"Sentimos como si nuestras casas se fueran a caer", acusan

CIUDAD DE MÉXICO, abril 18 (EL UNIVERSAL).- "Sentimos como si nuestras casas se iban a caer. Nos levantemos al escuchar cómo retumbaron las paredes", comentó Beatriz Rosales, vecina de la colonia Liberales de 1857 después de que se desplomara, la madrugada de este miércoles, una lanzadora de dovelas en las obras de construcción del Tren Interurbano México-Toluca, en inmediaciones de la Presa Tacubaya.

Cerca de las tres de la mañana del miércoles, la familia Rosales, cuyo domicilio se encuentra a escasos metros de la zona siniestrada, fue alertada ante el sonido. "Salimos como pudimos y sólo vimos una polvadera y a trabajadores corriendo", agregó Beatriz.

Alex Garabet y su esposa tienen su hogar desde hace 22 años en el cruce de las calles Ignacio Mejía y Presa Tacubaya, en la colonia Liberales de 1857, en la alcaldía Álvaro Obregón, donde cruza uno de los pilares que soportan las dovelas de El Insurgente.

"Tengo miedo que sigan construyendo y por algún descuido caiga. Mi casa se está inclinando desde que iniciaron las obras, ya son cuatro centímetros", aseguró Alex.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL dentro del domicilio, el cual se encuentra entre una calle estrecha y que únicamente divide su reja con una cortina de metal donde se construye el soporte de concreto del tren.

Alex señaló que desde que comenzaron las obras, la barda colindante al vecino se ha separado cuatro centímetros.

Comentó que fue el 22 de marzo de 2022 que acudieron a su domicilio para levantamiento de fotografías y estudio de la estructura. Desde entonces no ha recibido respuesta por parte de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse).

En la zona también se encontraba María Eugenia Castro, radioperadora del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex). "Yo me espanté cuando sólo escuché un estruendo y salí corriendo para avisarles a mis jefes lo que estaba pasando".

Ella es encargada de vigilar vía remota y por radio el pozo de la presa Tacubaya. "Yo estaba recostada, eran como las tres de la mañana cuando escuché el golpe".