La sequía devasta los campos de maíz y girasol en Rumanía

La sequía devasta los campos de maíz y girasol en Rumanía

Rumanía se enfrenta a una crisis agrícola sin precedentes debido a una de las peores olas de calor de su historia. El país está experimentando temperaturas extremas que han superado los 40 grados centígrados en julio, causando estragos en los cultivos, especialmente en los de girasol y maíz.

Los agricultores rumanos están viviendo una situación crítica. En regiones como Oltenia, al sur del país, los productores se han visto obligados a adelantar la cosecha de girasol tres semanas respecto a años anteriores. La sequía está secando las plantas en los campos, comprometiendo seriamente la producción.

Dumitru Bita, agricultor del pueblo de Castranova en el condado de Dolj, describe la gravedad de la situación: "Si en un año bueno ganábamos unos 2.500 -3.000 kilos por hectárea, este año esperamos llegar a los 1.000 kilos, aunque por lo que podemos ver aquí, seguro que no llegaremos a eso". Otros agricultores, como Iulian Groza del pueblo de Leu, temen que ni siquiera puedan cubrir los gastos de producción.

Las autoridades agrícolas estiman que cerca del 65% de los cultivos de girasol en el condado de Dolj han sido afectados por la sequía. La situación es igualmente grave en otras partes del país, como el condado de Galati, donde no ha llovido en tres meses, provocando que el lago Talabasca se haya quedado prácticamente sin agua.

Medidas de emergencia y apoyo gubernamental

Ante esta crisis, el Gobierno rumano ha anunciado medidas de apoyo para los agricultores afectados. El ministro de Agricultura, Florin Barbu, ha declarado que los productores recibirán indemnizaciones de entre 200 y 250 euros por hectárea de cultivos dañados. Según la agencia nacional de noticias Agerpres, los fondos totales estimados para compensar la sequía oscilan entre 500 y 600 millones de euros.

Además, el Gobierno planea solicitar apoyo financiero a la Comisión Europea para ayudar a los sectores agrícolas afectados. Se están considerando medidas adicionales para aliviar la presión financiera sobre las empresas agrícolas, incluyendo posibles aplazamientos en el reembolso de préstamos.

Perspectivas a futuro y advertencias meteorológicas

La Administración Meteorológica Nacional de Rumanía advierte que la sequía severa y extrema persistirá. Esta previsión augura un futuro incierto para los agricultores rumanos, quienes ya están experimentando pérdidas cercanas al 90% en algunos casos.

Adela Apostu, del Departamento de Agricultura, ha informado que se han registrado unas 300 solicitudes en relación con las calamidades de los cultivos de girasol y maíz. "Los cultivos están afectados, la gente no está satisfecha con la situación existente y sigue presentando solicitudes", explica Apostu.

La crisis agrícola en Rumanía pone de manifiesto los efectos devastadores del cambio climático en la agricultura europea. La situación actual no solo amenaza la seguridad alimentaria del país, sino que también plantea serios desafíos económicos para las comunidades rurales que dependen de la agricultura.

Si la crisis continúa podría ser necesario pensar en adaptar la agricultura rumana a un clima cambiante. Esto podría incluir la introducción de cultivos más resistentes a la sequía, mejoras en los sistemas de irrigación y la implementación de prácticas agrícolas más sostenibles.

La situación en Rumanía sirve como una llamada de atención sobre la urgencia de abordar el cambio climático y sus impactos en la agricultura a nivel global. Mientras tanto, los agricultores rumanos luchan por sobrevivir a esta crisis, esperando que las medidas de apoyo gubernamental y la solidaridad internacional puedan ayudarles a superar este momento.