Sonrisas y controversias de Melania Trump en su gira por África, relajada y lejos de su esposo Donald
Melania Trump, esposa del presidente de Estados Unidos, emprendió su primera gira internacional en solitario y optó por hacerla en África. Su viaje ha suscitado interés a escala internacional, en principio por las naciones que optó por visitar (que su esposo, Donald Trump, llegó a calificar en uno de sus arrebatos más impropios y ofensivos de “países de mierda”), pero sobre todo porque al visitar una región que ha luchado por décadas para liberarse de un pasado colonial opresor, del subdesarrollo y del azote de enfermedades, guerras y tiranías, requiere un alto grado de cuidado político y de delicadeza diplomática.
En cierto modo Melania Trump ha conseguido realizar una gira auspiciosa cargada de buena voluntad, pero también han surgido algunas críticas sobre ciertas situaciones que resultan problemáticas por su significado, sus evocaciones o la sombra de su marido, el presidente.
Una sorpresa tamaño elefante
La seguridad en todo viaje de una primera dama estadounidense es ciertamente crucial, pero Melania Trump tuvo una mala pasada a causa de un peligro imprevisto: un elefante bebé la empujó súbitamente durante una visita que ella realizaba a un refugio para rinocerontes y elefantes huérfanos en el Parque Nacional de Nairobi, en Kenia. Melania resultó ilesa luego de que un agente del servicio secreto salió en su ayuda y la apartó del elefantito, según el relato de The Independent.
En los círculos de Washington quizá se chismorrea si el empujón de ese elefante bebé tendría algo que ver o no con la ‘mascota’ del Partido Republicano.
La sonrisa de Melania
En Washington, y en varias ocasiones en que ha aparecido con su esposo Donald Trump, Melania ha sido vista con cara seria y sus apariciones públicas han resultado relativamente escasas en tiempos recientes, en comparación con la actividad que en el pasado realizaron otras primeras damas.
Pero en su gira por África se le ha visto a Melania muy activa y sonriente. Algunos, como se cuenta en Yahoo Lifestyle, destacan la alegría que ella refleja durante su gira, la felicidad que parece experimentó en su gira en solitario por África.
First lady Melania Trump greets children during a visit to a hospital in Accra, Ghana, Oct. 2, 2018. (Photo: Carlo Allegri/Reuters)
Al respecto, Kate Bennett, reportera de CNN que cubre la Casa Blanca, comentó en Twitter que en casi dos años nunca había visto a Melania sonreír y reír tanto como cuando visitó, susto aparte, a los bebés elefantes en África.
I have covered @FLOTUS for almost two years and have never seen her smile and laugh more than she is now with these baby elephants 🐘 pic.twitter.com/Cmbt9HpV6k
— Kate Bennett (@KateBennett_DC) October 5, 2018
Lejos de la sombra de Trump
La imagen de una Melania relajada y feliz se mostró también en su visita a Ghana, donde se acuerdo a The New York Times se le vio muy cómoda en sus visitas tanto a la gente de común como con los líderes locales.
Y se cuenta que mientras Trump ha tenido expresiones severas en relación a África y a las personas de color, Melania ha mostrado ampliamente su apreciación hacia quienes la han recibido: “Muchas gracias por recibirme”, “Muchas gracias por la cálida bienvenida”, le comentó Melania a la primera dama ghanesa y otras personas que la han invitado a eventos y recorridos en tierras africanas.
Benevolencia en contexto
Los momentos fotogénicos, y las controversias, de Melania Trump en África arreciaron en relación a los elefantes. En su visita al refugio para grandes mamíferos huérfanos, la primera dama dio leche en una enorme botella para bebé a dos elefantitos, como contó People.
Ciertamente la escena tiene su ternura, pero muchos señalaron que la benevolencia de Melania hacia los animales desamparados a causa de la cacería y otras violencias humanas, estaría en punzante contradicción con las posiciones de su marido, cuya administración ha relajado normas de protección de la vida salvaje y aprobado 38 permisos para la importación de leones cazados como trofeo, o las acciones de sus hijastros, que han practicado con intensidad la caza de grandes animales.
Melania Trump feeding baby elephants while her stepsons kill them and her husband takes away laws protecting them. Melania holding babies in counties called shitholes by her racist husband. In Africa for children but forgets children ripped from the arms of their parents here.
— Arna Cortazzo (@arnacortazzo) October 5, 2018
Libros y presupuestos
Melania Trump, en su escala en Malawi, visitó la escuela primaria Chipala, que recibe apoyos de la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID) del gobierno de Estados Unidos. Libros y asistencia educativa figuran entre los beneficios que recursos federales estadounidenses aportan a esa y otras muchas instituciones en el mundo, pero es de destacar, como indicó Time, que el presidente Trump ha reiteradamente propuesto severos recortes de fondos a USAID, circunstancia que no se ha concretado por falta de apoyo legislativo.
Así, Melania aún tuvo la oportunidad de visitar la escuela y convivir con muchos niños y profesores alegres. “Yo quise venir aquí para ver los exitosos programas que Estados Unidos le está dando a los niños y les agradezco por todo lo que han hecho”, comentó la primera dama en Malawi. Palabras que durarán tanto como el presupuesto alcance, dirían algunos.
Orgullo nacional
En alusión a las frases ofensivas de su marido, algunas personas recibieron a Melania Trump en Malawi, con carteles que le daban la bienvenida pero al mismo tiempo hacían una crítica al presidente estadounidense: “Bienvenida a Malawi, no un país de mierda”, rezaba uno de ellos, en una foto difundida en Twitter por la corresponsal de Bloomberg ante la Casa Blanca, Jennifer Jacobs.
A white woman on the roadside held up a handmade sign as the first lady’s motorcade passed that said “Melania Me Too.”
And two other white people had a “welcome to Malawi # notashithole!” sign.— Jennifer Jacobs (@JenniferJJacobs) October 4, 2018
Un controversial sombrero
Puede decirse que ella no es responsable de las frases “políticamente incorrectas” o de plano groseras del presidente Trump, pero Melania suscitó críticas propias cuando, al realizar un safari en el área de Nairobi, capital de Kenia, se le vio con un sombrero blanco de amplia ala cuyo diseño evoca el que utilizaban las fuerzas coloniales europeas que dominaron África por décadas.
Ese tipo de sombrero, conocido como ‘pith helmet’, es aún para muchos en África y Asia un símbolo de la opresión imperialista.
Es por ello que las fuerzas militares y las policías africanas, según narró The Guardian, han dejado desde hace tiempo de usar ese tipo de sombreros o cascos, aunque aún se usan en ciertas ocasiones ceremoniales en algunos países. Lo que no es claro es si alguien le comentó a Melania sobre las evocaciones que ese diseño de sombrero tenía en África o si optó por él meramente por su componente estético.
Sea como sea, para Melania Trump el balance de su gira en solitario por África sería para quitarse el sombrero.