Los secretos del panteón subterráneo del cementerio de la Chacarita: la joya oculta de Buenos Aires que es única en el mundo

Sexto Panteón: una vista desde arriba del cementerio de la Chacarita. Foto: Léa Namer
Sexto Panteón: una vista desde arriba del cementerio de la Chacarita. Foto: Léa Namer

Para muchos, Buenos Aires es -o por lo menos fue- la París de Sudamérica, y posiblemente razones no le faltan para poder asegurar esto. Las fachadas de los edificios de San Telmo, con su estilo art nouveau parisino, sumados a los edificios neoclásicos de Recoleta convierten a la ciudad en un legado de la gran arquitectura que el mundo vio nacer a fines del Siglo XIX y a inicios del XX. Sin embargo, en los puntos menos turísticos de la ciudad se esconden algunas joyas modernistas que podrían considerarse únicas en todo el mundo.

Es que en el fondo del Cementerio de la Chacarita se encuentra el Panteón Subterráneo (conocido también como el Sexto Panteón), el sueño de la arquitecta Itala Fulvia Villa que se convirtió en uno de los lugares más especiales de Buenos Aires.

Sexto Panteón: las escaleras y su lógica terminan formando un laberinto
Sexto Panteón: las escaleras y su lógica terminan formando un laberinto

“No existe en ningún otro lugar del mundo una arquitectura funeraria similar”, asegura a LA NACION la arquitecta e investigadora francesa Léa Namer, quien encabeza el proyecto Chacarita Moderna, que abarca una investigación arquitectural pluridisciplinar que tiene como objetivo compartir la magia de este lugar escondido e identificar el Sexto Panteón como una referencia de arquitectura moderna argentina.

“Lo que lo hace tan único al Panteón Subterráneo es sin dudas su escala, combinada con su organización subterránea: una necrópolis organizada sobre una parcela de 90 000 m² con galerías subterráneas que se organizan hasta en dos niveles y 12 metros de profundidad”, explica Léa antes de ponderar la figura de su arquitecta, Itala Fulvia Villa.

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El "Sexto Panteón" o "Panteón subterráneo" es un rincón desconocido para muchos porteños. Foto: Léa Namer

Nacida en 1913, Itala Fulvia Villa es una de las arquitectas más importantes de la historia argentina, sin embargo, como le ha pasado a muchas de las mujeres de su época, su legado quedó invisibilizado. Fue parte del primer núcleo del Grupo Austral (junto a Juan Kurchan, Jorge Ferrari Hardoy, Antonio Bonet) e influenció el urbanismo en la Argentina.

“Discípula de uno de los primeros urbanistas argentinos, el ingeniero Carlos María Della Paolera, ella era muy consciente de que los cambios sociales de la Argentina de la primera parte del siglo XX actuarían como una importante influencia en la evolución de la ciudad, por lo que dedicó una gran parte de su carrera a la reflexión sobre el futuro de Buenos Aires dentro de sus oficinas públicas”, explica Léa.

Sexto Panteón: si bien muchos pensaron que Clorindo Testa había sido su creador, lo cierto es que la realizadora fue la arquitecta Itala Fulvia Villa. Foto: Léa Namer
Sexto Panteón: si bien muchos pensaron que Clorindo Testa había sido su creador, lo cierto es que la realizadora fue la arquitecta Itala Fulvia Villa. Foto: Léa Namer

Cuando hablan del Sexto Panteón muchos piensan que fue Clorindo Testa quien estuvo a cargo del proyecto, sin embargo, Itala fue la verdadera jefa del proyecto. Fue la Dirección General de Arquitectura y Urbanismo de la ciudad de Buenos Aires (en la cual trabajaban entonces Itala Fulvia Villa y Clorindo Testa) la que encargó a Itala Fulvia Villa el diseño y coordinación de la obra que incluía dos panteones en dos cementerios porteños, el Sexto Panteón de Chacarita y el Gran Panteón de Flores.

