Suazilandia, el único país de África que rechaza los millones de China
La lluvia de millones con la que China ha regado África ha llegado prácticamente a todos los lugares del continente, pero hay una pequeñísima nación que, como si de la aldea irreductible de Astérix en su lucha contra los romanos se tratara, sigue resistiendo ahora y siempre a la influencia asiática.
El Foro de Cooperación China-África, que se acaba de celebrar en Pekín así lo ha mostrado, ya que por la alfombra roja han desfilado más de 50 líderes de distintos países africanos, pero había una gran ausencia. La del rey Mswati III de Suazilandia, un pequeño país situado entre Sudáfrica y Mozambique, de apenas 1,3 millones de habitantes, que rechaza el dinero por lealtad.
Desde su llegada al poder Xi Jinping ha ofrecido créditos multimillonarios a las naciones africanas y en la cumbre aseguró que este año recibirán 60.000 millones de dólares adicionales en financiación para el continente. Se destinarán 15.000 millones en préstamos sin intereses, 20.000 millones en líneas de crédito, 10.000 millones en fondos para el desarrollo, 5.000 millones para financiar las importaciones africanas y otros 10.000 millones en otras inversiones.
Suazilandia no participa en este reparto debido a que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, una isla controlada y administrada por China que ha reclamado en numerosas ocasiones ser un país de pleno derecho. En los últimos años la agresiva política económica china ha dado resultados y varios países han retirado su apoyo a Taiwán, pero no ha sido el caso de Suazilandia, único ‘rebelde’ africano, lo que ha provocado que el gigante asiático rechace tener relaciones diplomáticas con el pequeño territorio africano.
Al respecto las autoridades suazi han asegurado que no van a dar su brazo a torcer debido a que la relación con Taiwán ya dura más de 50 años y han rechazado las presiones chinas, una lealtad que la isla asiática ha intentado compensar invirtiendo en proyectos de infraestructuras, becas escolares y proyectos agrícolas, aunque evidentemente no lo puede hacer al mismo nivel que lo haría China.
De todas formas nunca se puede dar nada por hecho porque hace apenas un año y medio era Burkina Faso el país que desoía las millonarias ofertas chinas y mostraba su lealtad hacia Taiwán. Sin embargo, en la reciente cumbre las autoridades burkinesas han mostrado su apoyo a Pekín. Actualmente solo quedan 17 naciones en el mundo que siguen sosteniendo internacionalmente la causa taiwanesa debido a que los esfuerzos diplomáticos y la lluvia de millones chinos están inclinando la balanza.