

La aplicación que diseñaron revela la actividad sísmica en la luna
La aplicación que diseñaron revela la actividad sísmica en la luna

COMODORO RIVADAVIA.- Hasta la luna y mas allá, podrían decir estos jóvenes argentinos cuya audacia los llevará a la NASA en junio próximo después de abrirse camino en una competencia que involucró a 5556 proyectos de todo el mundo. Son dos graduados de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, tocan por estas horas el “sistema solar” con las manos tras participar y ganar junto a un equipo el NASA International Space Apps Challenge, un hackatón global que usa datos abiertos para abordar desafíos en la Tierra y en el espacio.

Sol Maldonado Betanzo y Santiago Núñez –que ya forman parte del proyecto que construye a RoverTito, un robot autónomo de dos kilos que lleva seis motores y cámaras que le permitirán identificar el entorno para planificar qué camino debe tomar en la luna– viajarán en junio a los Estados Unidos para visitar la NASA y mostrar una aplicación web que revela la actividad sísmica en la luna.

En el NASA International Space Apps Challenge participaron 8715 equipos con el objetivo común de crear soluciones innovadoras. Maldonado Betanzo, una de las mentoras del proyecto y becaria de Pan American Energy, y Núñez trabajaron en el mapa interactivo de terremotos lunares (moonquakes), incorporando mapas detallados y una sección de colaboración para futuras misiones. Hasta integraron un chatbot de inteligencia artificial para responder a preguntas sobre la exploración lunar.

Todo, tras un arduo trabajo en el que pasaron diferentes etapas y en el que en el momento cúlmine del armado del proyecto, hasta se quedaron sin luz. Para una experiencia mas envolvente “adelantamos nuevas funcionalidades, como un simulador lunar y la posibilidad de utilizar realidad aumentada”, explicó Núñez a LA NACIÓN.

Santiago Núñez y Sol Maldonado Betanzo
Santiago Núñez y Sol Maldonado Betanzo - Créditos: @Gentileza

Proyectos

Los ingenieros trabajaron junto a otros jóvenes en el certamen que les permitirá presentar su aplicación en la administración espacial y a su vez seguir de cerca otro de los proyectos de los que son parte desde 2020: RoverTito, el primer rover lunar de América Latina. “Si bien se trata de dos proyectos diferentes, sin duda nuestra visita a la NASA será una oportunidad para también seguir este proyecto del que participamos un grupo de argentinos”, dijo Núñez.

El equipo Spacebee Technologies, tal como se identificaron en el último hackatón de la NASA, está integrado por jóvenes de diversas disciplinas que buscan desarrollar tecnología que asista a los humanos en las próximas misiones del espacio. Ganadores del desafío de diseñar el rover lunar en OpenSpace 2020/21, “aquella victoria nos permitió los medios para comenzar a desarrollar a Tito. Estamos convencidos de que estamos para hacer grandes contribuciones que nos permitirán llegar a Tito a la luna”, afirmaron los integrantes del equipo.

Pero ahora dieron un paso mas: con Maldonado Betanzo como mentora, el equipo integrado además por Tomás LIendro, Fabián Burgos, María Dolores Avalis, Juan Manuel Losarcos y Lautaro Mendieta, prepara las valijas para visitar durante cuatro días la NASA con su innovadora app.

Una reunión de trabajo terminó convirtiéndose en uno de los momentos más lindos de su vida y con festejo mundialista. “Competíamos con miles de personas de todo el mundo. Un día abrimos el mail y vimos que habíamos pasado todas las instancias. Cada una en sí misma para nosotros ya era un logro. Y estábamos contentos”, relató Núñez.

Un día llega un mail “y decimos: “che, ¿ganamos?”. Y sí. Es un orgullo, porque la realidad es que tampoco lo esperábamos. Fuimos pasando etapas y pensábamos que cada logro estaba bueno, habíamos llegado a la final, así que era genial, pero cuando estábamos en la reunión semanal de trabajo y uno de los chicos dijo ‘che, ¿leyeron el email? Parece que ganamos’, no lo podíamos creer, no entendíamos nada”.

Núñez confiesa que tuvo que leer varias veces el email de la NASA para tener certezas de que sí, habían ganado el certamen. Sin embargo, había un pequeño detalle: no podían difundirlo hasta diciembre, cuando la NASA anunciara los ganadores. El secreto quedó guardado bajo cuatro llaves hasta que finalmente, la semana pasada, se hizo pública la noticia: un equipo argentino, integrado por un comodorenses y con la mentoría de otra comodorense, ganó la hackatón International Space Apps Challenge.

RoverTito, el robot que diseñaron
RoverTito, el robot que diseñaron - Créditos: @Gentileza

La historia

Por estos días, los jóvenes están preparando todo para que el próximo 4 de junio estén en Estados Unidos. Ya saben que hay muchos trámites por hacer, pero también mucho dinero que juntar y así poder cumplir el viaje profesional de sus vidas; una aventura que los puede acercar un poco más a la luna de la mano de sus dos proyectos, el que acaban de ganar, y RoverTito.

