Sindicato de Bomberos de Hialeah declara punto muerto en negociación para restaurar jubilaciones

El sindicato de los Bomberos de Hialeah declaró el miércoles un impasse o punto muerto por la incapacidad de ponerse de acuerdo con representantes de la ciudad para alcanzar un acuerdo contractual de tres años, tras 11 horas de discusión, luego de 12 meses de negociaciones.

El principal objetivo del sindicato es obtener la “restauración de las jubilaciones que nos fueron robadas en 2019”, explicó Eric Johnson, presidente del gremio.

En 2019, bajo el gobierno de Carlos Hernández, la ciudad eliminó las jubilaciones para sus empleados, excepto la de los bomberos y policías, a quienes les cambió la fórmula del cálculo, utilizando el salario base del promedio del salario más alto de los últimos cinco años. Esta modificación implicó una pérdida de alrededor de $500 al mes.

Los representantes de la ciudad, Elsa Jaramillo-Velez, directora de Recursos Humanos, Ruth Rubí, directora de Finanzas y Timothy Benjamin, auditor interno, llegaron a la discusión con la propuesta de restaurar la jubilación de 18 de los 87 bomberos que se vieron afectados por el recorte de sus beneficios bajo la administración de Hernández.

Benjamin explicó que la ciudad “está pensando en responsabilidad fiscal no solo de este año, sino de los próximos cinco años. Estamos pensando en cómo la ciudad puede enfrentar cualquier situación económica en el futuro”, dijo. “El alcalde (Esteban Bovo Jr.), no quiere proveer beneficios que después tenga que quitar”.

Para el gremio, que busca restaurar las jubilaciones perdidas de todos los afectados, ese ofrecimiento fue insuficiente.

Johnson comentó que hay “137 bomberos afectados por el ilegal congelamiento de las pensiones, pero hay 85 bomberos que perdieron aproximadamente 40% de sus pensiones, tenemos 209 bomberos en total y ¿ustedes solamente proponen restaurar las pensiones a 18 de ellos?”.

Los bomberos de Hialeah son ‘víctimas de su propio éxito’

Casi 100 bomberos asistieron a la negociación vistiendo camisetas rojas que decían en su parte posterior “víctimas de nuestro propio éxito”, por la frustración que tienen de que en 12 meses de negociación no les hayan restaurado las jubilaciones.

Johnson explicó que el lema de la camiseta tenía que ver con la frase que uno de los negociadores les dijo en una reunión previa “ustedes son víctimas de su propio éxito, porque siempre lo hacen funcionar. Con camiones dañados, pobres condiciones de trabajo, los bomberos siempre lo hacen funcionar, porque nunca permitirán que la ciudad fracase”.

Bárbara González-Tamburello, bombero y adiestradora canina, explicó “somos víctimas de nuestro propio éxito porque hacemos lo mejor posible con lo poco que nos dan y no nos dan los beneficios que merecemos”.

González-Tamburello, a pesar de ser una de las 18 bomberos que podría haberse beneficiado de la propuesta dijo a el Nuevo Herald “no estoy de acuerdo, no es justo. Ya nos han quitado demasiado”, acotó. “Podría retirarme en cuatro años si en este contrato nos restituye las jubilaciones o en el próximo, sino me jubilaré con una pensión 40% menor a lo esperado cuando me contrataron”, dijo.

Hialeah tiene un ‘hueco’ fiscal de $19 millones

De acuerdo con información que el Departamento de Finanzas le dio al sindicato, a la ciudad le costaría anualmente $1,168,340 restituir los cambios que se hicieron el 12 de noviembre de 2019, que afectó las jubilaciones de los bomberos drásticamente.

Sin embargo, en la audiencia pública la directora de finanzas dijo que el 90% de los ingresos de Hialeah se van en compensaciones salariales, aunque en el presupuesto del año fiscal 2023 no hay un desglose de cuánto ganan los empleados en la ciudad.

Ruth Rubí, directora de Finanzas de Hialeah, junto con Timothy Benjamin, auditor interno de la ciudad y Elsa Jaramillo-Velez, directora de Recursos Humanos, aseguró al sindicato de bomberos que la ciudad tiene un hueco financiero 19 millones de dólares y no está en capacidad de cumplir todas sus solicitudes en el contrato sindical
Ruth Rubí, directora de Finanzas de Hialeah, junto con Timothy Benjamin, auditor interno de la ciudad y Elsa Jaramillo-Velez, directora de Recursos Humanos, aseguró al sindicato de bomberos que la ciudad tiene un hueco financiero 19 millones de dólares y no está en capacidad de cumplir todas sus solicitudes en el contrato sindical

Rubí continuó “ahora no estamos en capacidad de descongelar todo (las jubilaciones). La ciudad no puede pagarlo. Tenemos un hueco de $19 millones en el presupuesto y vamos a usar $17 millones de ARPA (Ley del Plan de Rescate Estadounidense) para cubrirlo“.