El Sexto Panteón es una verdadera mole: está hecho en una parcela de 90 000 m² con galerías subterráneas que se organizan hasta en dos niveles y 12 metros de profundidad. Foto: Léa Namer
El Sexto Panteón es una verdadera mole: está hecho en una parcela de 90 000 m² con galerías subterráneas que se organizan hasta en dos niveles y 12 metros de profundidad. Foto: Léa Namer

“Clorindo no trabajó mucho tiempo sobre el proyecto porque enseguida ganó el concurso del Banco de Londres con el SEPRA y armó su propio estudio. La única publicación sobre el proyecto se registró en la revista Nuestra Arquitectura, de junio 1961. La misma menciona que Clorindo estuvo realizando ‘el bajorrelieve del vestíbulo de acceso en Flores’. Nada más”, detalla antes de agregar: “Juan Fontana, el ex-socio de Clorindo Testa, me dijo que Clorindo mencionaba una ‘participación mínima’ en el proyecto”.

Un panteón único en el mundo: moderno, brutalista... y subterráneo

Como su nombre lo indica, el Sexto Panteón no es el primer experimento de arquitectura subterránea en el cementerio de Chacarita, sin embargo, el resto no alcanza la importancia que tiene este, ya que posee una escala mucho más reducida, un solo subsuelo y una estética mucho más clásica. “Además la estética brutalista del proyecto insuflada por la arquitecta Itala Fulvia Villa le da todavía más monumentalidad a la obra”, aclara Léa.

“En 2010-2014, estuve haciendo un intercambio en la FADU. Pero fue recién en 2014, de vacaciones por Buenos Aires, que un amigo me llevó a visitar el Sexto Panteón de Chacarita”, cuenta ella sobre ese primer, se podría decir, “cara a cara”.

Moderno, brutalista y subterráneo, el panteón es único en su especie. Foto: Léa Namer
Moderno, brutalista y subterráneo, el panteón es único en su especie. Foto: Léa Namer

“Fue un impacto profundo, me emocioné frente a la espectacular e insólita organización del lugar, su estética brutalista, la luz y el silencio imperantes en ese inframundo. Ha sido la emoción más fuerte que he tenido como arquitecta visitando un edificio”, relata a LA NACION desde Francia, donde vive actualmente mientras investiga el Sexto Panteón.

“Tuve la impresión ese día de descubrir algo importante y algo que iba a cambiar mi vida. Cuando me di cuenta de que (casi) nadie conocía esta arquitectura increíble o si algunos la conocían no le atribuía valor, y cuando después descubrí que era no era un arquitecto sino una arquitecta y que su aporte había sido invisibilizado, pensé que había una historia para contar ahí”, agrega.

El Sexto Panteón regala un estilo brutalista inconfundible. Foto: Léa Namer
El Sexto Panteón regala un estilo brutalista inconfundible. Foto: Léa Namer

Vanessa Bell es periodista, escritora y divulgadora cultural. Nacida en Inglaterra, pero también con ADN argentino, decidió hace años instalarse en el país. Desde entonces, se encarga de contar en medios de todo el mundo cómo es la Buenos Aires que está fuera de los circuitos turísticos más comunes, tanto es así que creó el primer Mapa Brutalista de Buenos Aires (elaborado por una editorial inglesa y que puede encontrarse en los mejores museos del mundo como el MoMA o el MET) que cuenta con el Sexto Panteón con uno de sus paradas obligatorias.

Sexto Panteón: desconocido para muchos, es una suerte de laberinto construido para resolver una demanda por espacio en su época. Foto: Léa Namer
Sexto Panteón: desconocido para muchos, es una suerte de laberinto construido para resolver una demanda por espacio en su época. Foto: Léa Namer

“El tema es que está como muy implantado todos la idea de Recoleta como único cementerio para visitar, pero lo que tiene esta Chacarita es muy increíble: tiene toda esa parte muy decorosa y rococó de la entrada; toda esta parte antigua... y de repente te encontrás con este mega laberinto que puede abrumar un poco a la gente porque es realmente como una ciudad bajo tierra, es como una ciudad subterránea”, explica Bell. “Lo interesante es que, por mucho tiempo, se pensó que Clorindo fue el que lo hizo, la gente no sabía que en realidad la persona que llevó el diseño y llevó a cargo del proyecto fue una mujer”, señala.

