Su historia de amor acabó de manera trágica por culpa de un suegro clasista

Pese a los avances que la sociedad india ha hecho en los últimos tiempos, hay tradiciones, costumbres y creencias -el sistema de castas sigue vigente- que se perpetúan, como demuestra la historia de amor trágica entre Pranay Perumalla y Amrutha Varshini recogida por The Washington Post. La suya no es la única.

Pranay Perumalla y Amrutha Varshini se enamoraron cuando aún estaba en el colegio, pero el padre de ella nunca aprobó que él fuese de una casta inferior. (Foto: Getty Images)
Pranay Perumalla y Amrutha Varshini se enamoraron cuando aún estaba en el colegio, pero el padre de ella nunca aprobó que él fuese de una casta inferior. (Foto: Getty Images)

India se rige por el sistema de castas, basado en las escrituras hindúes y que es prácticamente inamovible. Se nace, se crece y se muere en el mismo escalón socia. La mezcla entre castas no está bien vista y se da poco. Según recoge el citado medio estadounidense, un estudio de 2017 contabilizó que solo el 5,8% de los matrimonios indios se componen de personas de distinta casta. India avanza, dicen, pero no tanto. En cuatro décadas, ese dato casi ni se ha movido, señalan.

Sin embargo, la unión entre Pranay y Amrutha era una de las pocas mixtas. Él era un dalit, conocidos antiguamente como los ‘intocables’. Suponen cerca del 17% del total de la población de 1.300 millones y están destinados los trabajos más bajos y peligrosos. Sufren de discriminación y tener propiedades no es fácil.

Amrutha, que ahora tiene 21 años, nació en una familia rica perteneciente a la casta de los Komati y como tales, su padre, T. Maruthi Rao, se dedica al comercio. Desde siempre aleccionó a su hija para que no se juntase con los que consideraba inferiores a ella. Cuando comenzó el colegio se lo dejó bien claro: nada de amigas de castas por debajo de la suya.

Estando aún en edad escolar, cuando eran unos adolescentes, los caminos de Pranay y Amrutha se cruzaron. Ella acudió al cine con unos amigos y allí estaba él. Le sonaba haberle visto por el colegio y entablaron conversación. Entre ellos surgió el amor, pero el padre de ella no estaba dispuesto a transigir.

Cuando se enteró de su amistad con un dalit, pegó a su hija, la castigó y le quitó cualquier dispositivo electrónico que pudiera usar para comunicarse con Pranay. Incluso la cambió de escuela. Pero eso no acabó su relación. Durante seis años se siguieron viendo cuando podían, en encuentros clandestinos. Y así llegaron a la universidad. Él estudiaba para sacarse el título de ingeniero y ella el de moda.

Un día Amrutha comenzó a sospechar que su padre estaba intentando concertarle un matrimonio, así que asustada habló con su novio. Quería que se escapasen juntos. Y eso hicieron el 30 de enero de 2018 con la esperanza de poder huir a Australia y empezar de cero. El 30 de enero ella se marchó de casa y contrajeron matrimonio casi en secreto, con solo unos pocos amigos como testigos.

Unos pocos meses después esperaban su primer hijo, así que decidieron celebrar su boda con una recepción con más aforo que la ceremonia original y el 17 de agosto de 2018 cientos de invitados festejaron con ellos su unión y el futuro nacimiento de su hijo. Entre los asistentes no se encontraban los padres de la novia, que seguían rechazando su casamiento.

De hecho, según recoge la documentación judicial a la que ha tenido acceso The Washington Post, en aquellos momentos Rao ya había puesto en marcha la maquinaria para el asesinato de su yerno. A través de un político que desconocía que sus conversaciones eran grabadas y que son claves para determinar su culpabilidad, pagó 150.000 dólares para que un sicario matase al marido de su hija.

Y así fue. Menos de un mes después de aquella recepción, el 14 de septiembre, este aprovechó una visita del matrimonio y la madre de él al hospital para acudir al obstetra para dispararle y acabar con su vida. Las cámaras de seguridad del centro hospitalario dejaron constancia del suceso que dividió a la sociedad india entre quienes defendían el derecho del matrimonio a casarse por amor y los que consideraron que el padre tenía derecho a vengar lo que consideró una ofensa.

Su caso no es aislado. El diario estadounidense recoge que desde desde finales del mes de junio se tiene constancia de asesinatos de hombres y mujeres que casaron con alguien de otra casta en al menos cuatro estados. Para Uma Chakravarti, historiador y experto en casta y género, más allá de ese rebelarse ante la clase social se encuentra el desafió que supone para una sociedad como la de India que una mujer elija con quién se casa y por amor en lugar de con quién concierte su familia.