La ingeniera electrónica Maldonado Betanzo se había enterado por su pareja que la NASA iba a realizar el “Open Space”, un certamen que busca inspirar a jóvenes en nuevos proyectos espaciales. Juntos decidieron participar y desarrollar un rover de menos de dos kilos que transite la superficie lunar. Para hacerlo conformaron un equipo, al cual se sumaron los comodorenses, Núñez, que por entonces estudiaba ingeniería electrónica y analista programador; la ingeniera civil Cecilia Laskowski y Nicolás Herrera, en ese momento, estudiante de la licenciatura en Biología.

El certamen requería desarrollar el rover, estudiar el ambiente lunar y lograr que llegue al espacio, y lo lograron. Finalmente, el equipo ganó el concurso y RoverTito podría llegar a la luna en 2024, aunque todavía resta terminar el modelo de ingeniería.

En ese trabajo estaba el equipo del año pasado, cuando a Maldonado Betanzo le llegó una propuesta para ser mentora en “International Space Apps Challenge”. La joven pensó en los integrantes del equipo de “open Space” tenían potencial para participar de este tipo de competencia.

“Pensé ‘esta es una oportunidad que los chicos tienen que aprovechar’, porque veía que tenían muchas chances, para mí tenían todo para desarrollar una aplicación y ganar. Entonces les mandé la propuesta, los convencimos y armaron un grupo de seis personas, que era los máximos que se podían presentar. Así empezó todo”, relató.

La aplicación

El equipo denominado SpaceBee se puso un objetivo claro: en una competencia de 48 horas tenían que desarrollar una aplicación relacionada a la luna. Así surgió la idea de desarrollar Ainoken, un mapa 3D de la luna en el que se muestran los lunamotos medidos con sensores dejados durante las misiones Apolo. Y donde cualquier persona puede subir proyectos o compartir información sobre el satélite para que sea un espacio de divulgación. En este sentido, RoverTito fue el primer proyecto que se subió a la plataforma.

Los chicos compitieron con miles de personas de todo el mundo, pero a diferencia de las competencias locales, donde los equipos competían y eran evaluados por un jurado en la ciudad, el equipo de Núñez, a través de la virtualidad, era evaluado directamente por la NASA compitiendo contra miles de personas.

Así, entre el 7 septiembre pasado, a las 9, comenzaron la maratónica tarea de desarrollar una aplicación que le guste a la NASA y realizar su presentación, incluyendo un video explicativo. Los jóvenes fueron superando cada una de las etapas, primero metiéndose entre el 10% de los nominados globales y luego entre los proyectos finalistas, y finalmente siendo seleccionados como uno de los 10 equipos ganadores entre 57.000 personas y 8715 equipos de todo el mundo.

Núñez reconoció que fueron dos días –el certamen se extendió hasta el 8 de septiembre– muy intensos, pero valió la pena. “Empezamos temprano el sábado, a full. Me acuerdo que el domingo se cortó la luz, dije ‘no, tengo que seguir’. Estuve con datos y batería y al rato volvió. Y hasta último momento estuvimos ultimando detalles del proyecto. Tomy estaba con el video y a las 23.55 fue el último cambio que hicimos en el código para algunos arreglos. Ahí entregamos, subimos y estaban subidos los trabajos de los otros competidores”. Núñez admite que tenía esperanza de ganar, pero lo veía como algo muy lejano. Por eso, cuando se enteraron que habían obtenido el premio a Mejor Tecnología la alegría fue doble.

Orgullo

“Fue algo muy lindo, porque es un orgullo. La realidad es que tampoco lo esperábamos, pero es algo muy importante, porque vamos a ir a NASA a presentar la aplicación que desarrollamos, pero también queremos ir a presentar nuestro otro proyecto, generar vínculos y contactos. Entonces para nosotros es muy importante ir para poder crecer y desarrollar el rover, porque para llevarlo a la luna necesitamos mucha más inversión, mucho más contacto y generar esos vínculos”, sostuvo.

Y agregó: “Es algo muy grande. Vamos a la NASA que es la institución más grande a nivel mundial. En Washington vamos a las oficinas generales y también al Space Center. Conocer eso es como algo que vemos muy lejano, es demasiado llegar ahí”.

Maldonado Betanzo, que hoy trabaja en el Invap, no se queda atrás. Está entusiasmada y lo demuestra. “Es el sueño de toda persona, un sueño realizado, ya estoy lista para ponerme mi remera que diga NASA. Es llegar al mundo donde se comenzó a realizar todo este tipo de desarrollo, pero creo que es el sueño de toda persona de esta área pero también de cualquier persona porque es una total locura ir a conocer la NASA. Por otro lado, tener la posibilidad de que los directivos de la NASA que te den su tiempo para escucharte es una enorme posibilidad, no solo para presentar el desarrollo de la aplicación, sino también el proyecto de fondo que es RoverTito, el primer rover lunar de América Latina”, sostuvo.

“Calculamos que por una semana allá necesitaremos 3500 dólares, aproximadamente. La idea es abaratar costos lo más posible, pero lo más caro son los pasajes. El cambio que tenemos nos mata, pero estamos viendo cómo poder financiarlos y buscando sponsor para poder llegar. Nos parece importante poder ir para poder seguir con nuestro proyecto del rover, hacer contactos, porque a todos nos sirve”, consideró Núñez.