La sociedad no aceptará otra dictadura en Túnez, afirma el líder de la UGTT

Madrid, 4 nov (EFE).- La sociedad civil de Túnez "no aceptará una nueva dictadura" en el país, afirmó en entrevista con EFE el máximo dirigente de la Unión General de Trabajadores de Túnez, Nuredín Tabubi, quien concluye hoy una visita de trabajo a España en la que ha participado en el Foro del Global Deal, que agrupa a diversos representantes de la sociedad civil internacional, y ha celebrado algunos encuentros bilaterales.

Tabubi se mostró crítico con la línea adoptada por el presidente tunecino, Kais Said, quien el 25 de julio de 2021, y en virtud del artículo 80 de la Constitución de su país, asumió plenos poderes, destituyó al entonces primer ministro, Hichem Mechichi, y disolvió el Parlamento para gobernar desde entonces por decreto.

Said puso en marcha entonces un proceso de reformas cuyos pilares básicos son la nueva Constitución, aprobada en referéndum el pasado 25 de julio y que dota al presidente de muy amplios poderes (sistema "ultrapresidencialista" lo han llamado algunos analistas), y unas elecciones legislativas que se celebrarán el próximo 17 de diciembre y a las que concurrirán candidatos uninominales y no partidos políticos como tales, lo que ha generado una gran polémica en el país, donde en muchos sectores se teme que se haya emprendido una senda claramente autoritaria.

En este sentido, Tabubi, que hoy se reunió por separado con el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, y el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, subrayó en la entrevista su apuesta "por una solución basada en el diálogo" para resolver los problemas actuales de Túnez, pero -recalcó- "no aceptamos ningún ataque contra las libertades fundamentales de expresión, reunión, asociación política o sindical, ni contra los derechos de la mujer".

"Ni el sistema vigente hasta el 25 de julio de 2021 consiguió ni este de ahora podrá conseguir - según está configurado- cumplir esos objetivos que han movilizado y movilizan a la sociedad tunecina, que es muy abierta y está en contra de cualquier amenaza a sus libertades", afirmó.

Tabubi, cuyo sindicato apoyó inicialmente la acción que llevó a cabo Kais Said el 25 de julio de 2021, se muestra ahora muy crítico con el gobernante y con la deriva que ha tomado en este último año y medio.

"La aprobación que inicialmente le dimos a Said no significaba un cheque en blanco. Se tenía que haber llevado a cabo un proceso de diálogo entre los diversos actores de la sociedad civil tunecina, que no se ha materializado. Le estamos intentando explicar que los ciudadanos no están de acuerdo con el camino emprendido e intentamos hacerle ver que sin solucionar los problemas de fondo, de tipo político, no se pueden resolver las cuestiones sociales y económicas", manifestó el dirigente sindical tunecino.

Asimismo, Tabubi se refirió al acuerdo que el Gobierno de Túnez negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la concesión de un préstamo por valor de 1.900 millones de dólares y que podría estar condicionado a diversos requisitos, entre otros una privatización parcial en el sector público que podría afectar a la empresa nacional de tabacos, a la Banca del Hábitat o a un sector del puerto de la capital tunecina.

Tabubi dijo que hasta el momento la UGTT no conoce los detalles del proyecto de reformas que el Gobierno tunecino haya podido presentar al FMI pero hizo hincapié en que su sindicato rechaza de plano cualquier medida de carácter privatizador y manifestó que, de llevarse a cabo, podría ser respondida con una convocatoria de huelga general.

"Si como resultado del acuerdo entre el Gobierno y el FMI se produce una privatización, incluso parcial, en el sector público, podríamos plantearnos la convocatoria de una huelga general, si bien esta decisión la tiene que tomar de manera colegiada el Consejo Nacional de la UGTT", el máximo órgano de decisión de este sindicato, que cuenta en la actualidad con unos 750.000 afiliados, la mayoría de ellos precisamente en el sector público.

En este sentido, el Gobierno tunecino ya indicó ayer, jueves, que no tiene intención de privatizar empresas públicas para cumplir con el programa de reformas presentado al FMI.

El portavoz del Ejecutivo, Nasreddine Nsibi, declaró que no existe ninguna decisión al respecto y aseguró que la prioridad es preservar y reformar todas las empresas, por lo que se estudiarán las soluciones posibles "caso por caso" con apoyo de expertos de cada sector.

Fernando Prieto Arellano

(c) Agencia EFE