La sede de ‘Nueva York Nueva Jersey’ que albergará la final de la Copa del Mundo tiene mucho trabajo por delante
El gobernador de Nueva Jersey saltó de su silla y alzó las manos muy por encima de la cabeza como si acabara de anotar el gol del triunfo en una final de Copa del Mundo. De alguna manera, así era.
El domingo 4 de febrero, reunido alrededor de un televisor en una sala del Estadio MetLife en East Rutherford, Nueva Jersey, con un grupo de colegas, familiares y amigos, el gobernador Phil Murphy vio cuando Gianni Infantino, presidente de la FIFA, anunció que el Estadio MetLife sería la sede de la final de la Copa del Mundo en 2026.
Murphy y su equipo han pasado años trabajando para conseguir el anhelado evento y ya sabían que el estadio en las praderas de Nueva Jersey sería anfitrión de al menos siete partidos en el siguiente Mundial varonil. Sin embargo, el juego de campeonato del mayor evento deportivo del mundo es el máximo premio para cualquier sede potencial.
En una entrevista telefónica realizada el lunes 5 de febrero, Murphy declaró: “Es un sueño hecho realidad. La importancia de una final de la Copa del Mundo hace que todo lo demás en los deportes globales palidezca en comparación. Estoy más que emocionado de que nos hayan honrado con el partido final”.
Se seleccionó a Nueva York Nueva Jersey (como la FIFA designó a la ciudad anfitriona) por encima de Dallas para albergar la final, aunque el Estadio AT&T en Arlington, Texas, es considerado una joya arquitectónica y el comité organizador de Dallas hizo una propuesta muy sólida. Sin embargo, el área de Nueva York, con su perfil cosmopolita, infraestructura de hospitalidad y sitios turísticos, obtuvo el honor.
La más reciente final de Copa del Mundo, en la que se enfrentaron Argentina y Francia en Catar en 2022, fue vista por un estimado de 1500 millones de personas en todo el orbe. Este Mundial tendrá lugar en 16 ciudades de Estados Unidos, Canadá y México y es el primero con la expansión a 48 naciones participantes, así que se puede esperar de manera razonable que incluso más personas vean la siguiente final. El Estadio Metlife tiene una capacidad de aforo de alrededor de 80.000 personas, pero durante el mes previo a la final del 19 de julio de 2026, los ojos de todo el planeta estarán enfocados en la región metropolitana de Nueva York.
En una entrevista realizada el miércoles, el alcalde Eric Adams mencionó: “La ciudad de Nueva York ha estado en el escenario mundial por las razones equivocadas, ya que fue la zona cero de la pandemia y otros desafíos. Esto va a demostrar que estamos de nuevo en pie y qué tan bien nos está yendo”.
Ahora viene la parte difícil.
Durante los siguientes dos años y medio, los organizadores deben asegurarse de que el Estadio MetLife sea modificado y preparado de la manera adecuada y que el área circundante pueda ser cerrada por motivos de seguridad y convertida en un tipo de Estado miniatura autónomo (con la FIFA, el órgano rector del futbol mundial, al timón de una vasta empresa comercial).
En el estadio se realizarán cinco partidos de la fase de grupos a partir del 13 de junio de 2026, otro juego en la ronda eliminatoria de 32 equipos, un encuentro de cuartos de final y, después, la final. Tanto Adams como Murphy citaron estimaciones de que la actividad económica motivada por la Copa del Mundo generará alrededor de 2000 millones de dólares para la región, así como 14.000 empleos.
Adams, quien asistió a juegos del Mundial en Catar en 2022, se dio cuenta en ese entonces cómo miles de personas ni siquiera asistieron a los juegos, pero, aun así, fueron a empaparse de la atmósfera y participar en eventos para observar los partidos al aire libre y otras actividades.
