Sirvieron comida, estudiaron con becas y persistieron. Libro destaca a cubanoamericanas triunfadoras

Arnhilda Badía era una adolescente cuando casi la arrestan por repartir estampitas religiosas en los años 1960 en Cuba. Eran los tiempos que el castrismo la emprendía contra la Iglesia Católica, expulsaba sacerdotes y monjas y cerraba colegios como las Dominicas Francesas, al que ella asistía.

A la amiga que la acompañaba la atraparon, pero ella logró escapar a toda marcha en bicicleta, recuerda Badía, que a los 18 años, en 1964, se marchaba de Cuba con un bebé en brazos –rumbo a México–, después que le confiscaron la farmacia a su padre y una finquita que tenía la familia en las afueras de La Habana.

Esta es solo una muestra del valor y los diversos caminos recorridos por las mujeres cubanoamericanas, y de Badía en específico, quien recoge en el libro Cuban American Women: Making History la historia de 54 cubanoamericanas que, como ella, han triunfado en Estados Unidos, pero que sobre todo han hecho importantes contribuciones a la comunidad, se han mantenido fieles a sus raíces y han trasmitido sus valores y tradiciones a sus hijos.

Persistencia, disciplina y gratitud

Poco tiempo después de su llegada a Estados Unidos, Badía entraba a la Universidad de North Carolina en Chapel Hill, para hacer un doctorado en Lingüística, y lo combinaba con su tarea de madre, que todo el que haya hecho un doctorado y una tesis criando una familia sabe que es una proeza.

Luego siguió una carrera destacada como profesora, ocupó posiciones en Tallahassee y en la Universidad Internacional de la Florida, impulsó el bilingüismo, trabajó de cerca con el Comisionado de Educación de la Florida y entró en la política, inspirada por Jeb Bush, y llegó a ser representante estatal (1984-1988).

“Era muy idealista”, recuerda Badía, que se siente satisfecha de que pudo impulsar varios proyectos y dejar un legado en Miami-Dade, que se puede apreciar en el Dr. Armando Badia Senior Center en Flagami Park. “Le prometí a los adultos mayores un centro, y conseguí el terreno y es un honor haber podido hacerlo y que lleve el nombre de mi padre”, dijo a el Nuevo Herald.

Arnhilda Badía, autora del “Cuban American Women: Making History”, expresó que para elegir a las 54 mujeres cubanoamericanas triunfadoras tuvo en cuenta, además del éxito profesional, su aporte a la comunidad, su orgullo de ser cubanas y que trasmitieran sus tradiciones a sus hijos. El libro se presentó el jueves 25 de enero en la biblioteca Otto G. Richter de la Universidad de Miami en Coral Gables.

La persistencia fue una de las características que más la impresionaron al resumir la biografía de las cubanoamericanas que habitan este libro inspirador, dijo Badía, mencionando una de las historias que se quedaron con ella en el proceso.

La empresaria, publicista e impulsora de las artes Aida Levitan, que llegó a Estados Unidos como parte de la operación Pedro Pan, estando en la secundaria en Miami Beach, trabajaba sirviendo el almuerzo en la cafetería de la escuela. Si no lo hacía, se quedaba sin comer, porque a su familia no le sobraba ni un dólar para el lunch, contó Levitan a el Nuevo Herald en una entrevista en el 2022 cuando fue incluida por la revista Forbes en su lista “Fifty over 50”, como una de las mujeres más destacadas en el campo de las finanzas en Estados Unidos.

Levitan presidía entonces la Junta Directiva del U.S. Century Bank, que aun integra.

“La mujer cubanoamericana ha sido un ejemplo de lo que pueden lograr los inmigrantes en este país”, dijo Levitan. “Ha hecho un sacrificio enorme por su familia y a la vez ha participado en la fuerza laboral, ha construido sus propios negocios y ha participado en política”.

Levitan fue parte de un panel de mujeres incluidas en el libro, que hicieron anécdotas de sus esfuerzos, que agradecieron a sus familias y mentores, y que también analizaron los retos que tradicionalmente han enfrentado las cubanoamericanas y lo que queda pendiente.

