Seúl celebra un Orgullo aún mas reivindicativo ante la falta de apoyo municipal

Seúl, 1 jul (EFE).- Decenas de miles de personas marcharon hoy en el desfile del Orgullo Gay en Seúl con un ánimo aún mas reivindicativo si cabe después de que el Gobierno municipal no cediera este año la plaza del Ayuntamiento para eventos relacionados.

Como cada año, la presencia policial en torno a los actos del Festival de Cultura Queer de Seúl, en el que se enmarca el desfile , fue enorme debido a la presencia de grupos cristianos que lanzan mensajes de odio e incluso han querido agredir a los participantes en el pasado.

Varios de estos colectivos se colocaron en determinados puntos por donde pasó el desfile luciendo pancartas en las que se leía "La homosexualidad no es un tema de derechos humanos, es un pecado".

Ante este tipo de mensaje los participantes del desfile respondieron con humor, canciones y mucho baile.

Muchos, sin embargo, aún prefieren que sus rostros no aparezcan en los medios por el miedo a la reacción de familia o conocidos en un país en el que aún pesan mucho los valores tradicionales y el conservadurismo y donde existen poderosos grupos de presión cristianos.

Este temor a verse expuestos no solo afecta a los participantes surcoreanos, también a muchos de otros países de Asia, una región en la que, salvo excepciones como Taiwán, la comunidad LGTBIQ apenas cuenta con representación o derechos.

Es el caso de Joy Li, una estudiante china de intercambio de 19 años que se cubre el rostro con una pancarta que reza "We are the last generation" ("Somos la última generación") mientras responde a las preguntas de EFE.

"Necesitamos preocuparnos e implicarnos para lograr que nosotros seamos la última generación que tenga que ocultarse", explica.

El hijo de Kim Jin-i pasó su infancia y adolescencia tratando de ocultar su verdadero yo.

Por eso, hace 10 años, cuando su hijo contaba 17 y los episodios de acoso en el colegio se volvían cada vez más intensos, decidió fundar la Asociación de Parientes y Familias de Personas LGTBIAQ de Corea, compuesta hoy día por unos 200 miembros.

"La sociedad surcoreana aún tiene muchos prejuicios y muy poco entendimiento de las minorías sexuales por eso estoy aquí dando la cara, para que las próximas generaciones sean mejores y lo tengan más fácil", explica.

Kim lamenta enormemente que el Gobierno conservador del alcalde Oh Se-hoon decidiera este año ceder la céntrica plaza del Ayuntamiento, donde se lleva celebrando el festival desde hace años, a un grupo cristiano para que organizara un recital de música para jóvenes.

Algo incluso peor sucedió en la ciudad de Daegu, 230 kilómetros al sureste de Seúl, el pasado 17 de junio, cuando su regidor, el también conservador Hong Joon-pyo, envió a funcionarios del consistorio a impedir la celebración del desfile del Orgullo, del que dijo que "transmite una cultura sexual incorrecta a los adolescentes".

Episodios como el Daegu y la capital surcoreana, unidos al crecimiento en Europa o EE. UU. de los movimientos reaccionarios de ultraderecha y los mensajes de odio contra la comunidad, han hecho que los participantes redoblen sus reivindicaciones este año en Seúl.

"Alcaldes como Oh o Hong son muy conservadores y solo se preocupan por los votantes cristianos y sus votos", añade Kim.

A unos 200 metros de Kim, unas 150 personas asisten en la plaza del Ayuntamiento al recital de música cristiano, donde los convocantes anuncian canciones pensadas "para evitar que se siga extendiendo por el mundo la homosexualidad".

(c) Agencia EFE