Muchos, si no la mayoría, de los fanáticos en 2026 se hospedarán en hoteles de Nueva York y tal vez visitarán atracciones turísticas, teatros, bares y restaurantes. Adams ha contemplado autobuses y vagones de metro decorados con diseños mundialistas, grandes fiestas públicas para ver los juegos en gigantescas pantallas de televisión y afirmó que la ciudad alentará a los visitantes a recorrer los cinco vecindarios para repartir la riqueza.
Adams agregó: “Garantizaremos que sea segura, nos aseguraremos de que la ciudad esté limpia y nos cercioraremos de que las personas puedan trasladarse con instrucciones reales sobre cómo explorar esta gran ciudad”.
El Comité Organizador de Nueva York Nueva Jersey para la Copa del Mundo 2026, sin fines de lucro, se estableció para contribuir a crear la propuesta y coordinar con FIFA y todas las agencias locales, estatales y federales relevantes. Sus miembros fundadores, Lauren LaRusso de Nueva Jersey y Bruce Revman de Nueva York, han estado trabajando en el proyecto desde hace años.
El mayor problema logístico que enfrenta el comité es determinar cómo la región puede hospedar de la mejor manera hasta a un millón de visitantes durante el mes que dura el torneo y que se trasladen con seguridad hacia y desde los lugares de los juegos. El acceso a las praderas puede ser complicado. No hay trenes directos desde la ciudad de Nueva York hacia el estadio. El centro de tránsito más cercano es Secaucus Junction, a kilómetros del MetLife.
El estadio es el hogar de los Gigantes y los Jets de la NFL y también albergó el Supertazón en 2014, cuando la saturación y los largos retrasos crearon graves problemas con el transporte.
Alex Ambrose, una analista de políticas en New Jersey Policy Perspective y una residente de toda la vida en Nueva Jersey, opinó: “En Nueva Jersey, pasar dos horas en el tráfico tras un evento en el MetLife es considerado como algo que tienes que vivir por lo menos una vez en la vida. El tráfico de autos por el MetLife es un desastre a punto de ocurrir”.
Los legisladores estatales asignaron 35 millones de dólares tan solo para diseñar y planear un sistema de tránsito exclusivo, ligeramente basado en el sistema de autobuses de Disney World, que creen aliviará los problemas. En los días de los juegos, los autobuses viajarían a lo largo de un camino secundario que está actualmente cerrado y en carriles exclusivos en la New Jersey Turnpike, una autopista de cuota. Si resulta ser exitoso, el sistema podría convertirse en un legado duradero de la Copa del Mundo.
La semana pasada, en la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria en Manhattan, las personas que se trasladan del trabajo a la casa tuvieron opiniones diferentes sobre cómo se vería afectado el transporte por la Copa del Mundo.
Mientras esperaba el autobús número 160, que llega al estadio, el guardia de seguridad de un hospital, quien dijo que su nombre era Muit M., señaló: “Va a ser un caos”.
No obstante, Jenna DeNinno, una editora en el programa de televisión “Inside Edition”, comentó que había estado tomando el autobús 190 a lo largo de una ruta similar durante cerca de veinte años y muy pocas veces ha encontrado problemas.
DeNinno aseguró: “Incluso cuando hay un juego de futbol americano de lunes por la noche o un concierto, no está tan mal”.
Algunos residentes se han molestado por el nombre “Nueva York Nueva Jersey”, ya que indican que no representa donde se jugarán realmente los partidos. Sin embargo, entre los anfitriones de una Copa del Mundo que se jugará en estadios de toda Norteamérica, la ciudad de Nueva Jersey no es la única. Los partidos del “área de la bahía de San Francisco” tendrán lugar en Santa Clara, California; la sede de “Boston” está en Foxborough, a poco más de 48 kilómetros en las afueras de la ciudad, y “Dallas” es en realidad Arlington, Texas.
Murphy comentó sobre el nombre: “No me molesta en lo más mínimo. No obtenemos la sede sin Jersey, pero tampoco obtenemos la sede sin la ciudad de Nueva York. Somos muy buenos, pero Nueva York es una ciudad internacional y es gran parte de esto”.
c.2024 The New York Times Company