“Disciplina, coraje y autenticidad”, fue lo que destacó de las cubanoamericanas la doctorada Eneida Roldán, directora ejecutiva de la red de salud de la Universidad Internacional de la Florida, y antes presidenta y directora ejecutiva del sistema de hospitales del Jackson.

“El regalo de la gratitud, eso lo llevo conmigo y lo trasmito a mis hijos”, dijo Roldán en el salón de la biblioteca Otto G. Richter de la Universidad de Miami, que alberga la Cuban Heritage Collection, fundada por Esperanza Bravo de Varona, quien, junto a Celia Cruz, es una de las dos cubanoamericanas que reciben un reconocimiento póstumo en el libro.

Roldán agradeció a su abuela por alimentar desde pequeña sus deseos de convertirse en médico, y la escritora Uva de Aragón, también destacada en el libro, reconoció como inspiración a su tía Sara Hernández-Catá, “una mujer liberal y liberada”, que en La Habana de los años 1940 y 1950 fue una suerte de embajadora de la cultura, anfitriona de intelectuales cubanos y extranjeros.

“Fumaba en una larga boquilla, andaba para todas partes en guagua y dormía desnuda”, contó De Aragón en el panel.

“Es siempre un aporte importante la celebración de mujeres que se han destacado en diversas profesiones y ramas de la cultura. Me honra estar incluida en este libro. Sé que hay muchas cubanamericanas en el campo de la literatura que lo merecen tanto o más que yo. Es en nombre de todas ellas que acepto esta distinción”, dijo De Aragón, que se calificó como una “rara avis que se empeña en escribir en español en un país de habla inglesa”.

“Escribo para burlar la muerte. Para que alguien me lea cuando ya no esté”, dijo De Aragón, prometiendo que, como no pudo celebrar sus Quince, porque eran los tiempos más duros de su llegada al exilio, planea hacer una gran fiesta cuando cumpla 80 años.

La filantropía de cubanos exiliados

No solo las palabras de las mujeres reconocidas en el libro y su extenso currículo de servicio a la comunidad, como es el caso de la filantrópa Ana Veiga Milton, presidenta de la José Milton Foundation, inspiran, sino que en los detalles de su biografía está el mensaje de esperanza para los jóvenes. Veiga Milton se convirtió en ingeniera y abogada gracias a generosas becas que pagaron sus estudios en la Universidad de Miami.

Ana Veiga Milton (centro), presidenta de la José Milton Foundation, habla en un panel en la biblioteca de UM sobre el libro que incluye 54 biografías de cubanoamericanas destacadas, “Cuban American Women: Making History” , en la que también se destacan Aida Levitan, como empresaria, y Uva de Aragón, como escritora.
Ana Veiga Milton (centro), presidenta de la José Milton Foundation, habla en un panel en la biblioteca de UM sobre el libro que incluye 54 biografías de cubanoamericanas destacadas, “Cuban American Women: Making History” , en la que también se destacan Aida Levitan, como empresaria, y Uva de Aragón, como escritora.

Uno de sus objetivos es demostrar y reconocer la generosidad de los cubanoamericanos, que se inicia con la familia, se practica también en la iglesia y deja huella en la vida pública, dijo Veiga Milton, que también integró el panel.

Como presidenta de la fundación que rinde homenaje al legado de su suegro, José Milton, un arquitecto cubano de origen libanés que triunfó en Miami como urbanizador, Veiga Milton enfatizó que son dos familias cubanoamericanas, la de ella y su esposo Cecil, las que impulsan los donativos y que por eso la fundación mantiene el acento en el nombre.

Las mujeres tienen que promover a otras mujeres

En el evento de celebración en la Universidad de Miami también se señalaron los retos de las cubanoamericanas, que comparten con otras latinas, como la desigualdad salarial, que cuesta a las latinas $1 millón a lo largo de su vida profesional, según el National Women’s Law Center.

“No hay equidad entre los sueldos que se pagan a los hombres y las mujeres”, dijo Badía, sobre la que fue una de sus batallas desde su posición de representante estatal en Tallahassee, una diferencia que notó desde los claustros universitarios, donde los académicos hombres son mejor remunerados.

