Sifonóforo, el sorprendente organismo de 45 metros de largo hallado en el fondo del mar de Australia

Sifonóforo
Los sifonóforos apenas alcanzan el grosor de un palo de escoba.

Parece un cable luminoso tendido de forma curiosa en el mar.

Pero en realidad se trata de un ser vivo. Más precisamente, de un sifonóforo, una colonia flotante de pequeños seres traslúcidos que llegan a extenderse por grandes longitudes.

La mayoría de sifonóforos miden unos 40 metros de largo.

Pero en marzo, la expedición Ningaloo Canyons, del Instituto Schmidt del Océano, encontró un ejemplar que mide 45 metros en los cañones marinos cercanos a la costa oeste de Australia.

Este sifonóforo es "aparentemente el animal más largo jamás registrado", según dijo el instituto en un comunicado reciente.

Pero ¿qué son los sifonóforos y cómo viven?

Grosor de un palo de escoba

Los sifonóforos son organismos invertebrados formados por zooides o pequeños organismos individuales asexuados que cumplen tareas distintas dentro de la colonia.

"Mira este hermoso *gigante* sifonóforo Apolemia registrado en la expedición #NingalooCanyons. Parece probable que este espécimen sea el más grande jamás registrado, y ubicado en una extraña postura de alimentación tipo ovni", tuiteó el Instituto Schmidt sobre su hallazgo.

Es por eso que el Acuario de la Bahía de Monterey, California, describe a los sifonóforos como "una colección de piezas con funciones altamente especializadas".

"Algunas partes atrapan presas, otras digieren los alimentos, algunas partes se reproducen y otras dirigen la acción nadando", detalla el acuario.

Los que tienen a cargo la función de reproducirse se clonan miles de veces en los distintos cuerpos especializados que se unen para trabajar en equipo, explica el Instituto Schmidt.

Los sifonóforos apenas alcanzan el grosor de un "palo de escoba", describe el acuario. También son seres bioluminiscentes, es decir, producen su propia luz.

Es poco probable que veas a los sifonóforos en su hábitat natural, pues viven entre los 700 y 1.000 metros de profundidad en el mar.

La expedición Ningaloo Canyons encontró el sifonóforo de 45 metros gracias a un robot submarino dirigido a distancia.

Las biólogas Nerida Wilson y Lisa Kirkendale, participantes en la expedición, le dijeron a Science Alert el 8 de abril que este robot fue el que estimó la longitud del organismo, por lo que todavía debía ser medido formalmente.