Sputnik V: expectativa, inquietud y angustia entre quienes esperan la aplicación de la segunda dosis

Arribaron al país más de 470 mil dosis de Sputnik V
Arribaron al país más de 470 mil dosis de Sputnik V

La ilusión viajó en los aviones que transportaron las primeras dosis de la vacuna Sputnik V desde Rusia cuando se inició la campaña en diciembre para frenar la pandemia de coronavirus, aunque ese sentimiento de esperanza se fue transformado en expectativa y ansiedad en las personas que esperan completar el esquema de dos componentes requeridos y que están al filo del tiempo recomendado. Se aconsejaba aplicar la segunda dosis a los 21 días, pero la decisión de diferir su aplicación a los 90 para llegar al invierno con mayor cantidad de gente protegida trastocó los planes.

El arribo de sueros se fue agilizando en las últimas semanas y el ritmo de vacunación se aceleró, pero el segundo componente de la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú llega a cuentagotas. La angustia de la espera se nota en redes sociales, donde hay usuarios que exponen sus situaciones, o en grupos familiares y de amigos. Todos tienen alguna persona cercana que chequea mails todos los días para confirmar si la citaron o no, que está pendiente de noticias de nuevos arribos o de que llegue el alerta al celular.

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Me pregunta todos los días si le llegó el turno para volver a vacunarse. La anoté el 19 de febrero y le dieron la primera dosis el 16 de marzo, eso fue rápido, pero ya pasaron más de tres meses y sigue esperando”, cuenta Carla Fernández sobre su mamá, Carmen de 88 años, que vive en Lomas del Mirador, La Matanza, sobre la espera del segundo componente de Sputnik V.

“Tanto ella como el resto de la familia estamos angustiados, aguardando la segunda dosis, ya que al ser mayor creemos es la más vulnerable. Ella es muy vital por la edad que tiene y esta situación la tiene mal. Sabe que más allá de las dos dosis de la vacuna se tiene que seguir cuidando, pero ahora se siente más vulnerable”, agrega la mujer.

Cuántas vacunas llegaron al país

La Argentina apostó por la vacuna Sputnik V desde su lanzamiento y a pesar de que no se cumplió el ritmo de entrega pautado por el Ministerio de Salud de la Nación, en ese entonces a cargo de Ginés González García, fue la vacuna que en mayor cantidad llegó al país. En vuelos de Aerolíneas Argentina ya arribaron al menos 9.500.000 dosis (7.875.585 del componente 1 y 1.540.160 del componente 2). En menor número llegaron de Sinopharm y AstraZeneca (entre Covishield y Oxford). La vacuna fabricada en Rusia, que comenzó a producirse en la Argentina en el laboratorio Richmond, consta de dos componentes diferentes, adenovirus 5 y adenovirus 26, una plataforma diferente a otras vacunas la AstraZeneca, por ejemplo, con sus dos elementos similares.

“En 14 días se cumplen los tres meses de la primera dosis y no sabemos qué puede pasar. Todos los días entro en el sistema para ver si llega el turno y nada. Eso es lo que más bronca me da: me pregunta si me llegó algo y todos los días tengo que decirle que no. Ya últimamente está hasta resignada pensando que no le llegará”, dice Majo García Fernández.

Su mamá, María Rosa de 83 años, es quien está pendiente después de haber recibido la primera dosis el 1° de abril en San Isidro. “Lo peor es que ya se empiezan a decir cosas que preocupan, como completar el esquema de una forma que no se desarrolló la vacuna. No es serio lo que están haciendo”, agrega García Menéndez.

Dosis administradas por grupos

Ante un panorama de incertidumbre los expertos opinaron sobre la perdurabilidad de la eficacia y protección. Hace algunos días, en una nota publicada en LA NACION, los consultados coincidieron en que se debe completar las dos dosis de acuerdo a los tiempos estipulados y que la evidencia disponible alcanza para comprobar que la primera dosis otorga la suficiente protección como para aguardar la segunda dentro de los tres meses, aunque no se debería esperar mucho tiempo más después de ese período para aplicarla. Durante ese tiempo es posible que la inmunidad sufra un leve descenso, pero no lo suficiente como para reiniciar el proceso.

