El sector editorial en España crece tanto en papel como en digital

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En 2022 se editaron en España 57 125 títulos en papel, casi dos mil títulos más que el año anterior, con una tirada media de poco más de 3 500 ejemplares. Si se publicaron unos 206 millones de ejemplares (cerca de un 4 % más que el año anterior), se vendieron unos 178 millones de ejemplares, un 2,5 % más que en 2021.

España es una de las grandes potencias del mundo del libro. En 2023, entre las 56 editoriales de mayor relevancia mundial en términos de facturación, se encontraba (en el puesto 24) el grupo español Planeta.

¿Cuál es la situación actual de la industria editorial en español? Analizamos las oportunidades y los desafíos en un mundo en continua transformación.

Oportunidades

En general, el sector del libro está experimentando una gran revolución promovida, principalmente, por la transformación digital, que está redefiniendo la forma en que se crean, distribuyen y consumen los libros.

Gracias a los nuevos mercados digitales los editores tienen la oportunidad de acceder a nuevos consumidores y diversificar su oferta. El creciente número de hispanohablantes en todo el mundo está abriendo nuevas oportunidades de producción y consumo y, por tanto, de crecimiento y desarrollo de la industria editorial en español, la segunda lengua del mundo por número de hablantes nativos.

 

Durante décadas, el principal modelo de negocio de la industria editorial fue la venta unitaria de libros en formato impreso, con las librerías físicas como canal dominante de comercialización. Hoy en día, la mayoría de las editoriales deben considerar un ecosistema de comercialización multiformato (papel, digital y audiolibro) y multicanal (tiendas físicas de tipos tan diversos como librerías, grandes almacenes, hipermercados, ferias o quioscos, y comercio electrónico).

 

 

 

Tanto la transformación digital como la digitalización abren la puerta al desarrollo de nuevos modelos de negocio, permitiendo a las editoriales diversificar su oferta de productos y servicios. Esto incluye la impresión bajo demanda, que permite imprimir libros individualmente así como su distribución digital. A esto se añade la democratización del proceso de publicación a través de la autopublicación, que permite a los autores compartir sus historias con el mundo obviando el paso de ser fichados por una editorial.

Desafíos

Aunque el mercado hispanohablante es grande y diverso, la logística para la distribución del libro en papel sigue siendo un reto. Incluso en los libros digitales, la comercialización a través de las plataformas dominantes en el mercado deja en una posición de debilidad a las editoriales más pequeñas, que han de aceptar las condiciones dadas para acceder a esos nuevos mercados. A todo eso se suma la necesidad (según el tipo de obra) de traducir el contenido del libro a la variedad de español hablado en el mercado que se pretende alcanzar.


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Por otra parte, la piratería digital afecta negativamente a las ventas y a la viabilidad económica de las editoriales.

Dado el gran peso, todavía hoy, del modelo de negocio tradicional del libro físico, la escasez del papel y el aumento en los costes de producción se está convirtiendo actualmente en un problema para la industria, por su impacto en precios y consumo.

La inestabilidad económica y política en Latinoamérica, la recesión económica mundial, la competencia de la industria audiovisual, la proliferación de dispositivos electrónicos y el acceso generalizado a internet –que pueden alterar significativamente los hábitos de lectura– son factores que representan todo un desafío para la industria editorial.

Finalmente, al estar concentrada en manos de unos pocos grupos editoriales, la industria editorial en español podría ver reducida su bibliodiversidad. Impulsar y promover el emprendimiento empresarial de los pequeños y medianos editores podría evitar dicha reducción.

Reflexiones finales

La industria editorial en español tiene que interiorizar la estrategia de vender antes de editar. Esta estrategia es especialmente relevante cuando se trata del libro en papel. Los parámetros de una economía sostenible, que busca minimizar el impacto productivo sobre el medio, especialmente en lo relativo al consumo de papel, obliga a la reducción de tiradas y al empleo de papel certificado FSC, es decir, procedente de bosques gestionados de forma sostenible.

El sector editorial se encuentra en un momento de cambio y renovación en un mundo cada vez más digitalizado. Los editores que puedan adaptarse a este nuevo panorama estarán bien posicionados para poder seguir avanzando en el futuro en un mundo cada vez más globalizado y digitalizado.

La clave para el éxito en esta nueva era será la innovación continua y la adaptación a las cambiantes demandas de los consumidores. La adopción e implantación de herramientas y tecnologías que faciliten la creación, distribución y promoción de contenido digital y en audio serán esenciales para captar la atención de los lectores y mantenerse en la industria.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.

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Marta Magadán Díaz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.