¿Se puede saber si han movido un cadáver sólo por los insectos?

Un cráneo humano consumido por larvas de escarabajos derméstidos. Crédito: Damien Charabidze
Un cráneo humano consumido por larvas de escarabajos derméstidos. Crédito: Damien Charabidze

Que no hay que creerse la ciencia que aparece en series de televisión y películas parece una obviedad. Y sin embargo, a base de verlo una y otra vez repetido, acabamos dando por hecho que algunas cosas son ciertas. Como por ejemplo, que gracias a los insectos que ocupan un cadáver podemos saber cuánto tiempo lleva muerto y si lo han movido.

Pero, ¿cómo de cierto es esto? Como suele ocurrir, la respuesta es “las cosas son más complejas de lo que se da a entender”. Que es lo que explica con cierto detalle un artículo recientemente publicado. La entomología forense tiene su utilidad y potencial, pero primero hay que saber qué hace realmente.

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En su trabajo, los investigadores se han centrado únicamente en un detalle, el de saber si un cadáver ha sido movido sólo observando los insectos – generalmente, larvas – que se nutren de él.

Para ello se han basado en 170 artículos publicados en el último siglo. Y la conclusión es muy clara: lo que aparece en la ficción está plagado de hechos poco fiables, conclusiones débiles y preconceptos. Vaya, que se cree lo que se quiere creer, y se cuenta lo que se necesita contar.

¿Qué quieren decir con esto? Pues que es cierto que los insectos que hay en un cadáver dan información. Pero que para realmente tener un respaldo científico, hay que hacer un estudio pormenorizado de cada caso. Estudiar el entorno, la distribución y variedad de especie en el hábitat, patrones de dispersión, temperaturas, humedad, comportamiento de los insectos, genética… y a partir de ello, sacar conclusiones.

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Pero lo que aparece en la ficción es – como es obvio y necesario para no aburrir a la audiencia – algo totalmente distinto. En base a lo que, supuestamente, ya se ha demostrado antes en sitios parecidos – y la similitud es muy, muy relativa – se hacen inferencias generales. Vaya, que con lo que aparece en un libro, manual o artículo ya se sabe todo lo que puede pasar.

Leído así, puede parecer una tontería. A nadie le va a extrañar el resultado de este estudio. Pero si se ha realizado es por un buen motivo, y es que cada vez más la gente – tanto los jurados populares como jueces y abogados – exigen resultados de entomología forense y otras ciencias relacionadas tal como aparecen en las series y películas. Viene bien que, de vez en cuando, los investigadores nos recuerden que las cosas no son tan sencillas.