Sentencian a otro hombre en Miami por atentar contra famoso diseñador de autos

Un juez sentenció el martes a 50 años en una prisión federal al hombre declarado culpable de conducir en 2019 el auto de alquiler que se usó para llevar al presunto asesino hirió gravemente a tiros a Alex Vega, el famoso diseñador de autos para las estrellas de Miami.

Aunque no hizo los disparos que dejaron a Vega al borde de la muerte, agentes federales dicen que Jaime Serrano, de 46 años, planeó el viaje de Nueva York al sur de la Florida para matar a Vega y estuvo más asociado con los confabulados y financiadores aún no identificados.

El caso ha acaparado la atención nacional porque tanto la víctima como el padre del agresor son íntimos amigos del cantante Marc Anthony, de quien no se sospecha que tenga algo que ver con el delito, aunque su nombre surgió varias veces durante la investigación y el juicio de Serrano.

Julián Jiménez, el hijo de 27 años de Marcos Jiménez —ingeniero de sonido de Marc Anthony y administrador ocasional de propiedades, según los documentos judiciales— fue condenado en agosto por disparar tres veces a Vega mientras el empresario de Kendall metía su Range Rover negro en su cochera de Kendale Lakes la noche del 27 de agosto de 2019.

Disparó ocho veces contra el vehículo, según el FBI.

Vega regresaba a casa del trabajo en su garaje de Kendall, The Auto Firm, frecuentado por muchas celebridades de alto perfil de la música y los deportes.

Jiménez se declaró culpable de los cargos, en lugar de ir a juicio. El juez Roy Altman, teniendo en cuenta que Jiménez no sometió al gobierno ni a Vega a un juicio, lo sentenció a 35 años de prisión el 1 de noviembre, en lugar de 45 años, como se pretendía en un principio.

El cómplice de Jiménez, Serrano, optó por ir a juicio, lo que dio lugar a una condena agosto por acecho interestatal, acecho interestatal con resultado de lesiones corporales graves y confabulación para usar un arma de fuego durante un delito violento.

El jurado determinó que Serrano no fue el autor de los disparos, pero tuvo un papel importante en la planificación de la operación: desde la compra de los pasajes de avión de Nueva York a Miami, hasta el alquiler de autos durante su estancia en la Florida y la obtención del arma de fuego calibre .40 que Jiménez usó para disparar a Vega.

Serrano no apretó el gatillo, pero durante la audiencia de sentencia el martes en el downtown de Miami, Altman se refirió repetidamente a él como “el arquitecto” de la confabulación para asesinar a Vega. Altman también dijo que Serrano estaba más “conectado con la gente que quería muerto al Sr. Vega”.

Ni Serrano ni Julián Jiménez han revelado nunca quién encargó el atentado contra Vega, que se hizo buen amigo de Marc Anthony en los últimos años tras renovar varios autos de la estrella de la música.

Serrano también se dedica al negocio de la música, representando y comercializando artistas, según documentos judiciales y su página en las redes sociales. Además, creció con Marcos Jiménez, según las transcripciones del juicio.

Vega habló brevemente en la audiencia del martes, diciendo que Serrano merecía el mayor tiempo legalmente permitido. Dijo en la sentencia de Jiménez que después de recuperarse físicamente de sus heridas, él y su familia siguen traumatizados por el tiroteo, y es incapaz de ir a alguna parte fuera de su casa sin un guardaespaldas.

“Quiero que este tipo vea su último día en una celda”, le dijo a Altman.

¿Cómo fue el atentado?

El FBI dijo que Serrano y Jiménez se trasladaron de Nueva York a Miami en un vuelo de American Airlines el 21 de agosto de 2019, alquilaron un Nissan Rogue azul y acecharon a Vega.

Seis días después, a primera hora de la tarde del 27 de agosto, Serrano llevó a Jiménez en el Nissan a la casa de Vega en Kendale Lakes.

Jiménez, que llevaba una mascarilla y guantes quirúrgicos y portaba una pistola que Serrano le dio cuando llegaron a Miami, salió del asiento delantero del pasajero, se acercó a Vega en su auto y empezó a disparar, según una declaración presentada con el acuerdo de culpabilidad de Jiménez.

Un testigo dijo a los agentes del FBI que a los hombres les ofrecieron $60,000 por llevar a cabo el golpe, aunque eso nunca se ha confirmado, dijo en la sentencia la abogada de Julián Jiménez, la defensora pública federal Abigail Becker.

Serrano afirmó el martes que nunca se le dijo que podía haberse declarado culpable desde el principio, evitar el juicio y posiblemente ser recompensado con una sentencia menor que la dictada por Altman.

“Si pudiera volver atrás en el tiempo, me retractaría”, dijo Serrano a Altman.

Pero Altman señaló que Serrano no solo llevó su caso a juicio, sino que poco después de que tanto él como Jiménez fueran arrestados en agosto de 2022, Serrano convenció a su cómplice más joven para que escribiera una carta en la que afirmaba que solo él había cometido el crimen, obstruyendo aún más la investigación.

Finalmente, Jiménez hizo una declaración jurada en la que afirmaba que Serrano lo había incitado a escribir esa carta.

Teniendo todo eso en cuenta, más la gravedad de intentar asesinar a Vega, Altman dijo que Serrano “perdió su derecho a salir y participar en una sociedad ordenada”.