Los Skittles podría prohibirse tras una demanda que asegura que son tóxicos

Retiran Skittles y Salvavidas por riesgo de hebra de metal en gomitas
Retiran Skittles y Salvavidas por riesgo de hebra de metal en gomitas - Créditos: @Unsplash

La famosa golosina Skittles corre peligro de quedar fuera del mercado luego de que un consumidor demandara al gigante productor Mars Inc. al alegar que estos caramelos no son aptos para el consumo porque contienen una toxina conocida que la empresa se había comprometido a eliminar hace seis años.

El pasado jueves 14 de julio, Jenile Thames presentó ante el tribunal federal de Oakland, California, una demanda que acusa a Mars de poner en peligro a los consumidores del producto al utilizar “niveles elevados” de dióxido de titanio, o TiO2, como aditivo alimentario.

Los Skittles son tóxicos, según una demanda que efectuó una consumidora contra la empresa Mars Inc.
Los Skittles son tóxicos, según una demanda que efectuó una consumidora contra la empresa Mars Inc. - Créditos: @Twitter

Además, alega que la compañía estaba al tanto “desde hace tiempo” sobre “los problemas de salud” que plantea este compuesto químico.

“Un consumidor razonable esperaría que pudiera comprarse y consumirse con seguridad tal y como se comercializa y vende”, dice la demanda, que busca una compensación por daños y prejuicios y violación de las leyes de protección al consumidor. “Sin embargo, los productos no son seguros”.

La empresa privada con sede en McLean, Virginia, se había comprometido en febrero de 2016 a eliminar los colorantes artificiales de sus productos alimenticios en los próximos cinco años.

En octubre de 2016, confirmó que el dióxido de titanio estaba entre los colorantes que se estaban eliminando, según el Centro para la Seguridad Alimentaria, una organización sin ánimo de lucro, citando un correo electrónico de Mars.

“No hacemos comentarios sobre procesos judiciales en curso, pero nuestro uso de dióxido de titanio cumple con las regulaciones de la Administración de Alimentos (FDA) de Estados Unidos”, se defendió Mars en conversación con The Washington Post.

La FDA restringe el uso de esta sustancia a un 1% del peso de los alimentos, una cantidad que, según la agencia, no es perjudicial para la salud. Por su parte, la Comisión Europea ha prohibido completamente su uso a partir del mes de agosto.

La Unión Europea prohibió el dióxido de titanio en los alimentos
La Unión Europea prohibió el dióxido de titanio en los alimentos - Créditos: @twitter

Comúnmente utilizado en Estados Unidos, el dióxido de titanio es un compuesto químico que se procesa y utiliza como aditivo de color, agente antiaglomerante y blanqueador en miles de productos, como caramelos, chicles, aderezos y algunos productos lácteos. También se usa en productos no alimentarios, como protectores solares y medicamentos.

Varios estudios científicos arrojaron que es una sustancia que puede alterar el ADN, provocar inflamación intestinal, daños en el sistema inmunológico, y es un posible carcinógeno.

Los científicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), concluyeron que la sustancia debía ser retirada de todos los alimentos europeos luego de revisar investigaciones recientes sobre la “genotoxicidad” de las nanopartículas de dióxido de titanio, es decir, “su capacidad para dañar el ADN y provocar mutaciones celulares, lo que podría causar cáncer”, informó The Guardian.

Gran Bretaña y Canadá siguen permitiendo el dióxido de titanio en los alimentos.

Pierre Herckes, profesor de química en la Escuela de Ciencias Moleculares de la Universidad Estatal de Arizona y autor de un estudio de 2014 sobre el dióxido de titanio, señaló a The New York Times que no tiene “un claro sí o no” respecto a si los consumidores deberían reducir la ingesta de estos productos.

Sin embargo, el experto dijo que, “dado que las golosinas y los caramelos contienen algunos de los niveles más altos de dióxido de titanio y son consumidos principalmente por los niños, hay razones para preocuparse, dado que sus cuerpos son más pequeños y las dosis relativas más altas”, profundizó el diario.

“El dióxido de titanio es realmente el ejemplo de muchas sustancias químicas cuya seguridad fue revisada, en algunos casos, hace más de 50 años por la FDA y no ha sido revisada desde entonces”, dijo al medio Scott Faber, vicepresidente senior de asuntos gubernamentales del Grupo de Trabajo Ambiental. “Así que el dióxido de titanio forma parte de una historia más amplia sobre el fracaso normativo”.

Agencia Reuters