Un panteón pensado para responder una necesidad muy específica

Si el de Recoleta era el cementerio de la clase alta, el de la Chacarita era el de la clase media porteña. Por lo que el Sexto Panteón se construyó para tratar de solucionar la necesidad de sepulturas, aprovechando al máximo del espacio disponible en el cementerio en medio de una época de crecimiento poblacional de la ciudad en donde había una gran demanda de lugares para el descanso eterno.

“Aparentemente, apenas se terminaban de construir los nichos de una nueva galería ya ingresaban ataúdes. Puedo imaginar que el lugar representaba el progreso y la modernidad del país en su época y que la gente quería que sus seres queridos descansaran ahí, con todo en confort moderno: luz, jardines, ascensores. Hoy en día, con la falta de mantenimiento del lugar por parte de las autoridades públicas, obviamente la situación es muy diferente y la gente elige cada vez más ir a los cementerios privados”, explica Léa Namer.

Escaleras más angostas lo diferencian, entre otros aspectos, de los otros panteones de la Chacarita. Foto: Léa Namer
Escaleras más angostas lo diferencian, entre otros aspectos, de los otros panteones de la Chacarita. Foto: Léa Namer

Cuándo se erigió es, también, una suerte de misterio: se creía que entre 1950 y 1958 había sido levantado pero la investigación de Léa Namer lo ubica más bien entre 1949 y 1966.

La protección del Sexto Panteón es uno de los grandes objetivos de Chacarita Moderna, el proyecto que encabeza Lea Narmer: “Logramos un primer paso con los colectivos de mujeres arquitectas como NuestrasArquitectas y Soyarquitecta en marzo 2022 donde el Sexto Panteón se declaró patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires”.

Sexto Panteón: lejos de ser lúgubre, tiene luz y verde a su alrededor. Foto: Léa Namer
Sexto Panteón: lejos de ser lúgubre, tiene luz y verde a su alrededor. Foto: Léa Namer

Buenos Aires, ¿la París de Sudamérica?

Si bien la imagen popular que se tiene de Buenos Aires es la de una ciudad cargada de nostalgia, la versión sudamericana de París suele terminarse cuando los turistas que llegan a la Ciudad se animan a salir de los circuitos más habituales. Y así, la creencia, se esfuma.

“El cliché está como tan establecido, este cliché del París de Sudamérica, que es como... No se esperan o no se imaginan que hubo un trasfondo y una historia tan rica del modernismo acá”, asegura Bell y agrega: “No lo pueden creer. Como que hablás de modernismo y piensan en Brasil, pero no piensan que Buenos Aires y Argentina sigan teniendo ese legado”.

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“Creo que el hecho de que Chacarita se está abriendo y que se está poniendo como de moda puede ayudar. Como que se va armando un circuito para que la gente lo descubra. Cuando yo vine a vivir acá hace 14 años, Chacarita era otra cosa, no había mucha propuesta, se está saliendo un poco de Recoleta y Palermo y los turistas quieren conocer otras cosas”, explica antes de comentar que está preparando tours brutalistas para turistas, pero también para vecinos de todo Buenos Aires.

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“Buenos Aires es sumamente ecléctica (lo veo sobre todo viniendo de París, donde hay tanta homogeneidad) y yo percibo el gigante cementerio de Chacarita como un doble de la ciudad donde las tipologías funerarias son también increíblemente eclécticas (diversidad única de tipología, materialidades, épocas de construcciones) y donde el estilo brutalista del Sexto Panteón es un estilo dentro otros”, concluye también Léa.