El sueño que comenzó con una libra de pan: Sobao by Los Cidrines abre su primera planta fuera de Puerto Rico

La resiliencia de dos hermanos inmigrantes que en 1978 tuvieron la visión de montar una panadería “que no fuese como ninguna otra” ha llevado a la marca de Los Cidrines a convertirse en una de las favoritas tanto en Puerto Rico como en el extranjero.

Enfocados en brindar “un servicio de primera, en un ambiente acogedor y con productos de la mejor calidad” Manolo y Guillermo Cidre comenzaron a crear un imperio dentro de la industria de la panadería y repostería. Esto le dio vida al concepto de Los Cidrines, como se les llamaba cada vez que se juntaban y lo que hoy día se conoce como Sobao by Los Cidrines, en referencia al pan sobao que se ha convertido en insignia de la empresa.

Poco más de cuatro décadas de iniciar esa aventura, al igual que la levadura, la empresa sigue creciendo al punto de haber expandido desde Puerto Rico a Florida en 2013 y ahora celebran la apertura de una operación de manufactura en Lakeland, Florida para garantizar la frescura de sus productos y permitir el crecimiento a nivel nacional en los Estados Unidos continentales.

Sus productos se pueden encontrar en 18 estados de la costa este y sur de los Estados Unidos, con presencia en las cadenas en las tiendas Walmart, Kroger, Winn-Dixie, Sedanos Supermarkets, Bravo, Fiesta Supermarkets y aproximadamente 4,000 establecimientos minoristas en los EE. UU.

La apertura en el Estado del Sol se convierte en la primera planta de producción fuera de la isla donde opera una fábrica de manufactura en Arecibo, Puerto Rico.

Según destacaron, la instalación impulsará la producción de la compañía hasta en un 75 por ciento en los Estados Unidos continentales con miras de atender nuevos mercados en todo el país.

“Esto es casi como se dice un full circle experience” dijo emocionada Christine Sepúlveda, la directora de desarrollo empresarial de Sobao by Los Cidrines. Sepúlveda, sobrina del fundador, lleva casi una década laborando en la empresa familiar y confesó que el poder ver hasta dónde ha llegado la marca hoy en día es la respuesta a sus abuelos en Cuba quienes salieron en busca de mejores oportunidades para la familia y con miras de devolver a la comunidad un poco de “las bendiciones que recibieron tanto tiempo”.

“Mi abuelo Manolo era un empresario e innovador para su tiempo. Tenía varios negocios y llegó Fidel Castro y le quitó todo a mi familia”, recordó Sepúlveda. Así llegaron a Puerto Rico donde se establecieron y comenzaron con un pequeño restaurante. “Mientras mis tíos y mi tía que nació en Puerto Rico crecieron pudieron entender lo que era el trabajar con sacrificio, trabajar con pasión”.

Esa pasión la han trasladado en cada paso que han tomado y cada masa que han formado con sus propias manos. En Los Cidrines, cada semana se preparan cerca de 900,000 libras de pan, además de una línea completa de pasteles exclusivos. “Eso era lo que mis tíos querían, aprender de lo que hicieron sus padres, buscar un nicho y así encontraron las panaderías que en aquél momento era algo nuevo. La gente podía ir a encontrar productos buenos donde la gente podía ir con su familia, comprar su cafecito, leer su periódico etc. Ver dónde estamos hoy es un sueño hecho realidad”.

La panadería comercial en Lakeland cuenta con 44,000 pies cuadrados lo que les proveerá la oportunidad de, dentro de los próximos dos años, abastecer nuevos mercados a nivel nacional.

La nueva instalación creará inicialmente entre 25 y 35 empleos directos y representa una inversión de $8.1 millones.

Inicialmente producirá un estimado de 1,260 libras de pan por hora, lo que le permitirá a la empresa ingresar a nuevos mercados y ofrecer una variedad más amplia de productos.

“La nueva planta abastecerá a más minoristas en los Estados Unidos continentales, quienes a su vez pondrán nuestros productos a disposición de millones de familias todos los días”, dijo Sepúlveda. “Llevamos el dulce sabor del hogar a los puertorriqueños en la diáspora, mientras compartimos el delicioso pan y pastelería al estilo isleño con los amantes de la comida en todas partes. Estamos comprometidos a introducir nuestros productos horneados de alta calidad y clase mundial en todos los rincones de los Estados Unidos”, añadió.

