Entre la solidaridad y la desconfianza: la ruta de ayuda desde los centros de acopio a Acapulco

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La ciudadanía se ha volcado para ayudar a las personas damnificadas por el huracán Otis en Acapulco, Guerrero; pero las autoridades de la Cruz Roja, la UNAM y de otros centros de acopio que se instalaron en la Ciudad de México, piden que no se detenga la ayuda.

Comida enlatada, artículos de higiene y limpieza, medicamentos y material de curación, herramientas, linternas, pilas, rollos de papel higiénico, comida para mascotas, biberones, pañales y toallas sanitarias son los productos que aún son bienvenidos para ayudar en una tragedia de dimensiones pocas veces vistas.

Ayer, mientras en redes sociales cundían rumores sobre una supuesta “confiscación” de la ayuda por parte del Ejército y el presunto uso político de las despensas por parte de los “servidores de la nación” del gobierno federal, la gente acudía sin reparo a los centros de acopio para dejar todo tipo de enseres.

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En el centro de la Cruz Roja de Polanco, así como en el de la Ciudad Universitaria -los dos más grandes de la capital- fue notoria la circulación constante de personas que donaban, desde una bolsa con latas de atún, hasta cajas de jabón y detergente.

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Concurrido lucía el centro de acopio de Cruz Roja en Ciudad de México. Foto: Gabriela Soto

Acompañada de su perro Mateo, un peludito negro con manchas cafés, Mireya Sánchez caminó aproximadamente 30 minutos por las calles de la colonia Portales hasta arribar al almacén que el Sistema DIF habilitó como centro de acopio, en la colonia Del Valle.

Con una bolsa de tela roja colgada al hombro y sosteniendo a Mateo con la mano, llegó agotada. Ante la poca afluencia en el almacén que habitualmente es usado para resguardar los donativos, Mireya fue atendida inmediatamente por el personal que recibió los productos y que la ayudó a rellenar el formulario.

De la bolsa de supermercado, el personal de apoyo sacó una bolsa de frijoles crudos, una lata de sardina, otra de chiles y una más de frijoles precocidos, así como una bolsa de sopa instantánea. Los artículos entregados fueron enlistados en el formulario, el cual funciona como vale que acredita la donación realizada por la ciudadana.

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Con este donativo de víveres, Mireya contribuyó con su “granito de arena” para ayudar a la población damnificada por la devastación que dejó la fuerza del huracán de categoría 5, Otis, sobre el puerto de Acapulco, Guerrero.

“Es tremendo. Es inexplicable, pero es la naturaleza, está uno expuesto a que le llegue en cualquier rato. Qué triste porque es Acapulco y está devastado totalmente, ya quién sabe cuánto tiempo se lleve para reconstruirse”, dijo.

Mireya es una de las cientos de personas que han acudido a los centros de acopio habilitados en distintos puntos de la Ciudad de México por dependencias gubernamentales, universidades y organizaciones no gubernamentales.

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Voluntario en el centro de acopio de Cruz roja. Foto: Gabriela Soto

Enviarán ayuda con apoyo del Ejército

En el centro de acopio de la Cruz Roja de Polanco, Fernando Rivera, coordinador nacional de voluntariado de la institución, subraya que, como en ocasiones anteriores, se apoyarán del Ejército para transportar y distribuir los víveres donados a los damnificados.

“Ellos, por seguridad, nos permiten llegar a los accesos. De hecho, hay lugares que hemos usado sus helicópteros porque hay lugares en los que no puede acceder y van los compañeros de Cruz Roja y entregan. Ese es el formato que tenemos que ver si va a seguir siendo así o lo van hacer ellos, es todavía el punto que estamos viendo”, dijo.

Aunque Rivera agradeció la ayuda otorgada por los ciudadanos, dijo que aún hace falta ayuda, y pone como ejemplo el tráiler que tiene a sus espaldas, al que aún le caben ocho tarimas más de mercancías para completar su capacidad y salir rumbo a Guerrero.

Azúcar, aceite y lentejas son los alimentos que más se necesitan, según Rivera, quien recomendó a la población ya no donar ropa ni agua embotellada, pues ya se tiene en cantidad suficiente.