Bajo ese argumento, Johnson replicó “entonces la ciudad no puede tener un departamento de bomberos, déjennos ir al condado (Miami-Dade)“, dijo. “Unos 40, 50 bomberos nos queremos jubilar, no por el trabajo que hacemos sino por cómo la ciudad nos está tratando”, acotó.

Danny Cruz, oficial de beneficios del gremio de bomberos advirtió “pacientemente hemos esperado 12 meses pero somos el único gremio de la ciudad que no tiene un contrato renovado, queremos regresar al momento de las jubilaciones de 2019, no estamos pidiendo más”.

“Detengan el derrame de personal, somos la única ciudad del condado con departamento de bomberos sin perspectiva de pensiones. Yo me gané mis beneficios, pero nos los robaron”, dijo Johnson.

Miembros del sindicato de bomberos de Hialeah muestran su frustración ante un debate de 11 horas, luego de 12 meses de negociaciones con representantes de la ciudad, que finaliza en punto muerto
Miembros del sindicato de bomberos de Hialeah muestran su frustración ante un debate de 11 horas, luego de 12 meses de negociaciones con representantes de la ciudad, que finaliza en punto muerto

De acuerdo con el exalcalde Raúl Martínez “es gravísimo e increíble que con todo el dinero que está entrando a la ciudad, producto de las construcciones, no haya para pagarle a los bomberos”.

A su juicio, es un riesgo para los residentes de Hialeah que el Departamento de Bomberos siga perdiendo empleados que prefieran irse a otras ciudades.

Actualmente, la cifra de empleados en el departamento es inferior al año 1979, cuando había 222 bomberos activos. En 2007 tenían un equipo de 323 bomberos y ahora solo son 209.

“Hemos reducido nuestros estándares en la contratación de EMT (Técnicos en Emergencias Médicas). Todos los paramédicos se van a otros lugares”, explicó Johnson a el Nuevo Herald.

El líder sindical precisó que los técnicos de emergencias estudian tres meses en la escuela y tardan un año en convertirse en paramédicos donde pueden atender a un paciente y administrar medicamentos, pero ante la escasez de personal, “Hialeah ahora está pagando para que los EMT se entrenen para convertirse en paramédicos”.

Una frase que acabó con la perspectiva de acuerdo sindical

Durante la negociación, donde ambas partes mostraban intención de querer cerrar el acuerdo, un comentario que hizo la directora de Finanzas dio la estocada final.

En la negociación, los bomberos pedían también un 3% de aumento para el equipo de buzos que hacen rescates bajo el agua, ante lo que Rubí preguntó “¿cuánto vale una llamada (de emergencia) de buceo?, ustedes casi no entran al agua. ¿Unos $30 bisemanal?”.

Su comentario generó reacciones de todos los bomberos presentes y aquellos que veían por Zoom la negociación, quienes consideran que “la ciudad no tiene consideración con nuestro trabajo, somos solo números”.

Ante este planteamiento, Johnson le preguntó: “¿Cuánto vale salvar un paro cardíaco de un cónyuge moribundo o de un niño? ¿Cuánto cuesta un rescate como el del 9/11, que rara vez sucede? ¿Cuánto vale un rescate como el de Champlain Towers, que casi nunca pasa?”.

Johnson cerró la negociación diciendo que ambas partes estaban muy distanciadas y que iba a dejar en punto muerto los dos artículos que para su gremio eran innegociables: sueldo y pensiones.

“Vamos a buscar una manera de restaurar lo que se perdió (las pensiones) para estos 85 bomberos. Si ustedes no pueden pagarlo ahora, ¿qué les hace pensar que puedan en dos o en cinco años?”, preguntó Johnson.

Johnson dijo que su intención es llevar al concejo de la ciudad en agosto o septiembre este contrato, para que sean ellos quienes decidan, después de escuchar a ambas partes, cómo mejorar las condiciones salariales y pensiones del Departamento de Bomberos.