Con sangre y sudor, pero sin lágrimas Islam Makhachev mantiene su faja al vencer a una leyenda en la UFC 302

Ni el propio Islam Makhachev imaginó que la defensa de su faja le costaría tanta sangre y sudor. Sin embargo, el campeón no tuvo que derramar ni una lágrima y se marchó de Newark, Nueva Jersey, con la faja en sus hombros después de una pelea que cargó con toda una cartelera en la UFC 302.

Dustin Poirier no era el favorito en nada y la mayoría de las predicciones apuntaban a que no saldría con vida tras el primer asalto, pero el veterano desafió todos los pronósticos y expectativas y cayó con las botas puestas víctima de un llave en el quinto round que borró para siempre sus deseos de ser campeón de la UFC.

“Creo que Dustin hizo un gran campamento, sus entrenadores trabajan muy bien y se preparó muy bien’’, expresó Makhachev todavía con el resuello entrecortado.

“Defendió mis derribos y me lo puso difícil. Es un campeón y una leyenda de este deporte. Gracias, Dustin’’.

Ciertamente, se la puso difícil a Makhachev porque Poirier sabía el reto que tenía delante y todo el gimnasio de American Top Team -ubicado en Coconut Creek, en el sur de la Florida- se volcó en su ayuda para dar el batacazo, a pesar de que pocos creían en el “Diamante’’.

Makhachev dominó el primer round con un derribo bien temprano, pero Poirier hizo ajustes a partir del segundo y ya no le fue tan fácil al daguestaní imponer su ritmo asfixiante de lucha, por lo que la pelea tomaba un camino de pie con impresionantes intercambios.

Por momentos daba la impresión de que la sorpresa era posible, pero Poirier se iba desmoronando poco a poco hasta que en el quinto asalto Makhachev acabó rompiendo su sueño de campeonato con una llave de estrangulamiento D’Arce, una de las más complicadas de lograr en artes marciales mixtas.

Del Diamante al Notorius, sin olvidar al Lobo, junio no será el mes más cruel para la UFC

“Es el campeón’’, comentó Poirier.

“Pensé que estaba empezando a asestarle golpes. Pensé que estaba haciendo un buen trabajo en la defensa del derribo, yo y [Mateusz] Gamrot trabajamos durante seis semanas en volver a mis pies, en no ceder la posición, en no ceder los ganchos. Detuve la mayoría de los derribos en campo abierto, él me derribó contra la valla, pero aquí [en el medio del octágono], me hizo un derribo, casi como una llave de tobillo, me levantó la pierna y ahí se acabó todo’’.

La pregunta es si también ha acabado la carrera de Poirier, quien lleva 14 temporadas en la élite de la UFC, pero sometiéndose a intensos campamentos para no ceder su posición y enfrentando a lo mejor de lo mejor, limitándose de muchos cosas, como compartir con su familia.

Si realmente es el final, Poirier salió con la frente en alto, pero es muy posible que el alto mando de la UFC intente convencerle de que se quede en la empresa, dada su tremenda popularidad y el hecho de que aún se le ve con excelentes condiciones.

“Sé que puedo competir con los mejores de estos tipos, pero si peleo de nuevo ¿para qué estoy peleando? ¿Sólo para volver a pelear? Lo he hecho 50 veces’’, agregó Poirier. “No lo sé. Tengo una niña pequeña a la que quiero. Honestamente creo que esto podría ser el final’’.

Makhachev, quien empató el récord de defensas del título de peso ligero de la UFC con tres, al igual que su maestro y amigo Khabib Nurmagomedov, y otras leyendas de la talla de BJ Penn, Benson Henderson, Frankie Edgar, insistió en que su meta era pelear por otra faja, las de las 170 libras.

El estilo de Ilia Topuria es perfecto para mí. Le habría pegado mucho con las manos, afirma veterano de UFC

Aunque la empresa podría insistir en una revancha contra Arman Tsarukyan, a quien ya venció en el pasado, pero cuando el armenio era un debutante y sin contar con condiciones ideales como un campamento completo.

“Ese es mi sueño’’, agregó Makhachev. en alusión a la faja que ostenta el británico Leon Edwards.

“Quiero luchar por el segundo cinturón. Quiero volver a sentir esa energía. Cuando defiendes tu cinturón, no sientes lo mismo. Necesito uno nuevo’’.