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Foto: Gabriela Soto

Los víveres donados a Cruz Roja Polanco son empaquetados en despensas individuales que comprenden cuatro categorías: alimentos, bebés, higiene personal y limpieza.

Tan sólo este viernes, 180 voluntarios de Cruz Roja han laborado a lo largo del día en la recepción y elaboración de los paquetes; sin embargo, Rivera previó que se requerirá apoyo de la ciudadanía.

Este centro de acopio permanecerá abierto hasta el 15 de noviembre, incluyendo los fines de semana, desde las 08:00 hasta las 20:00 horas.

“Lo importante es ayudar”

En el sur de la Ciudad, a un costado del Estadio Olímpico México 68, en Ciudad Universitaria, un grupo de voluntarios de la UNAM labora de 10:00 a 18:00 horas recibiendo ayuda.

Uno tras otro, los vehículos se paran momentáneamente para que sus tripulantes bajen bolsas, cajas, botellas, latas y costales.

Las cosas son seleccionadas y distribuidas en las mesas correspondientes, bajo media docena de carpas blancas para cubrir a las personas y las mercancías de un sol radiante.

Una vez seleccionadas y marcadas con el tipo de mercancía, las cajas son metidas en un camión que, a las 19:00 horas, partió rumbo a Chilpancingo, Guerrero.

Según funcionarios de la UNAM, es común que la ayuda se entregue al Ejército, para que ésta a su vez sea distribuida entre la población como parte del Plan DN-III.

Ante el estado de las carreteras, la ayuda que se está enviando a Guerrero desde la Ciudad de México se está concentrando en la Zona Militar 50, ubicada en Chilpancingo, para de ahí salir a las zonas afectadas.

El centro de acopio de la UNAM funcionará este sábado y los días lunes 30 y martes 31 de octubre.

Visitaba Acapulco cada año

Cada año, Don Rubén mantenía la estricta costumbre de pasar las fiestas decembrinas en el puerto de Acapulco. Hoy, con la triste noticia que ha recibido de la devastación de la ciudad, ya planea irse con su familia a Oaxaca.

“Rentábamos una casita, nos íbamos a la playa y nos íbamos a cenar a un lugar rico, el Paradise o el Barba Roja. Nosotros hemos ido desde hace más de 30 años, con mi mamá, mi tía, desde que mis sobrinos estaban chiquitos. Es un sentimiento encontrado ver que un lugar tan hermoso, tan bonito de nuestro país, haya quedado tan devastado”, dijo.

Él es una de las personas que ofreció los alimentos enlatados que mantenía en su despensa personal al centro de acopio habilitado en la Secretaría de Agricultura federal ubicado en la avenida Cuauhtémoc, en la colonia Del Valle.

Janik Jiménez Hernández, subdirectora de Almacenes del Sistema DIF, sugirió  a la población donar artículos para bebés, como pañales y toallitas de limpieza, así como alimento para mascotas, comida enlatada y precocida ante la dificultad que tienen los damnificados de cocinar los alimentos.

En tanto, Enrique Arenas Trujillo, director general de recursos materiales y servicios, recomendó a la población donar colchonetas y cobijas ante la pérdida de bienes inmuebles y muebles.

En tanto, los responsables del centro de acopio no recomendaron donar ropa usada para evitar contagio de enfermedades ni medicamentos por las restricciones médicas.

Aunque se realizará un diagnóstico previo para determinar la ruta de transportación de los víveres, el director del área comentó que los artículos donados posiblemente serán entregados a la Secretaría de la Defensa Nacional, que se encargará de la distribución a las personas afectadas.

Voluntarios

Pablo Chávez, ingeniero mecánico, acudió el jueves por la tarde al centro de acopio de Cruz Roja en Polanco para ofrecer sus servicios de voluntariado.

Al día siguiente por la mañana, salió de su casa en Lomas Verdes, Naucalpan, acompañado de su hijo Santiago, de 23 años.

A lo largo de la intensa jornada, Santiago se dedicó a ordenar bolsas de arroz y frijol que más tarde fueron agregados a los paquetes de alimentos, mientras que su padre conducía el carro de supermercado para recibir los artículos que las personas donaban.