Temía por su vida y entregó las armas de su esposo a la policía, pero la acusaron de robo

Una supuesta víctima de violencia doméstica en Florida fue detenida y acusada de robo a mano armada después de llevarse las armas de la casa de su esposo, de quien se había separado, y entregarlas en el departamento de policía para que quedaran bajo custodia.

El caso ejemplifica los desafíos prácticos a la hora de desarmar a abusadores domésticos, especialmente en el estado de Florida, donde casi un tercio de la población posee armas.

En estas dos fotografías provistas por la policía del condado Polk, Florida, se ve a Courtney Irby y su esposo Joseph Irby el 14 de junio de 2019. (Policía del condado Polk vía AP)
En estas dos fotografías provistas por la policía del condado Polk, Florida, se ve a Courtney Irby y su esposo Joseph Irby el 14 de junio de 2019. (Policía del condado Polk vía AP)

El 14 de junio, Courtney Irby estaba en los tribunales con su esposo en una audiencia por su divorcio. Según la declaración jurada de la detención, Joseph Irby siguió a su esposa al salir de los juzgados y comenzó a embestir la parte trasera de su auto, sacándola finalmente de la ruta. Llamó a la policía “llorando descontroladamente y advirtió que temía por su vida”, dice la declaración jurada. También reveló que había recibido varias órdenes de protección contra su esposo.

La policía detuvo a Joseph Irby y lo acusó de agresión agravada por el uso de arma mortal. Courtney Irby solicitó una orden temporal de protección.

A la mañana siguiente, testificó en la audiencia de su esposo por teléfono. Un juez le concedió la libertad preventiva a Joseph Irby con la condición de que no posea ni lleve consigo armas de fuego. Al oír eso, Courtney Irby se dirigió a la casa de su esposo, localizó sus dos armas ‒un rifle de asalto y una pistola‒ y las llevó al Departamento de Policía de Lakeland.

Según los documentos judiciales, ella le dijo al oficial que estaba de servicio que su esposo había sido detenido el día anterior y que quería entregar sus armas porque no creía que él fuera a hacerlo.

El oficial de policía le preguntó si había tomado las armas de su esposo sin permiso. Cuando contestó que sí, le dijo que estaba confesando un delito. La policía la detuvo y fue acusada de robo a mano armada en una vivienda y de gran robo de arma de fuego.

Aunque Joseph Irby fue liberado el día después de su detención por violencia doméstica, Courtney Irby pasó cinco noches y seis días entre rejas antes de que se le concediera la fianza (Foto: Oficina del Sheriff del condado de Polk).
Aunque Joseph Irby fue liberado el día después de su detención por violencia doméstica, Courtney Irby pasó cinco noches y seis días entre rejas antes de que se le concediera la fianza (Foto: Oficina del Sheriff del condado de Polk).

Joseph Irby fue liberado el día después de su detención por violencia doméstica, pero Courtney Irby pasó cinco días y seis noches entre rejas antes de que le fuera concedida la fianza.

Su abogado, Lawrence Shearer, dijo al HuffPost que su cliente estaba muy molesta y angustiada. Dijo que sus acciones no equivalían a un robo de acuerdo a las leyes de Florida porque no estaba llevándose las armas para sí misma, sino para trasladarlas al departamento de policía, donde su esposo podría recogerlas en una fecha posterior.

“El robo es privar a alguien del derecho o del beneficio de su propiedad”, dijo. “Ella no hizo ninguna de las dos cosas. Las estaba llevando al departamento de policía para su custodia”.

Shearer añadió: “Tengo fe en que la oficina de nuestro fiscal estatal hará lo correcto”.

El tema de desarmar a los abusadores domésticos ha sido una prioridad clave para los grupos que buscan más seguridad con las armas durante los últimos cinco años. En Florida, como en muchos estados, cuando se le ordena a un abusador doméstico que no posea armas, no existen mecanismos para garantizar que el delincuente las entregue, un vacío legal conocido como “brecha de renuncia”.

La investigación es clara: cuando los abusadores están armados, sus víctimas son mucho más susceptibles a ser asesinadas. En Estados Unidos, una mujer es disparada mortalmente por un compañero íntimo cada 16 horas. Se estima que hay unas 200 muertes por violencia doméstica cada año en Florida. Los estados que obligan a los presuntos autores de violencia doméstica a entregar sus armas ‒en lugar de solo decirles que no se permiten armas‒ tienen menos homicidios.

Shannon Watts, fundadora de Moms Demand Action for Gun Sense in America, dijo que la policía de Florida también podría haber pedido una orden de protección para retirar las armas de Joseph Irby, gracias a la ley “bandera roja” aprobada por los legisladores del estado tras el tiroteo de Parkland.

“En lugar de eso, han encarcelado sin derecho a fianza a una víctima de abusos domésticos, que es madre, por intentar mantener a salvo a su familia”, dijo Watts. “Ese hombre ‒quien supone un claro peligro para su familia‒ tiene acceso a su arsenal en este momento”.

Melissa Jeltsen