Sanna Marin reveló por qué se convirtió en la primera ministra más joven del mundo

NUEVA YORK.- Después de anunciar que renunciaba como primera ministra de Finlandia y que se divorciaba de su marido luego de 19 años de relación, Sanna Marin viajó esta semana a Nueva York, en donde dio un potente discurso frente a decenas de miles de personas en el emblemático estadio de los Yankees.

La intervención de la primera ministra saliente fue parte de la ceremonia de graduación de la promoción 2023 de la Universidad de Nueva York, institución que le concedió el título doctorado honoris causa en ese mismo acto. También recibieron la distinción Carolyn Bertozzi, Premio Nobel de Química, la bailarina del American Ballet Theater Misty Copeland y el matemático Freeman A. Hrabowski.

Marin se dirigió a los graduados y les contó cómo y por qué se convirtió en la primera ministra más joven del mundo con 34 años.

“De joven no pensaba ser política ni primer ministra”, manifestó la funcionaria frente a la audiencia. “Al final lo hice porque quería cambiar las cosas, cambiar el mundo. Y porque me di cuenta de que también era mi responsabilidad, no la de otros”, añadió.

Prosiguió su discurso con tres consejos para los recién graduados. El primero, “tienen derecho a querer cosas y a querer que las cosas cambien”; el segundo, “querer no es suficiente, para cambiar las cosas tienen que tomar las riendas”; y el tercero, “tienen que dejar de tener miedo”.

También se refirió a temas como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, los derechos humanos y los derechos de las minorías, la igualdad de género y la justicia social. “Cosas que veía a mi alrededor y que quería cambiar”, apuntó.

“Viniendo de una familia arcoíris, quería ver una sociedad en la que todo el mundo pudiera amar a quien quisiera. Quería ver una legislación renovada sobre el matrimonio igualitario y garantizar los derechos humanos para todos los géneros. Quería acabar con las diferencias salariales entre hombres y mujeres, y quería que los padres y las madres compartieran sus permisos familiares de forma más equitativa para que las mujeres pudieran seguir sus ambiciones profesionales igual que los hombres”, declaró Marin.

“Viniendo de Finlandia, un país del norte de Europa con una naturaleza extraordinaria, quería detener el cambio climático y que las sociedades fueran más sostenibles. Quería ver una transición hacia la neutralidad del carbono y poner fin a la destrucción de nuestro medio ambiente”, continuó.

Por supuesto mencionó la guerra en Ucrania, un conflicto que Finlandia vive con intensidad ya que comparte una frontera de 1340 kilómetros con Rusia, y se ha visto afectada por la afluencia de personas así como por el impacto económico.

“La punta del iceberg de todos estos preocupantes acontecimientos es el regreso de la guerra y de la política de poder pesado a la esfera occidental, a Europa. Rusia ha roto las reglas del orden internacional que establecimos juntos después de las guerras mundiales al atacar brutal e ilegalmente a Ucrania, y al hacerlo, ha cuestionado también todas las demás reglas. Todas estas cuestiones son batallas de valores. Y todos debemos tomar partido en esa batalla. No hay término medio”, estimó.

Por último habló de los avances tecnológicos y se refirió específicamente a la inteligencia artificial, un tema que cada vez toma más relevancia en la agenda política por las preocupaciones sobre su potencial impacto en el mercado laboral, entre otros ámbitos.

Marin enumeró retos como la protección a la privacidad, la reproducción de estructuras discriminatorias y los posibles usos indebidos, como la vigilancia. “La competencia mundial por normas y valores como la libertad individual y la seguridad detrás de la computación cuántica, la inteligencia artificial y las redes 6G ya está en marcha. Y tienen que dar un paso al frente para participar en este debate”, incentivó a los jóvenes.

Marin renunció como primera ministra y líder del Partido Socialdemócrata de Finlandia tras la derrota en las elecciones nacionales de abril. El país inició un proceso de negociaciones comandadas por el líder conservador, Petteri Orpo, de las que debería salir un nuevo Gobierno.

Marin se convirtió en primera ministra en 2019 y ha sido una estrella de la izquierda europea desde que llegó al poder. Pero luego de una serie de escándalos y ante la preocupación en su país por el exceso de gasto público de su gobierno, fue superada por la centroderecha y los ultranacionalistas.

La joven funcionaria expresó tras su renuncia los deseos de llevar “una vida más calma”.