Su vida cambió para bien al saber que era celiaca

Después de padecer inflación abdominal, dolores de cabeza, estreñimiento, dolor en articulaciones (rodillas), pérdida de esmalte en los dientes, reacciones en la piel, entre otros malestares, Mariana se dio a la tarea de investigar el origen de los mismos. Tras ir con muchos doctores, hacerse estudios e indagar en distintas fuentes, descubrió que era celiaca.

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“En España asistí a una clínica donde me hicieron varios análisis que me arrojaron una fuerte intolerancia al trigo, centeno, espelta, lácteos, huevo y algunos mariscos. Tenía 25 años.

“Al saber lo que tenía empecé a consumir alimentos naturales como frutas, verduras, quinoa, maíz, carnes y pescados, pero frescos (sin ablandadores ni conservadores). Evito salsas, aderezos y productos artificiales”, explica Mariana.

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Fotos: Cortesía Mariana Quiroga

Modificar su alimentación cambió su vida, ya que antes se sentía agotada, incómoda con todo lo que se ponía y con la conciencia de que en cuanto probara algo de alimento se iba a inflamar durante todo el día.

“Hoy puedo contar feliz de la vida que no extraño la comida que me hacía daño y llevar una dieta así (libre de gluten, lácteos y azúcares refinados) es la mejor decisión que he tomado”, asegura.


Inicia una nueva faceta

Tras vivir en Madrid por dos años con un nuevo estilo de vida, regresó a México. Fue ahí cuando se dio cuenta que podía transmitirles a otras personas los aprendizajes que adquirió sobre los mismos padecimientos. Entonces, abrió una pequeña cafería llamada La Otilia donde hay repostería, panadería, bebidas calientes y frías, desayunos y comidas libres de gluten y de azúcares refinados, con opciones libres de lácteos, huevo, soya y los principales alérgenos. Todos los platillos son aptos para celiacos, diabéticos, veganos, algunos crudiveganos y paleo.

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Foto: Cortesía La Otilia

“Es un lugar auténtico que va más allá de la moda “gluten free” y “vegana”, ya que nosotros realmente nos preocupamos por la salud de nuestros clientes, por ofrecer productos aptos para personas con restricciones alimenticias. Tenemos amplio conocimiento de la contaminación cruzada y cuidamos mucho nuestros procesos. Siempre estamos buscando mejorar nuestros productos y hacerlos ad hoc a las necesidades de nuestros clientes”, subraya.

Para la gente que es celiaca, Mariana recomienda que no lo vean como algo malo ni difícil, sino como una oportunidad para cambiar su estilo de vida por uno más saludable y que a la larga se agradece: solo es cuestión de tiempo y creatividad para seguir comiendo rico.

“Si no llevamos una dieta libre de gluten, además de pasarla muy mal, se pueden desarrollar otros padecimientos, ya que nuestro intestino delgado no absorbe correctamente los nutrientes de los alimentos que ingerimos (osteoporosis, diabetes, cáncer)”, concluyó.

¿Cómo crees que cambie la vida al saber que eres celiaca? Cuéntanos en nuestro Twitter @EstiloYahoo.

@karichula

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