Siete valientes venezolanas cuentan cómo les mataron a sus familiares en ejecuciones extrajudiciales
Son mujeres comunes y corrientes. Viven en humildes comunidades de Venezuela. Pero lo que verdaderamente une a Olga Meza, Aurora Rodríguez, Eloísa Barrios, Jennifer Rotundo, Glory Tovar, Elibeth Pulido y Yarelis Guerrero es que les mataron a los suyos. Y que quienes lo hicieron fueron policías o militares. Así lo denunciaron en el especial Disparos al corazón, del portal La vida de nos.
Los cuerpos de seguridad del Estado venezolano están en la mira de ONG de derechos humanos por el cada vez más extendido patrón de las ejecuciones extrajudiciales. Es un fenómeno que se viene denunciando desde los años 90 del siglo pasado, pero que ha adquirido dimensiones alarmantes en los últimos años: la organización Cofavic documentó 6 mil 385 casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales, entre 2012 y el primer trimestre de 2017. Esto es, en promedio, 101 casos al mes.
La vida de nos invitó a Olga, Aurora, Eloísa, Jennifer, Glory, Elibeth y Yarelis a que escribieran ellas mismas sus historias. Para eso, el portal les asignó como acompañantes a periodistas y escritores que las guiaron a lo largo de dos meses. Fueron varias sesiones de conversación y revisión de los textos –escritos a mano, en computadoras y teléfonos móviles–, así como de documentación audiovisual. En el proyecto participaron 28 personas en total. La selección de las mujeres se hizo con el apoyo de Cofavic, que además de compartir sus datos sirvieron de enlace con las víctimas.
A Olga Meza le mataron a su hijo, igual que a Elibeth Pulido y Jennifer Rotundo. A Glory Tovar, además de dos hijos le mataron a dos sobrinos. A Yarelis Guerrero le asesinaron a un hermano y un tío. Aurora Rodríguez, en cambio, perdió a un hermano, un sobrino y cuatro primos. Y a Eloísa Barrios, cuyo asombroso caso es conocido en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la han dejado sin cuatro hermanos y siete sobrinos.