El sistema político de EEUU está bajo estrés; electores y líderes navegan terreno desconocido

Homenaje afuera del Butler Farm Show en Butler, Pensilvania, el 17 de julio de 2024, donde murió el bombero Corey Comperatore, después de un atentado contra el candidato presidencial republicano, Donald Trump, quien resultó herido en un mitin. (Foto AP/Eric Gay, Archivo)

FLINT, Michigan, EE.UU. (AP) — El FBI está investigando paquetes sospechosos enviados a funcionarios electorales en más de una decena de estados. La policía estatal realizó operativos en escuelas de una comunidad de Ohio donde las teorías de conspiración han alimentado amenazas de bomba. La retórica violenta se está extendiendo por las redes sociales.

Y por segunda vez en nueve semanas, un hombre armado aparentemente intentó asesinar al candidato presidencial republicano Donald Trump.

La campaña de este año para la Casa Blanca de por sí iba a ser tensa, la primera elección presidencial que se desarrolla tras una insurrección en la sede del Congreso de Estados Unidos, un acto de violencia política impregnado de la mentira de que las elecciones de 2020 fueron robadas.

Pero la serie de acontecimientos inquietantes ha cristalizado la volatilidad que recorre el país en las últimas semanas de la campaña de 2024. Un sistema político alabado durante mucho tiempo por su resiliencia y durabilidad está a prueba, mientras las fuerzas del orden, los líderes políticos y los votantes navegan por un terreno complejo y desconocido.

En Flint, la ciudad de Michigan donde una crisis de agua contaminada se convirtió en un símbolo de la ineptitud del gobierno hace casi una década, algunos de los que se reunieron para un evento de Trump esta semana parecían casi resignados a una nueva y peligrosa normalidad.

“Creo que probablemente volverá a suceder”, dijo John Trahan, de 62 años, de Grand Blanc, Michigan, sobre la perspectiva de otro intento de asesinato.

Estados Unidos ha enfrentado desafíos antes

La nación ha enfrentado enormes desafíos antes, desde la Guerra Civil hasta una elección presidencial decidida por la Corte Suprema. Hubo dos asesinatos y una ola de disturbios mortales antes de las elecciones presidenciales de 1968.

Pero el historiador presidencial Douglas Brinkley, de la Universidad Rice, dijo que este momento es notable porque fusiona la desconfianza generalizada hacia el gobierno con la proliferación de teorías de conspiración que circulan en internet. Días antes de que un hombre armado acampó afuera de un campo de golf de Florida donde Trump jugaba el domingo, el candidato republicano declaró sin pruebas que los inmigrantes haitianos en Springfield, Ohio, se estaban comiendo las mascotas de la gente.

“Hay una especie de incertidumbre en todo el país”, dijo Brinkley, y el incidente en West Palm Beach “toma una elección ya tensa cuando la democracia está en juego y echa gasolina a la situación”.

Internet proporciona gran parte de ese combustible. El Partido Libertario de Nueva Hampshire publicó en las redes sociales la madrugada del domingo que “cualquiera que asesine a Kamala Harris sería un héroe estadounidense”. El grupo eliminó el mensaje sin condenar completamente la violencia política.

“No somos ‘no violentos’”, escribió el grupo en una publicación el lunes. “Es moralmente correcto utilizar la violencia para detener la agresión”.

Elon Musk, el propietario de la red social X, compartió el miércoles un informe falso de que se habían encontrado explosivos cerca de un mitin de Trump. Horas antes, Musk publicó: “A menos que Trump sea elegido, Estados Unidos caerá en la tiranía”. A principios de semana, escribió que “nadie está siquiera intentando asesinar a Biden/Kamala”.

Más tarde, Musk eliminó el tuit sobre el asesinato e insinuó que estaba bromeando, pero millones de personas vieron la publicación.

La campaña avanza

A pesar de todo, la campaña presidencial avanza y se acerca el día de las elecciones, el 5 de noviembre.

Harris rápidamente condenó el incidente de Florida y llamó a Trump para ofrecerle su apoyo. Los demócratas en Washington se están uniendo a los republicanos para presionar por una mayor seguridad en torno al expresidente.

Pero el equipo de Harris no baja el tono de su advertencia de que una segunda presidencia de Trump representa una amenaza para la democracia. Durante una entrevista el martes con la Asociación Nacional de Periodistas Negros, Harris señaló que Trump no es el único que se preocupa por la seguridad.

“Hay demasiadas personas en nuestro país en este momento que no se sienten seguras”, dijo Harris. “No todo el mundo tiene al Servicio Secreto”.

“Los miembros de la comunidad LGBTQ no se sienten seguros en este momento, los inmigrantes o las personas con antecedentes migratorios no se sienten seguros en este momento”, continuó. “Las mujeres no se sienten seguras en este momento”.

Mientras tanto, Trump y algunos de sus aliados continúan sembrando divisiones, un cambio marcado respecto de sus breves llamados a la unidad inmediatamente después del intento de asesinato en un mitin en Pensilvania en julio.

Fox News Digital publicó comentarios en los que Trump, sin pruebas, culpaba al presidente demócrata Joe Biden y a Harris por el incidente del fin de semana en su campo de golf y sugería que sus críticas hacia él habían impulsado al presunto pistolero. Luego, Trump publicó en X que Harris, la candidata presidencial demócrata, era comunista y “ha llevado la política en nuestro País a un nivel completamente nuevo de Odio, Abuso y Desconfianza”.

“¡Debido a esta Retórica Comunista de Izquierda, las balas están volando y la situación sólo empeorará!”, advirtió Trump.

Harris denunció el frustrado ataque contra Trump y mantuvo una breve conversación telefónica con él el martes en la que agradeció que estuviera a salvo y condenó la violencia política. Trump describió la llamada como “muy agradable”.

Dado que la votación anticipada ya se está desarrollando en algunos estados, se avecinan más desafíos potenciales. El FBI y otras agencias federales dijeron el miércoles que hackers iraníes intentaron ofrecer a la campaña de Biden información robada de la campaña de Trump, enviando correos electrónicos no solicitados a personas relacionadas con el presidente antes de que abandonara la contienda en julio.

No hay evidencia de que alguno de los destinatarios haya respondido, dijeron los funcionarios, pero el hecho, de todos modos, plantea la posibilidad de interferencia extranjera en las elecciones.

La campaña de Harris dijo que ha cooperado con las autoridades desde que se enteró de que personas asociadas con el equipo de Biden estaban entre los destinatarios de los correos electrónicos. Pero la campaña del candidato republicano respondió presionando a Harris y Biden para que “aclaren si utilizaron el material hackeado que les dieron los iraníes para dañar al presidente Trump”.

En Michigan, los leales a Trump han aceptado su ira. En algunos casos tienen miedo.

Kathy Hutchons, de 68 años, de Waterford, Michigan, dijo que la inminente amenaza de más violencia contra Trump era “un poco aterradora”.

Sus amigos en la fila para el mitin de Trump en Flint dijeron que estaban revisando árboles en busca de signos de amenazas. Miraron con recelo el dron que los sobrevolaba, aunque los funcionarios de seguridad confirmaron más tarde que era una de sus medidas de seguridad.

“Mi esposo dijo: ‘No sé si voy a dejarte ir a esto hoy’”, dijo Hutchons. “Le dije: ‘No tienes otra opción’”.

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Los periodistas de The Associated Press, Eric Tucker, en Washington, Michelle L. Price en Nueva York y la editora de encuestas de AP Amelia Thomson-DeVeaux en Washington contribuyeron a este informe.