Sorpresa en la realeza europea: la reina de Dinamarca anunció que abdicará al trono
COPNEHAGUE.- El fin de año llegó con una noticia que generó conmoción en la realeza europea: la reina Margarita II de Dinamarca anunció el domingo durante su tradicional discurso de Año Nuevo que abdicará al trono el 14 de enero, después de 52 años de reinado.
“El 14 de enero de 2024, 52 años después de suceder a mi amado padre, dejaré el cargo de reina de Dinamarca. Dejaré el trono a mi hijo, el príncipe heredero Federico”, dijo en su discurso televisado.
La reina, de 83 años y que accedió al trono en 1972, es la monarca más longeva de Europa tras la muerte de Isabel II en septiembre de 2022. La popular monarca de 83 años, viuda desde 2018, fue sometida a una operación quirúrgica de la espalda en febrero que la mantuvo alejada de la vida pública hasta abril.
“Naturalmente, la operación me hizo pensar en el futuro, en si había llegado el momento de dejar la responsabilidad a la siguiente generación”, dijo en su discurso. “He decidido que ahora es el momento adecuado”, señaló.
En Dinamarca, el poder formal reside en el Parlamento elegido y su gobierno. Se espera que los monarcas se mantengan al margen de la política partidista, representando a la nación con funciones tradicionales que van desde las visitas de Estado a las celebraciones del día nacional.
La monarquía es una de las más antiguas del mundo. Sus estrictas tradiciones se fueron flexibilizando, aunque lentamente. Margarita pudo ser reina en 1972 porque 19 años antes los daneses habían permitido a través de un referéndum que una mujer pudiera acceder al trono –su padre, Federico IX, tuvo tres hijas- y desde 2009, tras otra consulta popular, se eliminó la prioridad de los varones herederos por sobre las mujeres.
Desde la muerte de su prima lejana, Isabel II de Inglaterra, Margarita II es la última monarca reinante en Europa.
Más de 80% de los daneses afirman ser favorables a la monarquía y multitudes celebraron su jubileo de 50 años de reinado el año pasado.
“Muchos de nosotros no hemos conocido otro monarca. La Reina Margarita es la encarnación misma de Dinamarca y, a lo largo de los años, ha puesto palabras y sentimientos a lo que somos como pueblo y como nación”, reaccionó la primera ministra, Mette Frederiksen, en un comunicado.
“Nunca sentí que ser mujer haya sido un problema para mí. De hecho, ha sido un lindo desafío”, dijo en 2019 una entrevista con medios argentinos, entre ellos, LA NACION. “Ni voy a abdicar ni a dejar de fumar”, había dicho en esa entrevista, con motivos de su 75 cumpleaños.
El heredero
Federico de Dinamarca tiene 55 años, está casado, tiene cuatro hijos y había asumido un rol cada vez más importante dentro de la monarquía más antigua de Europa.
Su imagen actual como un popular heredero al trono difiere de la del Federico joven, un príncipe rebelde y renuente a su destino ineludible, con un historial de romances que su madre no aceptaba y una polémica que terminó con un viaje fuera de Europa, para estudiar en Estados Unidos. Allí, entre los miles de jóvenes que lo rodearon en la Universidad de Harvard, forjó una amistad con un joven argentino con el que compartía un grupo y se juntaba a jugar al squash: Horacio Rodríguez Larreta.
La vida de Federico estuvo signada por las tradiciones desde antes de nacer. En Dinamarca, los reyes solo se llaman Federico o Cristian. Por eso él se llama así; y su primer hijo -y heredero-, Cristian.
Escándalo familiar
Federico había adquirido más presencia dentro de la Casa Real danesa desde que el año pasado se sumió en el escándalo por una decisión de Margarita y que abrió –o, más bien, hizo visible- una grieta familiar.
En septiembre pasado, la reina Margarita anunció que despojaría de sus títulos de príncipes a los cuatro hijos de su hijo menor, Joaquín, desde el 1° de enero de este año. Los argumentos fueron dos: ajustes presupuestarios y mayor libertad para que sus nietos “puedan configurar sus propias vidas sin verse limitados por las consideraciones y obligaciones especiales que conlleva una afiliación formal a la casa real”.
Federico defendió la decisión de su madre como “correcta”, pero reconoció que era “triste” ver a su hermano tan “afectado”.
Margarita quiso frenar el escándalo y pidió perdón por cómo manejó la situación: “He tomado mi decisión como Reina, madre y abuela, pero como madre y abuela he subestimado lo afectado que se siente mi hijo menor y su familia. Causó un gran impacto, y lo siento por eso”, dijo a través de un comunicado.
Agencias AFP y Reuters