Badía resaltó la necesidad de hacer cambios o leyes nuevas a nivel federal para lograr un pago equitativo que se base en las cualificaciones y títulos universitarios.

Levitan expresó que, a pesar del “talento, la capacidad y la iniciativa de las cubanoamericanas, muchas veces son “invisibles”, y a veces son discriminadas hasta por sus compatriotas hombres.

Uno de los aspectos más significativos es la falta de representación de las cubanoamericanas –y de las hispanas en general– en la junta directiva de empresas e instituciones culturales y sociales del sur de la Florida, dijo Levitan, demostrando con cifras la composición de las juntas de estas instituciones y la escasa presencia de cubanoamericanas.

“En Miami faltan mujeres en los centros de poder”, dijo Levitan, poniendo como ejemplo, la Comisión de la ciudad de Miami, que no tiene una comisionada hispana, o la comisión condal, que solo cuenta con Raquel Regalado, incluida en el libro.

Levitan lamentó que no exista una organización que agrupe a cubanoamericanas, al estilo de la Coalition of Hispanic American Women, (CHAW), de la que fue cofundadora en 1978. Expresó la necesidad de una nueva generación que cree este tipo de organizaciones y se ofreció para servir de mentora.

“Las mujeres tenemos el deber de, cuando adquirimos una posición de poder, traer a una mujer”, dijo Levitan.

La periodista y profesora Olga Connor, destacada en el libro en el apartado de literatura, concordó en que las mujeres deben promover a mujeres y ayudarlas al avanzar en sus carreras. “Eso lo aprendí de las feministas”, dijo Connor.

Liliam M. López, Eneida Roldán, Aida Levitan, Ana Veiga Milton y Uva de Aragón, integraron el panel sobre el libro “Cuban American Women: Making History” el 25 de enero en la Otto G. Richter Library de la Universidad de Miami, Coral Gables.
Liliam M. López, Eneida Roldán, Aida Levitan, Ana Veiga Milton y Uva de Aragón, integraron el panel sobre el libro “Cuban American Women: Making History” el 25 de enero en la Otto G. Richter Library de la Universidad de Miami, Coral Gables.

Sus méritos tienen que llegar más allá de Miami

El libro incluye, entre otras a Ileana Ros-Lehtinen; María Elvira Salazar; Gloria Estefan; la jueza Bertila Soto, la astronauta Serena Auñon Chancellor; la diseñadora Yas González; Madeline Pumariega, presidenta del Miami Dade College; Liliam M. López, presidenta y directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Hispana del Sur de la Florida, que presidio el panel en la biblioteca de UM; Josefina Carbonell, cofundadora del Centro de Actividades y Nutrición de La Pequeña Habana, que fue secretaria adjunta para temas del Envejecimiento del Departamento de Salud y Recursos Humanos.

La compañía Independent Living Systems, de la que Carbonell es vicepresidenta adjunta, donó los fondos para que Cuban American Women: Making History se traduzca al español.

Badía eligió escribirlo en inglés para difundir los éxitos de las cubanoamericanas fuera de Miami y a un mayor espectro de lectores.

La cineasta Adriana Bosch, también reconocida en el libro, enfatizó que hay que contar en el cine historias de mujeres, y también dar a conocer los logros y retos de las cubanoamericanas más allá de la comunidad.

“Hay que ser persistente e insistente, que la historia se cuente una y otra vez”, dijo la directora de documentales para PBS como American Comandante (2015) y Letters to Eloisa.

“Tenemos que dar fondos para nuestras cineastas, para nuestros artistas, para contar la historia del exilio y preservar nuestra identidad”, dijo Bosch, narrando las dificultades que encuentra en sus propósitos de contar historias poco conocidas por el mainstream norteamericano.

Sylvia Iriondo, destacada en el libro por su labor como defensora de los derechos humanos, en especial de activistas y presos políticos cubanos, quiso recordar, desde el público, “a las mujeres que no están con nosotros hoy”, a las pioneras del exilio, a las madres y abuelas que se convirtieron muchas veces en sostén de los exiliados que en la actualidad cosechan triunfos y a quienes dieron educación y trasmitieron sus valores.

Cuban American Women: Making History, edición revisada, se puede adquirir en Amazon.