Un Senado casi desierto y el acompañamiento de los incondicionales, el detrás de escena del mensaje de Cristina Kirchner

Cristina Fernández de Kirchner saluda desde el balcón de su despacho en el Congreso de la Nación
Cristina Fernández de Kirchner saluda desde el balcón de su despacho en el Congreso de la Nación - Créditos: @Fabián Marelli

Como en las épocas doradas de los “patios militantes” de la Casa Rosada, Cristina Kirchner se dio un baño de popularidad y salió a uno de los balcones de Senado para saludar y recibir el apoyo de los poco menos de mil militantes que se agolparon sobre la calle Hipólito Yrigoyen para seguir de cerca a la vicepresidenta ejercer su “derecho de defensa” en la causa Vialidad, por la que está acusada de comandar una asociación ilícita de corrupción con fondos públicos.

Cantar la Marcha Peronista a coro con los militantes ofició como un bálsamo para Cristina Kirchner, que fue mutando el rostro duro y tenso con el que terminó su alegato de defensa ante las cámaras por uno más relajado mientras acompañaba el ritmo del cántico de sus seguidores agitando su mano derecha.

Terminó totalmente relajada, saltando con una sonrisa a flor de labios y mientras con sus manos hacía el gesto de los dos dedos en V.

El bullicio de la calle contrastaba con los pasillos casi desiertos de un Senado en el que su actividad oficial se vio alterada por la puesta en escena montada por Cristina Kirchner. Tanto, que todas las comisiones que estaban convocadas para el día de la fecha fueron suspendidas sin mayores explicaciones.

Cristina Kirchner saluda a la militancia tras hacer su descargo público en la causa Vialidad
Cristina Kirchner saluda a la militancia tras hacer su descargo público en la causa Vialidad

Sin embargo, el discurso vicepresidencial no alteró el trajinar de los trabajadores legislativos que se acercaban hasta el Salón Azul a votar en las elecciones de delegados a la Dirección de Ayuda Social (DAS), la obra social de la Asociación del Personal Legislativo (APL), el gremio más numeroso de los empleados del Congreso.

Cristina Kirchner salió al balcón sola, quedando un paso atrás y en segundo plano dos de sus más estrechos colaboradores en el Senado: la secretaria Administrativa, María Luz Alonso, y el director general de Comunicación Institucional, Hernán Reibel, ambos militantes de La Cámpora y de máxima confianza de la vicepresidenta.

Los funcionarios formaron parte del círculo íntimo que colaboró en el armado de la logística que usó la vicepresidenta durante la hora y media que duró su exposición en YouTube.

De hecho, el balcón al que salió Cristina Kirchner es el que corresponde a la oficina que ocupa Reibel. Las dependencias de la vicepresidenta cuentan con balcón, pero sus puertas ventanas dan a la Avenida Entre Ríos que, en ese momento, no había visto alterado su habitual tráfico de día de semana por la presencia de los fervorosos seguidores kirchneristas, que se habían instalado sobre Yrigoyen desde al menos una hora antes de que Cristina Kirchner llegara al Senado.

Tampoco faltó el prosecretario Administrativo y secretario privado, Mariano Cabral, siempre presente al lado de Cristina Kirchner.

Entre los senadores kirchneristas presentes en el Palacio mientras se desarrollaba el discurso estaban Oscar Parrilli (Neuquén), Juliana Di Tullio (Buenos Aires) y Martín Doñate (Río Negro), miembros selectos del grupo de legisladores que llevan adelante las jugadas parlamentarias que se definen en el despacho de la vicepresidenta, ubicado en el primer piso del edificio del Congreso.

La ultrakirchnerista Silvia Sapag (Neuquén) y los peronistas María Teresa González (Formosa) y Carlos Espínola (Corrientes) completaron la dotación oficialista de senadores que siguieron desde sus despachos el discurso de Cristina Kirchner.