Scaloni y la tormenta del desierto que no se puede repetir

Lionel Scaloni no quiere repetir los errores que cometió antes del Mundial de Qatar
Lionel Scaloni no quiere repetir los errores que cometió antes del Mundial de Qatar

Lionel Scaloni se equivoca, como todos. Pero se repasan pocos sus errores porque, como una vez el entrenador aceptó ante LA NACION, “en el fútbol hay un mensaje muy dañino: si ganás, se permite cualquier cosa”. Lo bueno es que él no se engaña y aprende. En la antesala de la Copa América vuelven aquellos días turbulentos a poco de debutar en Qatar. Un amistoso sin destino de recuerdo le dejó una lección. La última prueba, a cinco días del estreno en el Mundial, después de un 5-0 sobre Emiratos Árabes, provocó el estallido de Scaloni: “Ya están grandecitos para saber cómo están”, gritó. Acababa de descubrir que varios futbolistas no se encontraban en su plenitud física.

Al día siguiente, en el regreso a la concentración en Doha, no dudó y cortó: intensificó las cargas y se quedaron afuera Nicolás González y Joaquín Correa. Tuvo determinación, sí, pero para enmendar la impericia que lo puso contra las cuerdas. Aquello no le debió pasar en la antesala del certamen, y si confió demasiado en sus dirigidos, también resultó un descuido. Había anunciado la lista final el 11 de noviembre de 2022, sin esperar hasta el límite reglamentario que le permitía prolongar el lapso hasta el 14 y así avanzar con las averiguaciones médicas y físicas. Confió y lo pagó. Se sometió a la desprolijidad de los llamados de última hora (entraron Ángel Correa y Thiago Almada) y cruzó los dedos por otros que también estaban tocados, como Acuña, Lautaro Martínez, Juan Foyth, ‘Papu’ Gómez, ‘Cuti’ Romero y Dybala, que con el tiempo asumió que “mintió” para permanecer en el plantel.

Germán Pezzella, en duda para ir a la Copa América por una microfractura. ¿Llegará?
Germán Pezzella, en duda para ir a la Copa América por una microfractura. ¿Llegará?

Otra vez no le iba a pasar, aunque la historia en Medio Oriente haya tenido un final feliz. Masticó bronca y aprendió. Ahí se pone a prueba el crecimiento y la evolución de un entrenador. Ahora también necesita un plantel que le ofrezca garantías para defender el título en la Copa América de los Estados Unidos. Todos deben estar sanos. Por eso esperará hasta último momento si fuese necesario –el plazo vencerá el 15 de junio, al día siguiente del último amistoso frente a Guatemala– para completar los 26 casilleros oficiales. Y si debe quedar un campeón del mundo por el camino (¿Germán Pezzella tras una fractura en el quinto metatarsiano?)... quedará.

A finales del año pasado, cuando Scaloni sembró tembladerales sobre su continuidad, quería interpelarse y convencerse sobre si tendría la energía para exigirles todavía más a los que ya habían tocado el cielo contra Francia. “Necesito pensar porque la vara está muy alta y está complicado seguir ganando, estos chicos lo ponen difícil”, susurró en las entrañas del Maracaná. Aquella explicación tomó sentido con los meses. Se quedó y les avisó que no habría licencias con (casi) nadie. Porque el primero que ya no se las puede permitir, es él.