Spotify sube sus precios en busca de la rentabilidad

Son tiempos convulsos para la plataforma musical por excelencia, Spotify. Las acciones de la compañía sueca experimentaron este martes una sensible caída en bolsa del 6 %.

El desplome tiene lugar poco después de que el número uno mundial de plataformas de audio publicara unos resultados inferiores a lo esperado y de que anunciara su intención de subir sus precios de suscripción Premium: un euro para el plan individual o de estudiante y hasta dos euros más en el Plan Familiar. Se trata de unas medidas similares a las adoptadas por los servicios musicales competidores de Apple y Amazon.

Lo cierto es que la suscripción a Spotify cuesta hoy exactamente lo mismo que cuando se lanzó al mercado, en 2008, por lo que era cuestión de tiempo que experimentara una subida de precios con el fin de encontrar la rentabilidad.

Por increíble que parezca, y a pesar de su incontestable liderazgo dentro de su campo —más de 200 millones de personas están suscritos a la App— la empresa nunca ha registrado beneficios netos en un año. Tan solo los obtiene, y de manera ocasional, trimestralmente hablando.

Como muestra, un botón: Spotify registró en el segundo trimestre unas pérdidas operativas de 247 millones de euros, frente a los 194 millones del mismo periodo del año anterior.

Es por ello que a partir de esta misma semana los suscriptores recibirán un correo electrónico explicando los inminentes cambios. En Estados Unidos, los nuevos precios afectan a las tarifas Premium Individual, Premium Dúo Premium Familiar y Premium Estudiante.

Con todo, los fans de Spotify siguen sin fallar a la empresa, que este martes anunció un aumento mayor de lo esperado en el número de usuarios activos al final del segundo trimestre. El gigante sueco reveló que el total de usuarios activos aumentó un 27 % interanual hasta 551 millones, es decir, 21 millones más de lo esperado.

El número de abonados de pago también aumentó, con un incremento del 17 % hasta los 220 millones, tres millones más de lo previsto. Cueste lo que cueste, la gente necesita de la música.