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“Con una sola dosis se puede estar entre 80 y 85 días con una protección elevada, pero no sabemos cuánto tiempo más porque ningún estudio se realizó en los tiempos normales de análisis de cualquier vacuna. Con el primer componente el nivel de protección es alto para formas graves de coronavirus y prevención de muertes, pero con la segunda dosis se aumenta el nivel y se prolonga en el tiempo. Es necesario cumplir con las dos dosis”, había dicho el infectólogo, Ricardo Teijeiro.

De todas formas, hay retrasos que preocupan y no solo en la provincia de Buenos Aires. “Mi papá es paciente de riesgo, no solo por la edad (83 años) sino también por ser enfermo cardíaco, y la segunda dosis de Sputnik le tocaba el 20 de marzo. Mi mamá, de 77 años, la segunda le tocaba el 20 de abril. Nuestro temor es si realmente la vacuna será efectiva ya que no se cumplieron los días recomendados. Y así como ellos son muchos los abuelos que están en situación similar”, comparte Noelia Peña desde San Miguel de Tucumán.

Isabel y José sienten desilusión y miedo. “Creo que son las palabras que definen mejor el estado de ánimo de ambos. Se vacunaron con mucha ilusión y esperanza y actualmente viven una situación de angustia. Están constantemente pendiente de las noticias, tienen miedo de que las vacunas no lleguen o ser vacunados con otra vacuna. El tema de la efectividad es nuestra mayor incógnita”, agrega su hija.

En Córdoba, al igual que en todos los distritos, hay una brecha significativa de gente que recibió la primera dosis y espera la segunda habiendo ya cumplido los tres meses o a punto de hacerlo. Aunque la provincia ya firmó un contrato para la compra de un millón de dosis de Cansino no hay decisión de usar para suplir la segunda inmunización.

El infectólogo Hugo Pizzi, integrante del equipo científico asesor de la provincia, opina que se debe “respetar al fabricante” y no apresurarse a combinarlos. Plantea que hay estudios, como el de Instituto de Biología de la Universidad Nacional de Córdoba, que muestran que la primera dosis de la Sputnik V tiene un efecto neutralizante del 85%.

También en la ciudad de Buenos Aires aguardan con ansiedad la llegada de la segunda dosis de Sputnik. “Mi mamá tiene 75 años, es paciente de riesgo por una enfermedad autoinmune, y mi papá tiene 79. A los dos los vacunaron los primeros días de abril y aunque todavía están en dentro del plazo estipulado, se acerca la fecha y no tenemos seguridad de nada”, resume Constanza Mazzina, que vive en Palermo y ya se empadronó dentro del grupo de personas mayores de 45 años.

“Mi papá va contando los días; les dijeron que los llamaban antes de los 84 días y van más de 72 creo. Tenemos mucha preocupación y estamos hartos que se priorice la ventaja política antes que la salud”, agrega.

Silvia Mailland también está muy ansiosa. Hasta pensó viajar para aplicarse una monodosis de Pfizer en caso que no llegue el segundo componente. “Tengo mucha bronca y ya estoy dudando de que llegue la segunda dosis. Si pudiese me iría a Estados Unidos y empezaría de cero”, admite.

“Tuve Covid en agosto del año pasado, la pasé internada con neumonía. Estoy muy preocupada por el futuro, pero no soy paranoica, nunca dejé de ver a mis nietos y mis hijos, con cuidados”, dice.

La vacunación en la Argentina

A Ricardo Castro, en cambio, la espera no le resulta pesada aunque está expectante por el llamado. “Primero iban a dar el refuerzo a los 21 días, pero cuando me tocó la primera dosis eso ya había cambiado. Ahora estoy atento a las novedades sobre la llegada de vacunas y a si me mandan el mail con el turno. A mi consuegra le dieron la primera dosis un día antes que a mí y ayer la citaron para la segunda. Calculo que me tocará pronto. Me gustaría que no me avisaran de un día para otro”, cuenta Castro, de 78 años.

Aunque aún no hay confirmación oficial la semana próxima ingresaría un nuevo lote de Sputnik V con especial foco en el componente dos. Para matizar la espera la Argentina ya cuenta con estudios propios que dan garantías sobre el uso de la vacuna rusa. Hace algunos días la provincia de Buenos Aires demostró que la primera dosis de la vacuna rusa tiene una efectividad del 78,6% para evitar casos de Covid-19, del 84,7% para impedir las muertes y del 87,6% para reducir casos graves en personas de entre 60 y 79 años. Aunque la cobertura es buena, todos esperan completar el esquema de dos dosis.

Con la colaboración de Gabriela Origlia