Chile evalúa daños después de terremoto que causó seis muertos

Miles de personas regresaban a sus casas en el norte de Chile este miércoles tras la evacuación por la alerta de tsunami activada por un sismo de 8,2 grados que dejó seis muertos y daños menores pese a su potencia. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien viajó a las regiones norteñas de Arica y Tarapacá, decretadas zona de catástrofe, se reunió este miércoles con un comité de emergencia para supervisar la situación y sobrevoló las zonas más afectadas. A la luz del día, comenzó la revisión de los daños estructurales en viviendas, escuelas y hospitales, con el objetivo de garantizar la seguridad y recuperar cuanto antes la normalidad. En Iquique, la ciudad más cercana al epicentro del sismo, y en la aledaña Alto Hospicio, fallecieron por infarto y aplastamiento una mujer y cinco hombres, uno de los cuales fue identificado como ciudadano peruano. Pese a que todavía no había disponible una estimación de los daños causados por el sismo, la Oficina Nacional de Emergencias situó en unas 2.500 las viviendas dañadas en Alto Hospicio, una población con residencias más precarias que Iquique. Al amanecer, el alerta de tsunami que mantuvo evacuadas a 972.000 personas a lo largo de unos 4.329 kilómetros de costa, fue cancelada después de unas diez horas, y los vecinos volvieron a sus casas. "El proceso de evacuación fue ejemplar y se hizo sin contratiempos, lo que ha permitido proteger a las personas", dijo Bachelet. La presidenta agradeció los ofrecimientos de ayuda internacional y consideró que por el momento no es necesaria. "Hasta ahora no hemos visto que sea necesario pedir ayuda a los vecinos y países hermanos, pero sin duda que si en algún momento identificáramos necesidades así lo haremos saber", agregó. La mandataria refirió que recibió ofrecimientos de ayuda de Perú, Argentina, México y Costa Rica, entre otros países. - Más preparación y menos daños- En Iquique, se veían techos caídos, ventanales quebrados, y estantes y mercancías en el suelo en los centros comerciales, pero ningún edificio colapsado ni gran destrucción en las calles. La prioridad en estos momentos, según Bachelet, es garantizar el acceso a agua y luz en las casas, servicios que iban reponiéndose de forma progresiva durante el día. "El terremoto fue terrible y seguimos esperando un superterremoto", señaló por su parte a la AFP Jorge Reyes, un consultor de una minera estadounidense residente en Arica. La escasez de energía eléctrica y el temor a que ocurra un nuevo sismo habían desatado un frenesí entre los vecinos de Arica, al norte, por obtener pilas, linternas y alimentos. "No tengo luz en casa, tenía que viajar a Iquique y fue imposible porque suspendieron los vuelos", dijo a la AFP Carla Fernández, una químico-farmacéutica que esperaba su turno para surtirse de vituallas. Los supermercados abrieron durante la tarde y en las gasolineras de Iquique se podían ver filas de personas con garrafas para abastecerse de combustible, que era racionado a compras de unos 20 dólares. Al mediodía empezaron a reanudarse los vuelos hacia las tres capitales del norte -Antofagasta, Iquique y Arica- que habían sido cancelados durante la alerta de tsunami. Sin embargo, las carreteras para ingresar a Iquique se encontraban obstruidas por derrumbes, y lucían grietas profundas. Pese a que el tsunami que siguió al sismo fue de poca intensidad, con un ingreso del mar de unos 200 metros en Iquique, en el puerto de la ciudad hubo cerca de 80 embarcaciones dañadas, hundidas y otras arrastradas por el mar hacia el continente. "Con esta catástrofe no podemos hacer nada, quedamos cesantes y esperamos la ayuda para recuperar nuestras embarcaciones", dijo Eddy Varas, un pescador. Tras su visita a la zona, Bachelet anunció medidas de apoyo para los pescadores, y el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, aseguró que existían recursos suficientes para hacer frente a la emergencia. La minera estatal chilena Codelco, la mayor productora mundial de cobre, evacuó también una parte de sus instalaciones de procesamiento costeras, mientras el precio del cobre, del que Chile es el principal productor del mundo con un 33% de la oferta, alcanzaba este miércoles su nivel más alto en tres semanas en la Bolsa de Metales de Londres. Al ser uno de los países más sísmicos del mundo por encontrarse al límite de una falla geológica, Chile cuenta con altos estándares en construcción antisísmica, y entrena periódicamente a su población con simulacros de evacuación, que en esta ocasión funcionaron sin problemas. El sismo ocurrió a las 20H46 (23H46 GMT) del martes, con un epicentro en el mar a 89 km del suroeste de Cuya, y duró dos minutos, estremeciendo las regiones chilenas de Arica, Iquique y Antofagasta, a unos 1.800 km al norte de Santiago. - Fuerzas Armadas a cargo - Pese a la experiencia, el pánico se sintió inmediatamente. "Se reventaron las luces en las calles, la gente salió corriendo aterrada. Después del terremoto hubo varias réplicas", dijo a la AFP Verónica Castillo, en Arica. Alertas de tsunami fueron emitidas también la noche del martes en Perú, Ecuador y Honduras.En Japón, una ola de 40 centímetros tocó el jueves a las 07h38 locales (22H38 GMT del miércoles) la costa de la prefectura de Iwate (noreste), anunció el servicio meteorológico, que había lanzado una advertencia de tsunami por el terremoto en Chile.Esta vez, Bachelet tomó inmediatamente la decisión de enviar a las Fuerzas Armadas a la zona afectada para garantizar la seguridad y evitar posibles saqueos, como ocurrió tras el terremoto y tsunami del 2010 en el centro sur del país, que dejó más de 500 muertos y daños en infraestructura por unos 30.000 millones de dólares.En esa ocasión, el gobierno de Bachelet -durante su primer mandato- descartó un alerta de tsunami por informes técnicos erróneos, tras lo cual, muchas personas regresaron a zonas bajas y fallecieron arrastradas por las olas.Hasta ahora se han registrado 20 réplicas menores y las autoridades advirtieron sobre otras "por varios días".