Seis facciones islamistas se unen en el mayor frente rebelde de Siria

BEIRUT (Reuters) - Las seis facciones de islamistas rebeldes más grandes de Siria declararon el viernes la formación de un nuevo frente común, la mayor alianza de combatientes de la oposición en los dos años y medio que lleva el conflicto. Diversos grupos insurgentes sirios han intentado unirse en reiteradas ocasiones, pero sus intentos habían fracasado. Comandantes islamistas dijeron en un video difundido por Al Yazira que la nueva unión no sólo busca derrocar al presidente Bashar el Asad sino crear un estado islámico. "Esta formación política, militar y social independiente pretende derrocar completamente el régimen de Asad y construir un estado islámico en el cual la soberanía del todopoderoso Alá será nuestra única referencia y Gobierno", dijo Ahmed Eissa, quien lidera las brigadas Suqour al Sham. La alianza pone en peligro el liderazgo del Ejército de Siria Libre (FSA por su sigla en inglés) laico, que estuvo considerado un paraguas simbólico para aunar a todas las fuerzas rebeldes, pero que se ha debilitado debido a luchas internas y deserciones. También podría ser un reto para el ascenso de las facciones relacionadas con Al Qaeda, que han cobrado fuerza ante el debilitamiento de otros grupos insurgentes. Entre los principales grupos que se unieron en el nuevo frente se encuentran los poderosos Ahrar al-Sham, Suqour al-Sham y el Ejército Islámico, presentes en todo Siria, así como la Brigada Tawhid, que lideró una ofensiva en agosto de 2012 en la que los rebeldes tomaron amplios bastiones de la ciudad de Alepo y otras zonas del norte de Siria. Los grupos que integran el nuevo frente no son considerados de línea tan dura como los rebeldes ligados a Al Qaeda. ACUDIR A LAS CONVERSACIONES El mandatario ruso Vladimir Putin dijo el viernes que los estados occidentales deben persuadir a la oposición siria para que asista a unas conversaciones de paz con el Gobierno de Asad, añadiendo que este diálogo debería llevarse a cabo cuanto antes. Rusia, que apoya a Asad, y Estados Unidos, que respalda a la oposición siria, anunciaron en mayo unos planes para convocar a una conferencia de paz llamada "Ginebra 2", la cual pretende terminar con la guerra civil siria. Sin embargo, aún no se ha establecido una fecha para las conversaciones. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo este mes que el plazo para el diálogo era ahora mediados de diciembre. "Rusia asumió la responsabilidad de convencer a las autoridades sirias. Hicimos nuestra parte. Depende de nuestros socios convencer a la oposición a que hagan lo mismo", dijo Putin en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro turco, Tayip Erdogan. Moscú ha sido el mayor defensor de Asad a nivel diplomático. Turquía, en tanto, ha apoyado a la oposición desde que se inició en marzo de 2011 un conflicto que ha causado más de 100.000 muertos. Putin, quien aseguró que la conversación telefónica que tuvo con Asad la semana pasada fue su primer contacto directo con él desde 2007, dijo que el líder sirio está preocupado por la crisis humanitaria que vive su país y subrayó nuevamente que los militantes islámicos son los principales culpables de la violencia que se vive en Siria. Erdogan, por su parte, sostuvo que el retraso en el diálogo de paz simplemente beneficiaba a Asad, quien a su juicio es el mayor responsable de los miles de muertos. "La población civil ha sido asesinada con aviones, helicópteros, tanques y proyectiles. En Siria, el régimen tiene la principal responsabilidad en esto", sostuvo el primer ministro turco.