Para Sepúlveda y la familia Cidre las oportunidades de crecimiento dentro de los Estados Unidos son infinitas y aseguran que “apenas estamos comenzando”.

“Me emociona muchísimo”, dijo con la voz entrecortada y conteniendo las lágrimas. “Han habido momentos tan difíciles, pero tan lindos. El yo poder entrar aquí a esta planta y tocar las paredes, hablar con los empleados y ver un sueño que yo en el carro a las 4 de la mañana, orando y pensando y soñando que algún día pudiéramos estar aquí. Yo verlo, tocarlo, todavía ni lo puedo expresar en palabras por la emoción que tengo”.

Una expansión como levadura de pan

Hasta ahora, los productos horneados se transportaban marítimamente desde Puerto Rico, pero con la producción directamente en EE.UU. continental, “vamos a poder asegurar una frescura única y mantener la calidad de nuestros productos mucho más elevada”, dijo Sepúlveda.

El producto estrella de Los Cidrines es su pan sobao, un pan suave, sutilmente dulce, con forma de baguette. El famoso quesito, un pastel de hojaldre de forma alargada y relleno de queso crema o de una combinación de queso crema y guayaba, es otro de los deliciosos manjares que distinguen la marca, explica la empresa.

Hablar de expansiones a Florida respondiendo al aumento de la comunidad hispana en general es algo que Sepúlveda dice ahora suena mucho más obvio y fácil de hacer. En aquél entonces, recuerda cómo su tía María Cidre, presidenta de Los Cidrines y hermana de sus cofundadores le hizo el acercamiento con “un sueño que a mucha gente le pareció crazy”.

María Cidre apostó al aumento de la diáspora puertorriqueña y decidió hacer la movida y no perder la oportunidad de “invertir en un recurso que nos ayude a enfocarnos en el desarrollo de la exportación de productos de Puerto Rico a Estados Unidos”.

Empezaron a enviar un contenedor “aquí y allá, teníamos uno que otro negocio, pero no al nivel de exportación. Para ese entonces yo trabajaba con el Make-a-Wish Foundation y mi tía me hizo el acercamiento, con la salvedad de que a lo mejor en dos semanas no tenía trabajo si no funcionaba. Confié en ella, en su visión y aquí estamos hoy, haciendo una expansión mucho más grande”.

Sepúlveda asegura que además de mantener a flote el negocio familiar, le llena de entusiasmo que ahora ella y María Cidre son quienes están al mando lo que lo hace una empresa liderada por mujeres.

Los sacrificios y horas largas de trabajo comenzaban en la madrugada cuando tenían que visitar los supermercados y panaderías para asegurarse que los panes estaban bien horneados, que “entendían el concepto de nuestra producción, cómo trabajar nuestros panes etc”.

Ahora las dos plantas, la de Puerto Rico y Florida se van a complementar una a la otra. “La planta de acá hace productos que se llaman partially baked o fully baked”, dijo Sepúlveda sobre los productos “crudo congelados que [quien lo compran] tiene tienen que sacar el pan de la caja, ponerlo en una bandeja, fermentarlo, y de ahí lo tienen que hornear. Te deja mejor margen como un panadero pero necesitas más horas laborables”, dijo.

Debido a esa necesidad de tener más manos y horas de labor, decidieron que para proteger la calidad y consistencia de los panes, la planta de Florida ofrece productos que requieren menos labor y que están “listos o casi listos para solo meterlos en el horno y poder venderlos en sus tiendas”. Sepúlveda dijo que trabajarán ambos programas y quienes decidan que sí tienen la habilidad de poder trabajar el producto de principio a fin, así lo podrán hacer.

“Es una manera de proveerles opciones a los clientes para que puedan vender la mejor calidad de nuestros productos”, dijo.

La inauguración oficial en Lakeland se dará el 10 de junio, pero ya están produciendo a los clientes que compran productos actualmente. En el futuro, esperan poder hacer una expansión similar a la de Puerto Rico donde Los Cidrines se encuentran a través de toda la isla. “Seguiremos respondiendo a la demanda de nuestros clientes, pero sabemos que respaldan no solo nuestra marca, sino nuestra calidad”, finalizó Sepúlveda.